Ángel, tu voz me da alegrías
llega a mi agitado seno
como raudal puro y lleno
de secretas armonías.
Murmurios siento de amor
inefable, y me parece
que ancho río en torno crece
con suavísimo rumor.
Sus aguas son como el cielo,
azules, cada onda leve,
pureza de blanca nieve,
muestra con casto recelo.
Y salpicando mi frente
de nubes oscuras llena,
cada gota una azucena
hace brotar de repente.
Ésta es la paz!… La comprendo
ahora, por vez primera.
¡Quién, ángel, contigo fuera
las esferas recorriendo!
Mas yo en el mundo… y tú allá…
vives, ángel, junto a Dios,
somos distintos los dos:
tú eres luz, yo oscuridad.
Eres de un mundo mejor
que éste en donde yo nací;
gloria es amar, para ti;
para mí, sólo dolor.
de Gabriela Mistral
llega a mi agitado seno
como raudal puro y lleno
de secretas armonías.
Murmurios siento de amor
inefable, y me parece
que ancho río en torno crece
con suavísimo rumor.
Sus aguas son como el cielo,
azules, cada onda leve,
pureza de blanca nieve,
muestra con casto recelo.
Y salpicando mi frente
de nubes oscuras llena,
cada gota una azucena
hace brotar de repente.
Ésta es la paz!… La comprendo
ahora, por vez primera.
¡Quién, ángel, contigo fuera
las esferas recorriendo!
Mas yo en el mundo… y tú allá…
vives, ángel, junto a Dios,
somos distintos los dos:
tú eres luz, yo oscuridad.
Eres de un mundo mejor
que éste en donde yo nací;
gloria es amar, para ti;
para mí, sólo dolor.
de Gabriela Mistral
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