
Don Giovani, cuando aprovechó la oportunidad conmigo, al esconderme de mi hermano Ernesto y para que no me "deschave" le tuve que chupar la pija.

Le están creciendo las tetas a mi hija y ella lo sabe y las exhibe

Así es como más le gusta a Felina, mi hermana

Aunque, así también le gusta

Mi papá insiste con mi hermana y ella,es muy débil, es voluble a sus caricias.

Bah, es frágil a las caricias de todos los de la familia, este es el primo Omar, en la ausencia de Leo, el hermano de Felina, fue un desfile de familiares lascivos que visitaron a mi hija y para que fingir, algunos de ellos también pasaron por mis aposentos (Angélica).

Mi hija y sus extrañas posiciones para dar y recibir placer sexual

Mi marido, el padre de Felina, entrándole a nuestra hija

Bruno, mi esposo con su hija degustándola

Mi cuñado Prados un rapidito conmigo

Mi marido con nuestra hija haciéndose el pendejo, después de esto no podía caminar del dolor de cintura

Felina, mi hija con mi esposo, su padre, también haciendo una desgustación

Yo, Angélica, con el ex amigo de mi hijo Julio

De envidiosa que soy, le pido a Julio (el ex amigo de mi hijo) que me haga lo que mi esposo le hace a mi hija, aunque a él, no le duele luego la espalda

Mi hijo Leo, me encuentra en la sala de estar, en el living, masturbándome

Quise arreglar las cosas entre mi hijo Leo y su ex amigo Julio, pero la embarré peor.

Yo Angélica con mi hijo Leo, dándole explicaciones de mi error, no alcanzó.

Ya abandonada por mi marido y por mi hijo, me descontrolé mal y me traje a la casa al mercadito del barrio, verdulero, carnicero y almacenero, un despropósito más.

Luego el cadete me trajo las especies ganadas con los trabajadores del mercado y le pedí un masaje si quería ganarse una propina.

Por supuesto, como plata no me sobra se la pagué en especies.

El joven creo que se fue satisfecho con la propina que le di.

Aunque me hizo una escenita de llantos, porque quería más

Al final. tuve que tratarlo mal y echarlo, porque no se quería ir, y andaba tras de mi por la casa, por una propinita más.

Menos mal que se fue, porque el que está viniendo a verme y me da algo de dinero, es mi cuñado, el marido de mi hermana Lola, Prados, siempre libidinoso conmigo.

Felina mi hija, tampoco pierde el tiempo, lo hace con su nuevos festejantes, el pelado del kiosco.

El de la perfumería

Y por supuesto, sigue con su padre, mi ex marido Bruno.

Aunque se decontroló y anda de caravana por el boliche

Y termina con cualquiera y en cualquier lugar

Lejos quedaron aquellas épocas cuando éramos toda una familia

Y guardábamos las apariencias en el interior del hogar, por ejemplo Felina y su padre, en casa

Nadie reparaba en nada, todos nos adaptábamos y sobrellevábamos la situación

Felina sólo con su padre, y a veces con su hermano se entretenía y le bastaba

En cambio ahora, se entrega con cualquiera en donde la agarren, ya nadie la o nos respetan, en el parque la sodomizan

El culo se le está transformando en una olla, lo entrega porque teme quedar de cría

Pero ya es un agujero sin fin, en cualquier momento pierde el control de esfínteres, lo tiene muy dilatado.

Ya no ajusta nada, todo le baila allí dentro

Y lamentablemente tiene que entregar la vulva, que a comparación del culo, algo mejor se encuentra, sin embargo, ya lo hace de vicio, creo que no siente nada

Sólo Leo, su hermano se lo aprecia y lo toma con cuidado

Y mi ex marido, su padre, que todavía se calienta con su hija

Atrás quedaron aquellos tiempos en que estaba intacta

Lo tiene al rojo vivo, en carne viva

Los chicos que se le acercan, no demoran nada en desvestirla y tomarla, ni llegan a la cama

Cuenta, que extraña sus juegos con su hermano Leo, cuando lo masturbaba

Ya no tiene tiempo ni ganas de esforzarse como lo hacía con él

Cuando el erotismo la ganaba y se tomaba el trabajo de calentar

Ahora, anda sin bragas en las discotecas y se la cojen en cualquier lugar

Bueno, a mi no me va mucho mejor, sin embargo, yo duré más, disimulé más, ella ya se quemo, y todavía es joven

Ella rememora y extraña los juegos con su hermano

Leo, ya no quiere jugar con ella

Bueno, siendo honesta, a mi me pasa lo mismo

Leo, mi hijo, tampoco quiere nada con su madre y yo lo extraño

Y termino en brazos, o entre mis piernas con "monchos" que antes no hubiera siquiera mirado

Ambas cojiendo con brutos, que no aprecian a las mujeres

Somos tratadas como pedazos de carne, sólo por nuestra avidez sexo genital

Y muchas veces mal tratadas por los que se consideran machos

Y en esos casos, esas veces, encima no duran ni siquiera para calentarnos

Se excitan tanto que acaban precozmente

Ambas extrañamos a nuestros familiares, que tenían historias, y el gusto por lo prohibido nos hacía excitar, entrar en climax

El laborioso trabajo, lento que nos hacía vacilar

Ahora todo es inmediatez, penetración brusca, violencia sexual

Juegos, erotismo, conciencia en el otro

Romance, amor, sentimiento

Seguramente también nosotras tuvimos culpas en este fracaso, yo muchas veces atosigué a Leo

Pasamos de buscar el deseo del otro, a través de juegos, de miradas, de puertas abiertas para ser fisgoneadas

Entregándonos y entregándose a Eros

A terminar cojiendo con cualquiera en un viaje en yate o más bien lancha por el Tigre, con terceros como testigos de lo fáciles que éramos y somos

Todos los besos, las caricias, las sonrisas cambiadas por el vil metal

Juntando sucios billetes para sobrevivir en las calles

Soportando el manoseo de cualquiera, delante de todos

Entregando lo mejor por nada

Desvistiéndonos ante anónimos y desconocidos que ni el rostro observábamos

Yendo a bodegones para que nos paguen la cena nada más, que bajo caímos

Para terminar apareadas como animales

Soportando porongas de dimensiones fabulosas lastimándonos

Pasando la noche con varios desconocidos

Y amaneciendo con extraños en cualquier lugar que no conocíamos

Tan lejos del tiempo en que en familia jugábamos como locos, como jóvenes ingenuos, inocentes

En que nos sentíamos deseadas y comestibles

Amadas, respetadas, queridas, sin embargo todo fue un proceso, y en el no nos dimos cuenta a donde nos traería

Tanto placer experimentamos que no razonamos que todo terminaría así

Tanto disfrutamos que no reparamos que había que tener cuidado

Ya es demasiado tarde para arreglar lo que se rompió, lo que se acabó, lo que se terminó

Recuerdo llorar de placer con mi hijo Leo, experimentar cosas que ya nunca recuperaré

Mi hija Felina y la alegría que tenía al desnudarse para la familia, y ahora, ya nadie nos busca

Felina era deseada por toda la familia, su hermano, su padre los primeros, pero también por sus primos, sus tíos, sus abuelos

Y yo, recuerdo la felicidad se escapaba de mi rostro a penas me casé con Bruno, el padre de mis hijos, y fui muy querida y deseada por mis hermanos, allá en la provincia

Mis senos estrujados por todos aquellos hombres queridos por mi, pero con amor

Recuerdo como si fuera hoy la primera vez que vi el pene crecido de mi hijo

O a pesar de algunos latigazos o cinturonazos, cuando aprendí por parte de mi hermano mayor el trabajo, la tarea, yo sabía que lo hacía, porque es la obligación de un "fiolo", que se lo respete, no porque quisiera hacerme daño, o poruqe no me quería, si él me cuidaba.

Ahora estamos a la buena de Dios, nadie nos cuida, es más, muchas veces somos humilladas

Ya jamás sentimos el amor que nos proporcionaban aquellos hombres, nuestros hombres

Mi suegro, lo bien que me trataba, como olvidarlo, su caballerosidad, lo extraño, ya falleció, él aún hoy me hubiera amparado, era de otra generación, con mucho más códigos que los actuales

Era un señor mayor, mucho no aguantaba, yo era muy joven y él ya un sexagenario

Pero que buena y enorme pija que tenía.
155 comentarios - Nada queda de aquellos viejos tiempos, cuando éramos famili
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