Esta pendeja puta pasa todos los días por la puerta de la obra en construcción donde laburo, en San Isidro. Cada vez que la veo pasar con el uniforme de la escuela me dan ganas de saltarle encima y cogérmela bien duro a la pendejita. Esta vez se me dio. La putita pasó caminando por la obra justo cuando yo salía a buscar unos ladrillos a la vereda. Cuando me vio, lejos de desviarse, la trolita se chocó conmigo y me sonrió. Se ve que la conchuda anda caliente con los obreros porque cuando la metí a la obra no se opuso en ningún momento. De hecho, cuando llegamos a una de las esquinas de la construcción, la muy perrita se agachó y me empezó a chupar la poronga como si no hubiera un mañana hasta que le llené bien de crema la jeta de zorra que tiene.
fabiola otra turrita argenta
Esta pendeja puta pasa todos los días por la puerta de la obra en construcción donde laburo, en San Isidro. Cada vez que la veo pasar con el uniforme de la escuela me dan ganas de saltarle encima y cogérmela bien duro a la pendejita. Esta vez se me dio. La putita pasó caminando por la obra justo cuando yo salía a buscar unos ladrillos a la vereda. Cuando me vio, lejos de desviarse, la trolita se chocó conmigo y me sonrió. Se ve que la conchuda anda caliente con los obreros porque cuando la metí a la obra no se opuso en ningún momento. De hecho, cuando llegamos a una de las esquinas de la construcción, la muy perrita se agachó y me empezó a chupar la poronga como si no hubiera un mañana hasta que le llené bien de crema la jeta de zorra que tiene.
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