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La maldita nena de familia

Así me conocen en mi barrio, con ese apelativo. Creo que es exagerado, soy en gran medida como todas las chicas de esta generación, aunque, hasta me animo a decir, que es igual que en el resto de las generaciones pasadas, sin embargo ahora, se da más a promoción, producto de tantos avances tecnológicos.
La maldita nena de familia
La gran mayoría de mis seguidores en esta plataforma me conocen, por lo menos, mis historias, y hay muchos otros, que a pesar de no seguirme, leen las mismas y participan con comentarios, puntos y/o agregando mis aportes a sus favoritos.
La imagen anterior, es de la bienvenida brindada a mi hermano, luego de cumplir con la patria, siendo parte del ejército en el servicio militar obligatorio, cosa que en estos momentos, muchos anhelan su regreso. Yo me sumo a esos que rememoran aquellos tiempos, ya que a mi me hicieron conocer a otros chicos, cosa que, con la presencia rutinaria, habitual y seguidora de mi hermano, me hubiera impedido hacerlo.
hija
Pero volviendo al hecho en concreto, esperé a mi hermano en nuestro dormitorio, el que compartíamos antes de su ausencia obligada por la colimba.
Como sabía que venía para atrás con sus necesidades fisiológicas, en este caso sexo genitales, le di rápidamente una buena mamada, que duró nada, al toque me acabó en mi garganta y recordé el sabor característico de su guasca.
Y como de costumbre también, él, mi hermano dijo su frase fetiche cuando esto le sucedía, es decir, cuando eyaculaba precozmente conmigo ¡El primero es de los boludos!
Y desnudos nos fuimos a la cama para penetrarnos, bah, él, mi Leo (ese es el nombre de mi hermano) me dio por el culo, su otro fetiche, con él aprendí hacerlo por la "cancha auxiliar" por atrás, por el orto. Eso además, solucionó mis problemas de constipación, algo habitual en las mujeres de mi familia ¡Qué nos hagan el ano! Ja
incesto
Igual, el no mermó en su rendimiento, a pesar de sentirme inundada con su semen, continuó cabalgándome, pero esta vez, con otra posición, todo esto, sin sacar la poronga de mi recto, y sin perder la erección, pensé ¡Este, está pasado de hambre genésico!
Parecía un pistón, el choto de Leo, entrando y saliendo de mi orificio anal, lo sentía dilatado al máximo, hasta, tanto remover el "estofado", en el ambiente se olía la fricción.
Temí, que ese hecho nos "deschavara" y que se acercaran al cuarto, otros depredadores, como fuera el caso de nuestro padre o la de nuestros abuelos (paterno y materno) y/o algunos de los otros familiares (tíos, primos) presentes en nuestro hogar o próximos a llegar, debido al acontecimiento que era el regreso de mi hermano para toda la familia.
hermana
Ellos, los hombres de la parentela, eran sabuesos, eran cazadores y olían el sexo, como las águilas rapaces, o las hienas frente a la caroña.
Leo, mi hermano, seguramente también advirtió eso y agudizó sus sentidos y escuchó pasos cercanos a nuestro dormitorio, con tres polvos echados, los que permanecían en mi humanidad, los dos últimos en mi "ojete" y el otro en mi cavidad bucal, salió de mi cuerpo, se vistió velozmente y salió a saludar.
Yo sonreí, pensando ¡Ni las gracias me dio! No desde el discurso, sino que no llegué al orgasmo, quedé en cero. Mientras que me incorporaba analizando como era mi hermano, y en alguna medida también, la gran mayoría de los hombres que yo conocía, se entreabrió la puerta de mi pieza y observé la figura de uno de los familiares que visitaban mi casa ese día.
familia
¡Tío, podrías haber tocado antes de abrir la puerta! Exclamé ¡Me estoy cambiando! Era, el hermano menor de mi padre, el tío carlitos.
¡Perdoname bebe, quería darte un regalo, para que lo luzcas en el almuerzo! Respondió él, y haciendo caso omiso de mi pedido entró, cerró la puerta y me puso un collar de bijouturi en mi cuello, yo lo miré absorta. No podía creer su desfachatez, y sin mediar entre ambos ninguna otra cosa, comenzó a quitarse la ropa, demás está decir, que yo había estado con él, en ausencia de mi hermano, pero eso no quitaba que debía guardar las formas.
La maldita nena de familia
¡Qué hacés tío, estás loco! ¡Están todos en casa! Recordé para que este tomara consciencia, sin embargo él, aprovechó eso y me dijo ¡Bueno, entonces hacelo rápido! Y con su mano apoyándola en mi hombro, a la altura de mi cuello, presionó para abajo, para que yo me hincara, me agachara, me arrodillara y se la chupara. Me zafé de la presión, pensando ¡Otro que quiere placer sin darlo!
Me subí a la cama recién tendida por mi misma, y quitándome las bragas, con una pose sensual, le dije ¡Vení por mi y dame tu amor! Bien cursi, pero lo hice para que se caliente y por lo menos me coja. Observaba aún su pija lánguida, sin erección.
hija
¡No, dale, vení y chupámela me decía! Puse cara de puta y manifesté la necesidad que primero, antes de chupársela, quería ser penetrada por la concha, ya que estaba muy caliente, producto del encuentro con mi hermano pero sin anotar, me hice un poco la gata y me posicioné para que encestara, con la firme promesa que como premio, le daría una mamada, de aquellas que tanto le gustaban, entonces accedió.
incesto
Me penetró de una, con la pija firme, tiesa, intentando no acabar, porque sabía que él prefería acabarme en mi rostro, y ante el escaso tiempo que disponíamos, no iba a poder generar dos cargas para disparar.
Pero a mi, poco me importaba eso, yo estaba dispuesta a darle una tirada de goma, pero primero, quería sentir el chorro de leche dentro de mi vagina, y sentir su glande rozando mi vulva. Así que, me contorsioné como para que no logre retener su leche y me llenara la concha de semen.
hermana
Y así fue, con mis movimientos y su calentura, sentí sus espamos seguidos de unos gemidos guturales censurados en volumen, por el temor que tenía de alertar al resto de la familia y que nos descubrieran cojiendo en la fiesta de bienvenida a mi hermano.
Sentí en un momento la duda de mi tío, quiso frenarse, pero ya era tarde y su disparo había salido, así que continuó cabalgándome hasta dejar dentro mío, toda su esencia, se retiró de mi cajeta, tomando distancia, para tener un mejor panorama de aquello.
familia
Y aunque me sorprendió gratamente lo que soy capas de generar en los hombres, muchas ganas no tenía, de tragarme otro polvo de otro tipo, cuando ya lo había hecho con mi hermano, así que al ver a mi tío Carlos con la verga erguida, le dije ¡No me la trago! Él asintió con la cabeza y me pidió ¡Ok, pero chupámela como siempre y te acabo en la mejilla!
Y así lo hicimos, se la amasé con los labios y mi lengua, para terminar mordizqueándola hasta que acabó en mi cara. Se vistió y se fue.
La maldita nena de familia
Sin embargo, mientras el tío me acababa en la cara y entraba en el trance del orgasmo, yo que estaba ajena a esa sensación muy personal, observé como la puerta de mi habitación se entreabría, rogué no fuera mi hermano, y que todo terminara en una desgracia.
Respiré aliviada al contemplar los rostros de mis primos hermanos, los mellizos, que sonreían cómplices al descubrir a nuestro tío en común, disparando líquidos seminales sobre mi.
Me hicieron señas y ademanes, para que más tarde nos encontremos los tres y tengamos nuestra experiencia física. Yo por supuesto, asentí gustosa. Pero esa, es otra historia....

Comentarios Destacados

hindami +5
@agustrc Muchas gracias por convertirte en un nuevo seguidor de mi historia, saludos y bienvenido

209 comentarios - La maldita nena de familia

Morboso29
No tengo mas votos por hoy, pero en cuanto lo tenga, te daré unos votos. Muy bueno el relato
jack_chato
ardiente relato!! no me pasa como te dicen hehe! saludos!
mrcs31
excelente relato! te prometo puntos cuando tenga disponibles! 😉
fl22lf
tremendo relato como me calento
Akuma32
Muy buen post.
Gracias por compartir!!!!!!!!!

gifs
relija
Mi ultimo punto te lo dejo porque se me paro la pija mal mal... excelente relato
alnaar1991
Gracias.. muy calientes e interesantes..incluso seria interesante verte en persona es estas.saludos
Morboso29
Bueno, ahora si, pude dar mis votos a este muy buen post 😉
marcos201410
no de nada segui asi- besos mojados