Acostumbrada al clima gélido y desapacible de la fría Ucrania, cuna indiscutible de bellezas del calibre de esta pelirroja de piel nívea, Violla se encuentra como pez en el agua tumbada en un lecho de paja, sintiendo como la ligera brisa de este día soleado acaricia su cuerpo desnudándolo lentamente y con mimo y ondea esa erótica cabellera cobriza. No es de estrañar que su apetitoso cuerpo natural quiera mimetizarse con ese entorno bucólico, y que sus suculentos atributos nos inciten a querer compartir con ella una mañana épica perdidos en esta Venus terrenal.
3 comentarios - Violla, deseo campestre