Mi hijo se fue 28º

Me había quedado sola, tendida en la cama aún caliente por las acciones en ella.
Mi hijo se había ido, ofendido y enojado, conmigo y con su ex amigo. Con él, por lo sucedido en esa situación y en las acciones sucedidas (ver La noche interminable 27) y con respecto a mi, por el trío con ambos "seguramente".
Yo, esto lo había hecho como para mediar entre los dos, por las rencillas anteriores, como una prenda de unión, pero también, como una especie de revancha, de venganza, por otro episodio anterior, en el living, con otro trío, pero esta vez, con mi hermano "aparecido" y de improvisto y mi hijo, cuando en contra de mi voluntad (ver Burla del destino 24º) aunque no lo manifesté, es decir, se puede dar a creer o pensar, que no fue en definitiva contra mi voluntad, pero, sino que Leo, no se negó a compartirla, con un desconocido (a pesar de ser su tío, el hermano de su madre, él, no lo conocía, y a simple vista no le molestó y a mi, su madre (Angélica, ese es mi nombre) me sintí más usada que nunca, y por mi primogénito, que me consideraba una puta (aunque lo fuera, yo pensé, que no a los ojos de mi único hijo varón y el más amado, ya que tengo también una hija).

Sin dudas estaba arrepentida, sin embargo, ya era tarde para lamentos. Julio, el ex amigo de mi hijo Leo, aún permanecía en la habitación, en mi dormitorio matrimonial, sin embargo, estaba a un lado, con la mirada perdida, también reflexionando seguramente lo acaecido, en ese momento, me quedaron claras algunas cosas. Por ejemplo, no me quedaron dudas que este (Julio) estaba ahí, por él (mi hijo Leo) no por mi, jamás lo había estado por mi, disipé todas mis contradicciones e incertidumbres, el jamás me quiso, ni siquiera, le parecería atractiva, el era una especie de bisexual, ya que a mi me penetró y tuvo orgasmos, pero era más importante su lado homosexual, porque amaba a Leo (mi hijo) más aún había tenido sexo con mi hija Felina, pero sólo, por celos, cuando se peleaba con mi hijo.

Se dio cuenta que lo estaba observando y mis ojos o mi mirada hablaba, así que se levantó y comenzó a cambiarse, mientras lo hacía le dije ¡No aparezcas por un buen tiempo por acá! Me miró fijamente, hizo como que iba a responder contraatacando, pero parece que reflexionó, se quedó mudo, y luego de vestido, me saludó diciéndome ¡Adiós!

Leo, al salir indignado del dormitorio de sus padres, pegó un portazo con ira.
El ruido del golpe, hizo que su padre, en el living con su hija, la hermana de Leo, se arrojara del sofá cama hacia atrás del respaldo, como una reacción refleja que lo salvó de ser atrapado con las manos en la masa, por su hijo (bah) "manos en la masa" cojiendo a Felina (mi hija).

Leo, pasó por la "arcada" una especie de abertura amplia que daba desde el vestíbulo al living, iba rumbo a su cuarto, al final del corredor, pero aunque no miró en dirección a su hermana, con el rabillo del ojo, seguramente por un efecto del campo de visión normal, vio como algo que envió a su mente el alerta de "raro" así que a pesar de haber pasado y estar cerca de entrar a su cuarto, giró sobre sus pasos y se paró en la abertura que daba al living, donde estaba el sofá cama de su hermana.

Ella desnuda, sugestiva y sentada de cuclillas en el sofá lo miraba
¡Qué hacés así! Exclamó su hermano
¿Así cómo? ¡Desnuda! ¡Sentada! ¡Insinuante! Exclamó ella
¡Todo eso junto! Respondió él, Leo, su hermano
¡Me despertó un portazo! ¿Sabés algo de eso? Ironizó ella, su hermana Felina
¡Ok, pero vestite! Ordenó él, se acercó y le mal puso un top (especie de remera) y unas calzas, y ella se dejó. A todo esto, el padre de ambos, se encontraba en bolas detrás del sofá.
Leo, no estaba de animo y sólo la tocó un poco y la dejó para irse a descansar un par de horas, ya que volvía a la "colimba" ¡Buenas Noches! le dijo él, y ella respondió ¡Descansá!

Cuando Leo se marchó su padre salió desde atrás del mueble y le dijo en tono de reproche a su hija ¿Por qué dejás que te toque tu hermano? ¿Te gusta? ¿También lo hacés con él?
¡Jujaujaujua! Felina respondió con una carcajada
¡Shhhhhhhhhhhh! ¡Callate, vas hacer que nos descubran! ¡No se que te causa gracia! Se quejó Bruno su padre
¡No te lo puedo creer! Exclamó Felina ¿En serio me lo decís? Preguntó la niña
¡Si, qué es lo que no podés entender! Se ofendió él
¡Vos, te das cuenta que esto no puede ser!
¡Qué esto está mal!
¡Qué sos mi padre!
¡Qué no soy tu pareja!
¡Ni soy tu novia!
¡Ni tu mujer!
¡Por eso mamá no coje más con vos!
¡Porque sos un pelotudo!
¡Tomatelas, porque me pongo a gritar! Dijo la hija, y nunca más cojió con su padre
Bruno desapareció rojo de vergüenza.
Tras cartón, al instante, escuchó otra vez la puerta y de espaldas a la abertura "la arcada" mientras se quitaba el top que le había puesto su hermano, vio pasar a Julio, rumbo a la puerta de entrada sin saludar, ella lo llamó pero él no respondió y se marchó.

Se dirigió (Felina hacia el cuarto de ambos, pero su hermano ya dormía profundamente, pensó disculpar a su padre, porque tenía muchas ganas de cojer, pero se lo negó ella misma.
Pensó, lo único que me queda es masturbarme, y se dirigió a la cocina.

Y así lo hizo.