La actriz Esperanza Gómez habló de sus comienzos en la industria del cine condicionado.
Esperanza Gómez es una actriz porno colombiana que recorre el mundo presentando su arte, mientras se cotiza como una de las mejores pagas en el rubro.
La actriz, de 31 años, habló con la revista Noticias sobre sus comienzos y reveló que al principio le dieron ganas de probar porque era una fantasía en su vida. "La primera vez fue muy intimidante, a pesar de que ya venía haciendo una especie de práctica con mi marido en la cual nos filmábamos para tratar de que estuviera cómoda delante de una cámara. Sentía como si me estuvieran usurpando mi intimidad. Me sentí muy incómoda, pero al final logré relajarme".
La idea era no seguir filmando, pero la elogiaron tanto y le dijeron que lo había hecho tan dignamente que eso la impulsó a continuar. Incluso su marido, que es dueño de una empresa de aviación, es quien más la apoyó en su carrera.
"La primera película fue gratis, quería que simplemente me ayudaran a cumplir mi fantasía. Después me empezaron a llamar y obviamente hablamos de la tarifa, porque mi marido dijo 'bueno, usted me cuesta dinero, su entrenador personal, todas las cosas que hago para que esté linda. Soy abierto, pero tampoco voy a dejar que mi mujer se acueste con una cantidad de hombres y que lo haga gratis. Si te vas a meter en la industria, tienes que cobrar'. Y a partir de ese momento empezó a ser un negocio", explicó Esperanza.
Y ella está muy segura de no ser una prostituta, a pesar de cobrar dinero a cambio de sexo: "La diferencia es que yo soy contratada por la industria, por una compañía que cumple las reglas como cualquier otra, la prostitución no es una empresa legal. Además, no tengo sexo con el mejor postor. Pueden decir que por tener sexo conmigo me pagan lo mismo que en la industria, y no, yo no estoy a la venta para el público".
Esperanza Gómez es una actriz porno colombiana que recorre el mundo presentando su arte, mientras se cotiza como una de las mejores pagas en el rubro.
La actriz, de 31 años, habló con la revista Noticias sobre sus comienzos y reveló que al principio le dieron ganas de probar porque era una fantasía en su vida. "La primera vez fue muy intimidante, a pesar de que ya venía haciendo una especie de práctica con mi marido en la cual nos filmábamos para tratar de que estuviera cómoda delante de una cámara. Sentía como si me estuvieran usurpando mi intimidad. Me sentí muy incómoda, pero al final logré relajarme".
La idea era no seguir filmando, pero la elogiaron tanto y le dijeron que lo había hecho tan dignamente que eso la impulsó a continuar. Incluso su marido, que es dueño de una empresa de aviación, es quien más la apoyó en su carrera.
"La primera película fue gratis, quería que simplemente me ayudaran a cumplir mi fantasía. Después me empezaron a llamar y obviamente hablamos de la tarifa, porque mi marido dijo 'bueno, usted me cuesta dinero, su entrenador personal, todas las cosas que hago para que esté linda. Soy abierto, pero tampoco voy a dejar que mi mujer se acueste con una cantidad de hombres y que lo haga gratis. Si te vas a meter en la industria, tienes que cobrar'. Y a partir de ese momento empezó a ser un negocio", explicó Esperanza.
Y ella está muy segura de no ser una prostituta, a pesar de cobrar dinero a cambio de sexo: "La diferencia es que yo soy contratada por la industria, por una compañía que cumple las reglas como cualquier otra, la prostitución no es una empresa legal. Además, no tengo sexo con el mejor postor. Pueden decir que por tener sexo conmigo me pagan lo mismo que en la industria, y no, yo no estoy a la venta para el público".
2 comentarios - "Mi primera película porno la hice gratis"