Cuando la cachondez es extrema,uno se enfrenta al dilema siempre vigente, a la eterna cuestión ¿Se la meto por la concha o por el ano? ¿Usted quéelige o propone?
El marqués de Sade, enseñaba quesiempre hay que elegir el ano, ese apretujado conducto que es fuente de placerasegurada para ambos amantes.
No hay ano estrecho y apretado queun poco de saliva, masajes y un dedo perseverante afloje.
Katy, sus nalgas carnosas albergabanen medio un ano bellísimo, cuando separaba sus nalgas, ella empujaba el botón golosode su ano hacia afuera. Con la lengua erecta, pinchaba su ano, lo ensalivaba, selo lamía como los perros ¡ah! un sabor saladito como de aceitunas verdes teníaesa piel suave y oscura; se excitaba y aflojaba, aprovechaba para introducirleel dedo índice, las tetas se le ponían duras; removía, hacía remolinos, su ano memordía el dedo como una boca desdentada. Como buen caballero dejaba que ellamisma empujara mi pija en su recto y al terminar, ella desalojaba la leche desu ano formando pequeñas burbujas, era una traviesa incorregible.
Ambos amantes querrán más una vezdescubran lo exquisito que es coger por el ano.
Adoro la chica de este vídeo, sucarita inocente eleva mi cachondez, escribo esto con la pija tiesa como lasestatuas de los parques, la visión de ese ano apretado me enloquece, la salivame discurre como el perro de Pávlov. Disfruten del vídeo.
link: https://www.xvideos.com/video44531981/masturbacion_anal
El marqués de Sade, enseñaba quesiempre hay que elegir el ano, ese apretujado conducto que es fuente de placerasegurada para ambos amantes.
No hay ano estrecho y apretado queun poco de saliva, masajes y un dedo perseverante afloje.
Katy, sus nalgas carnosas albergabanen medio un ano bellísimo, cuando separaba sus nalgas, ella empujaba el botón golosode su ano hacia afuera. Con la lengua erecta, pinchaba su ano, lo ensalivaba, selo lamía como los perros ¡ah! un sabor saladito como de aceitunas verdes teníaesa piel suave y oscura; se excitaba y aflojaba, aprovechaba para introducirleel dedo índice, las tetas se le ponían duras; removía, hacía remolinos, su ano memordía el dedo como una boca desdentada. Como buen caballero dejaba que ellamisma empujara mi pija en su recto y al terminar, ella desalojaba la leche desu ano formando pequeñas burbujas, era una traviesa incorregible.
Ambos amantes querrán más una vezdescubran lo exquisito que es coger por el ano.
Adoro la chica de este vídeo, sucarita inocente eleva mi cachondez, escribo esto con la pija tiesa como lasestatuas de los parques, la visión de ese ano apretado me enloquece, la salivame discurre como el perro de Pávlov. Disfruten del vídeo.
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1 comentarios - La eterna cuestión