A la pendeja le regalaron su primera cámara digital y, respondiendo al mandato adolescente de "descubrirse a sí misma", se mandó de una hacia el baño para cumplir con el rito del autoretrato inicial.
Fue descubriendo su cuerpo de a poco y a medida que liberaba más piel más le subía la temperatura.
Presten atención a la seriedad de la mirada: la chiqui estaba "on fire" y se devoraba a sí misma. Las pilchas desaparecieronn por completo y cuando estuvo bien retratada –y abierta– de frente y dorso, su calentura era tal que no le quedó más remedio que ayudarse con lo primero que encontró a mano: el viejo cepillo alisador. ¡No haber estado ahí para consolarla! ¿No? 🤤
Saludos
El sobrevivienteh
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Fue descubriendo su cuerpo de a poco y a medida que liberaba más piel más le subía la temperatura.
Presten atención a la seriedad de la mirada: la chiqui estaba "on fire" y se devoraba a sí misma. Las pilchas desaparecieronn por completo y cuando estuvo bien retratada –y abierta– de frente y dorso, su calentura era tal que no le quedó más remedio que ayudarse con lo primero que encontró a mano: el viejo cepillo alisador. ¡No haber estado ahí para consolarla! ¿No? 🤤
Saludos
El sobrevivienteh
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6 comentarios - Una pendeja que se calentó mal