(Fotos recuperadas de esos años)
La primera vez que en una revista vi a chicas chupando pijas quedé enloquecido!
En el colegio les miraba las bocas a mis compañeras, imaginándome que sus labios se abrían para comerme mi verga… Al volver a casa, ¡me encerraba a pajearme como mono!
Todos los días… entre cuatro y diez pajas…
Era hermoso conseguir varias revistas y acabar encima de las imágenes…
Coleccionaba los posters centrales, los desplegaba sobre la cama, en el piso, pegaba algunos en las paredes, miraba a las preciosas putas, las lamía, frotaba la pija sobre ellas, ¡y me mataba a pajas furiosas!
Gracias a las esas trolas, gracias a esas maravillosas revistas porno, conocí como disfrutarme, a aguantar la leche, y aprendí a coger…
La primera vez que en una revista vi a chicas chupando pijas quedé enloquecido!
En el colegio les miraba las bocas a mis compañeras, imaginándome que sus labios se abrían para comerme mi verga… Al volver a casa, ¡me encerraba a pajearme como mono!
Todos los días… entre cuatro y diez pajas…
Era hermoso conseguir varias revistas y acabar encima de las imágenes…
Coleccionaba los posters centrales, los desplegaba sobre la cama, en el piso, pegaba algunos en las paredes, miraba a las preciosas putas, las lamía, frotaba la pija sobre ellas, ¡y me mataba a pajas furiosas!
Gracias a las esas trolas, gracias a esas maravillosas revistas porno, conocí como disfrutarme, a aguantar la leche, y aprendí a coger…
0 comentarios - Las tremendas pajas con revistas porn