Putez in fraganti y por partida doble: las viciosas Cecilia Oviedo y Natacha Jaitt se tocan como si hiciera falta convencerte que te prendas a una partuza con ambas.
“A mí no me importa lo que diga la gente, yo digo y hago lo que siento y quiero” dice Oviedo, “con los días de calor no me da para taparme los pechos, las miradas incomodan un poco pero es lindo sentir que atraés a los hombres.” Y con esa cola también atrae a algunas mujeres como Jaitt, que no esperan a que llegue su cumpleaños para comerse una torta. “Llegué a estar con dos mujeres” confiesa la morocha, “son cosas que deseaba y se me fueron dando.” Y también le fueron dando por el orto, aunque no siempre tanto como quiso. “Tuve una sesión sado y me gustó” recuerda Jaitt, “yo quería sexo anal pero quedé agotada sin penetración y me quedé con las ganas.”
“A mí no me importa lo que diga la gente, yo digo y hago lo que siento y quiero” dice Oviedo, “con los días de calor no me da para taparme los pechos, las miradas incomodan un poco pero es lindo sentir que atraés a los hombres.” Y con esa cola también atrae a algunas mujeres como Jaitt, que no esperan a que llegue su cumpleaños para comerse una torta. “Llegué a estar con dos mujeres” confiesa la morocha, “son cosas que deseaba y se me fueron dando.” Y también le fueron dando por el orto, aunque no siempre tanto como quiso. “Tuve una sesión sado y me gustó” recuerda Jaitt, “yo quería sexo anal pero quedé agotada sin penetración y me quedé con las ganas.”
1 comentarios - La rubia yla morocha