-Pero antes de que te bajes, sacá de la guantera el collarcito y dámelo así te lo pongo. No quiero que te pierdas. Sonreía con maldad y picardía. Me derriten esos ojos.
Bajé del auto divertida, guardando la plata en la cartera y caminè hacia el salón de belleza. Y antes de entrar, respiré hondo y decidí entregarme completamente al juego, sin detenerme a pensar en ningún momento. Lucía tenía carta blanca para dejarse ser. Me sonreí y entre. Me peinaron, lavaron, pulieron y masajearon. Era todo un ejemplo de belleza femenina. Me sentía genial, caliente y hermosa. Salì del salón y elegí un vestido negro, corto, sin mangas y con un escote que llegaba hasta casi el ombligo y sólo se sostenía por un par de cintas al frente. Zapatos negros clásicos de taco alto de metal. Perfume Red de Quarkz. No recuerdo haber estado tan bella y sentirme tan, tan hembra.
Legué a casa y no había nadie. Una nota sobre la cama me decía que Ciro volvería enseguida, que me prepare y que me ponga la tanga con el estimulador a control remoto. Obedecí contenta y terminé de maquillarme. Bajé y empecé a cocinar. El menú era simple y delicioso: medallones de lomo con reducción de hongos y papas al natural, un rico vino tinto y Charlotte de postre. A media hora de haber empezado, llegó Ciro con Daniel, un flaco con el que habíamos estado un par de veces. Cuando los vi juntos… lo primero que pensé fue: en qué me van a apostar??? Y una ola de excitación subió por mi espalda…
Entraron hablando y Ciro giró por la puerta de la cocina, me miró con una amplia sonrisa y dijo:- Qué linda estas putita mía!!! Her mo sa!!. Me encanta cuando me mira con ojos de deseo, me mojo de sólo saber que lo excito. Nos saludamos con Daniel mientras Ciro descorchaba el vino y servía tres copas. – Subí que te explico. Le dijo Ciro a Daniel. Me moría por saber que hablaban, pero como Ciro no me dijo que vaya, yo sólo podía esperar.
Unos minutos después bajaron. Ciro tenía una caja roja que dejó en el living. Nos sentamos a la mesa y disfrutamos de la cena, aunque por alguna razón, sólo me permitió tomar una copa de vino. En medio de la cena, Ciro tomó el control remoto del vibrador y lo encendió para que “vaya tomando temperatura” según me dijo. Las suaves vibraciones y el sentirme observada me calentó tanto que estaba toda mojada en segundos. Ciro se recostó contra el respaldo, sonriendo y desnudándome con la mirada. Daniel se sonreía ligeramente nervioso y muy caliente. Yo respiraba agitada y sentía como todo mi cuerpo se iba calentando. Ciro tomó el control remoto y subió la velocidad. – Andá a buscar el postre, me ordenó. Me levanté como pude. Agarré el helado y el Charlotte, y los llevé a la mesa. – Daniel, queres helado?, preguntó Ciro.-Si, gracias. – Nosotros vamos a comer helado con Charlotte, vos no, lo vas a derretir antes de que te llegue a la boca… si putita? – Si amor. – Para vos tengo otro postre. Me dijo mientras se incorporaba y desabrochaba su cinturón. Se sacó los pantalones y bóxers. – Arrodillate. Meté los dedos en el chocolate y pasalos por la pija, y después me la chupas hasta dejarla limpita y chorreando. Acordate, no me muerdas, abrí bien grande y metela bien al fondo, me dijo mientras tomaba mi pelo. Hice todo lo que me pidió y más. Estaba tan caliente que devoré con gusto cada parte de la pija que se ponía cada vez más dura en mi garganta. Me calentaba tanto sentir cómo se agrandaba que cerré un poco la boca, presionando el tronco con mis dientes. –No muerdas! Levantá la cola y segúi chupando. Metela bien adentro… y mientras que yo me atragantaba y acababa con la pija sentí otra vez un sonoro chirlo. Esta vez no me queje, lo mire a los ojos y dije-Perdón amor. Ciro sonrió y corrió el pelo de mi cara. Daniel se sentó frente a mi concha, corrió la tanga y metío unos dedos con un poco de helado y chocolate en mi conchita. Me estremecí por el frío y enseguida me derretí por el calor de su lengua contra mi clítoris. Empezó a lamerme la concha despacio, con ganas y fuerza, goloso queriendo meterla más adentro. Yo separaba mis piernas invitándolo a seguir y meterse cada vez más. Subió para lamerme el culo, y meterme un dedo, dos, tres. Me fue abriendo de a poco, y aunque me molestaba después del abuso de esos últimos días, estaba tan caliente que sólo quería que lo abra más. Escuché como se levantaba y bajaba el cierre del pantalón. Sacó los dedos de mi culo y se puso un forro, y enseguida sentí como me apoyaba la pija. – Ay!, despacito…- lleguè a decir cuando Ciro me tomó de la cara y me dijo:- Shhh, vos chupa, yo me encargo y se hace lo que yo digo, entendiste?. – Si mi amor. –Abriselo de a poco Daniel porque pienso hacerle el culo toda la noche y quiero que las aguante bien.- Si claro – respondió Daniel – relájate putita que te vamos a coger toda la noche, no queremos que te rompas.- Y yo no quería romperme, quería gozar toda la noche. Acabar, gritar, gemir, mojarme y retorcerme de placer. Me gustó tanto la idea que me abrí enseguida y dos embestidas después estaba adentro mío. Tan grande, dura y apretada. Entrando y saliendo, primero despacio y cortito, después más largo y más intenso, por último toda entera adentro y afuera haciéndome el culo. No podía gritar porque tenia la pija de Ciro metida por completo en la garganta. Sólo podía acabar una y otra vez, y sentir como me chorreaba por las piernas. – Que linda que sos! –medio Ciro sacándome la pija de la boca y levantándome la cabeza. – Vamos a dejarla un ratito Daniel. Tomemos un vaso de whisky y juguemos, queres? - .- SI Genial. – Putita traenos un par de vasos de whisky, el hielo y las cartas de poker. No te seques, quedate así.
Se sentaron en el living, y me explicaron las reglas del juego. Yo estaba a disposición del ganador de la mano, durante el tiempo que durase la siguiente mano y quien me tuviera a su disposición no podía parar de jugar. El juego duraría una hora. Además de las cartas y los vasos, Ciro me ordenó que despliegue sobre la mesa todos los juguetes que había en la caja roja. Vibradores, consoladores, esposas, plumas, dilatadores… todos de distintos tamaños empezaron a aparecer. – Y para hacerlo más divertido, la vamos a esposar. Así no se puede resistir a nada. – Me sentía vulnerable, y eso me excitaba. Confiaba tanto en que Ciro no me haría daño que podía entregarme por completo a la más loca fantasía sin temor alguno. Me mojaba estar a su merced.
El ganador de la primer mano fue Ciro, y mientras Daniel mezclaba sospechosamente lento, se levantó y me puso unas pequeñas pinzas en los pezones con una cadenita, me beso, puso la cadenita en mi boca para que quede ligeramente tensa, y se volvió a sentar. Mientras tanto, ellos charlaban como si fuera una reunión de amigos y yo un simple juguete. Daniel fue el favorecido en la mano siguiente. Se levantó, me hizo parar e inclinarme hacia adelante; agarró un dilatador grande y me lo metió en el culo, me pajeo un poco, y dejó sentada nuevamente. Ciro me miraba con el deseo inyectado en los ojos, y la suerte le dio la oportunidad de saciarlo. Se levantó, me agarró de la pera, me sacó la cadena de la boca y me hizo levantar de la silla. Me agarró de la cintura y me besó larga y profundamente en la boca, mientras deslizaba la mano para apretarme la cola. – Sos mia putita, toda mia. – me agarró del pelo me llevó donde estaba sentado, me hizo arrodillar frente a el, se sentó y tomándome de la cabeza me metió toda la pija en la boca. – No la chupes, dejala metida bien, bien adentro.- Chorreaba saliva por la pija de sólo tener la boca abierta, eso calentaba a Ciro y se la ponía cada vez más dura. La manos había terminado y la suerte le sonreía a Daniel.- MMM, yo también quiero lo mismo, pero aguántate también este vibrador en la concha.- Acabé de nuevo ni bien prendió el vibrador, lo que hizo que se me caiga. –No putita, no se te puede caer.- Agarralo como quieras pero te lo tenes que dejar adentro. La última mano favoreció a Ciro pero el tiempo se había acabado. – Vamos arriba putita. –Subi las escaleras delante de ellos.
Al entrar en la habitación, me vendaron los ojos y me acostaron sobre la cama. Me ataron las manos todavía esposadas por arriba de la cabeza y Ciro ordenó que habrá las piernas y no las cierre en ningún momento, podía extenderlas o doblarlas, pero abiertas. Empecé a sentír como dos plumas se deslizaban por mis pies y subían por mis pierna. Me sentía caliente, muy caliente, y empecé a quejarme y gemir. –Te gusta putita, estas caliente no? A ver cómo te mojaste? – preguntó Daniel- Y sintió con sus dedos como un líquido claro y espeso se escurría por mi concha. –Esta vez no te vamos a coger despacio ni un poquito nada más como hace un rato. Esta vez te vamos a coger en serio. Vas a pedir por favor que paremos y voy a tapar la boca y te voy a seguir cogiendo, toda la noche hasta que acabe y te siga cogiendo con un vibrador, se me pare y te vuelva a coger, puta. Nos vamos a divertir con vos toda la noche y a vos te va a encantar, y vas a acabar, y a mojar toda la cama. – Cuando terminó de susurrarme esto al oido Ciro se enterró adentro mio sin previo aviso con la pija dura como nunca. Me arranco un grito, tapó mi boca con su mano y dijo: Shhhh, recién empezamos putita.
Era verdad, recién empezaban. Me cogió con fuerza, susurrándome lo puta que era, cómo me gustaba y gozando de cómo acababa una y otra vez a su voluntad, me dieron vuelta, me levantaron el culo con unas almohadas, me sacaron el dilatador y esta vez fue Daniel quien se metió adentro mío. Tenia el culo abierto, caliente y mojado pero no tanto como la concha, por eso podía sentir mejor y más apretada la pija que entraba hasta el fondo y salía. Me sacaron las esposas y Ciro se tendió a mi lado boca arriba. Me puse arriba de Ciro todavía con la pija de Daniel en el culo y me cogieron los dos al mismo tiempo, con fuerza entrando y saliendo, apretándome, tocándome y mordiéndome. Eran tantas sensaciones juntas, sentía fuego adentro mio y el agua se escurría por mis piernas empapando la pija de Ciro que tenía apretada en la concha por acabar todo el tiempo. Al mismo tiempo abría y cerraba el culo para sentir a Daniel entrar y salir de él. Estaba extasiada y después de un rato necesitaba recuperar agua.
Continuara....Ahora un par de fotitos de esa noche y atras unas certificadas..
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Bajé del auto divertida, guardando la plata en la cartera y caminè hacia el salón de belleza. Y antes de entrar, respiré hondo y decidí entregarme completamente al juego, sin detenerme a pensar en ningún momento. Lucía tenía carta blanca para dejarse ser. Me sonreí y entre. Me peinaron, lavaron, pulieron y masajearon. Era todo un ejemplo de belleza femenina. Me sentía genial, caliente y hermosa. Salì del salón y elegí un vestido negro, corto, sin mangas y con un escote que llegaba hasta casi el ombligo y sólo se sostenía por un par de cintas al frente. Zapatos negros clásicos de taco alto de metal. Perfume Red de Quarkz. No recuerdo haber estado tan bella y sentirme tan, tan hembra.
Legué a casa y no había nadie. Una nota sobre la cama me decía que Ciro volvería enseguida, que me prepare y que me ponga la tanga con el estimulador a control remoto. Obedecí contenta y terminé de maquillarme. Bajé y empecé a cocinar. El menú era simple y delicioso: medallones de lomo con reducción de hongos y papas al natural, un rico vino tinto y Charlotte de postre. A media hora de haber empezado, llegó Ciro con Daniel, un flaco con el que habíamos estado un par de veces. Cuando los vi juntos… lo primero que pensé fue: en qué me van a apostar??? Y una ola de excitación subió por mi espalda…
Entraron hablando y Ciro giró por la puerta de la cocina, me miró con una amplia sonrisa y dijo:- Qué linda estas putita mía!!! Her mo sa!!. Me encanta cuando me mira con ojos de deseo, me mojo de sólo saber que lo excito. Nos saludamos con Daniel mientras Ciro descorchaba el vino y servía tres copas. – Subí que te explico. Le dijo Ciro a Daniel. Me moría por saber que hablaban, pero como Ciro no me dijo que vaya, yo sólo podía esperar.
Unos minutos después bajaron. Ciro tenía una caja roja que dejó en el living. Nos sentamos a la mesa y disfrutamos de la cena, aunque por alguna razón, sólo me permitió tomar una copa de vino. En medio de la cena, Ciro tomó el control remoto del vibrador y lo encendió para que “vaya tomando temperatura” según me dijo. Las suaves vibraciones y el sentirme observada me calentó tanto que estaba toda mojada en segundos. Ciro se recostó contra el respaldo, sonriendo y desnudándome con la mirada. Daniel se sonreía ligeramente nervioso y muy caliente. Yo respiraba agitada y sentía como todo mi cuerpo se iba calentando. Ciro tomó el control remoto y subió la velocidad. – Andá a buscar el postre, me ordenó. Me levanté como pude. Agarré el helado y el Charlotte, y los llevé a la mesa. – Daniel, queres helado?, preguntó Ciro.-Si, gracias. – Nosotros vamos a comer helado con Charlotte, vos no, lo vas a derretir antes de que te llegue a la boca… si putita? – Si amor. – Para vos tengo otro postre. Me dijo mientras se incorporaba y desabrochaba su cinturón. Se sacó los pantalones y bóxers. – Arrodillate. Meté los dedos en el chocolate y pasalos por la pija, y después me la chupas hasta dejarla limpita y chorreando. Acordate, no me muerdas, abrí bien grande y metela bien al fondo, me dijo mientras tomaba mi pelo. Hice todo lo que me pidió y más. Estaba tan caliente que devoré con gusto cada parte de la pija que se ponía cada vez más dura en mi garganta. Me calentaba tanto sentir cómo se agrandaba que cerré un poco la boca, presionando el tronco con mis dientes. –No muerdas! Levantá la cola y segúi chupando. Metela bien adentro… y mientras que yo me atragantaba y acababa con la pija sentí otra vez un sonoro chirlo. Esta vez no me queje, lo mire a los ojos y dije-Perdón amor. Ciro sonrió y corrió el pelo de mi cara. Daniel se sentó frente a mi concha, corrió la tanga y metío unos dedos con un poco de helado y chocolate en mi conchita. Me estremecí por el frío y enseguida me derretí por el calor de su lengua contra mi clítoris. Empezó a lamerme la concha despacio, con ganas y fuerza, goloso queriendo meterla más adentro. Yo separaba mis piernas invitándolo a seguir y meterse cada vez más. Subió para lamerme el culo, y meterme un dedo, dos, tres. Me fue abriendo de a poco, y aunque me molestaba después del abuso de esos últimos días, estaba tan caliente que sólo quería que lo abra más. Escuché como se levantaba y bajaba el cierre del pantalón. Sacó los dedos de mi culo y se puso un forro, y enseguida sentí como me apoyaba la pija. – Ay!, despacito…- lleguè a decir cuando Ciro me tomó de la cara y me dijo:- Shhh, vos chupa, yo me encargo y se hace lo que yo digo, entendiste?. – Si mi amor. –Abriselo de a poco Daniel porque pienso hacerle el culo toda la noche y quiero que las aguante bien.- Si claro – respondió Daniel – relájate putita que te vamos a coger toda la noche, no queremos que te rompas.- Y yo no quería romperme, quería gozar toda la noche. Acabar, gritar, gemir, mojarme y retorcerme de placer. Me gustó tanto la idea que me abrí enseguida y dos embestidas después estaba adentro mío. Tan grande, dura y apretada. Entrando y saliendo, primero despacio y cortito, después más largo y más intenso, por último toda entera adentro y afuera haciéndome el culo. No podía gritar porque tenia la pija de Ciro metida por completo en la garganta. Sólo podía acabar una y otra vez, y sentir como me chorreaba por las piernas. – Que linda que sos! –medio Ciro sacándome la pija de la boca y levantándome la cabeza. – Vamos a dejarla un ratito Daniel. Tomemos un vaso de whisky y juguemos, queres? - .- SI Genial. – Putita traenos un par de vasos de whisky, el hielo y las cartas de poker. No te seques, quedate así.
Se sentaron en el living, y me explicaron las reglas del juego. Yo estaba a disposición del ganador de la mano, durante el tiempo que durase la siguiente mano y quien me tuviera a su disposición no podía parar de jugar. El juego duraría una hora. Además de las cartas y los vasos, Ciro me ordenó que despliegue sobre la mesa todos los juguetes que había en la caja roja. Vibradores, consoladores, esposas, plumas, dilatadores… todos de distintos tamaños empezaron a aparecer. – Y para hacerlo más divertido, la vamos a esposar. Así no se puede resistir a nada. – Me sentía vulnerable, y eso me excitaba. Confiaba tanto en que Ciro no me haría daño que podía entregarme por completo a la más loca fantasía sin temor alguno. Me mojaba estar a su merced.
El ganador de la primer mano fue Ciro, y mientras Daniel mezclaba sospechosamente lento, se levantó y me puso unas pequeñas pinzas en los pezones con una cadenita, me beso, puso la cadenita en mi boca para que quede ligeramente tensa, y se volvió a sentar. Mientras tanto, ellos charlaban como si fuera una reunión de amigos y yo un simple juguete. Daniel fue el favorecido en la mano siguiente. Se levantó, me hizo parar e inclinarme hacia adelante; agarró un dilatador grande y me lo metió en el culo, me pajeo un poco, y dejó sentada nuevamente. Ciro me miraba con el deseo inyectado en los ojos, y la suerte le dio la oportunidad de saciarlo. Se levantó, me agarró de la pera, me sacó la cadena de la boca y me hizo levantar de la silla. Me agarró de la cintura y me besó larga y profundamente en la boca, mientras deslizaba la mano para apretarme la cola. – Sos mia putita, toda mia. – me agarró del pelo me llevó donde estaba sentado, me hizo arrodillar frente a el, se sentó y tomándome de la cabeza me metió toda la pija en la boca. – No la chupes, dejala metida bien, bien adentro.- Chorreaba saliva por la pija de sólo tener la boca abierta, eso calentaba a Ciro y se la ponía cada vez más dura. La manos había terminado y la suerte le sonreía a Daniel.- MMM, yo también quiero lo mismo, pero aguántate también este vibrador en la concha.- Acabé de nuevo ni bien prendió el vibrador, lo que hizo que se me caiga. –No putita, no se te puede caer.- Agarralo como quieras pero te lo tenes que dejar adentro. La última mano favoreció a Ciro pero el tiempo se había acabado. – Vamos arriba putita. –Subi las escaleras delante de ellos.
Al entrar en la habitación, me vendaron los ojos y me acostaron sobre la cama. Me ataron las manos todavía esposadas por arriba de la cabeza y Ciro ordenó que habrá las piernas y no las cierre en ningún momento, podía extenderlas o doblarlas, pero abiertas. Empecé a sentír como dos plumas se deslizaban por mis pies y subían por mis pierna. Me sentía caliente, muy caliente, y empecé a quejarme y gemir. –Te gusta putita, estas caliente no? A ver cómo te mojaste? – preguntó Daniel- Y sintió con sus dedos como un líquido claro y espeso se escurría por mi concha. –Esta vez no te vamos a coger despacio ni un poquito nada más como hace un rato. Esta vez te vamos a coger en serio. Vas a pedir por favor que paremos y voy a tapar la boca y te voy a seguir cogiendo, toda la noche hasta que acabe y te siga cogiendo con un vibrador, se me pare y te vuelva a coger, puta. Nos vamos a divertir con vos toda la noche y a vos te va a encantar, y vas a acabar, y a mojar toda la cama. – Cuando terminó de susurrarme esto al oido Ciro se enterró adentro mio sin previo aviso con la pija dura como nunca. Me arranco un grito, tapó mi boca con su mano y dijo: Shhhh, recién empezamos putita.
Era verdad, recién empezaban. Me cogió con fuerza, susurrándome lo puta que era, cómo me gustaba y gozando de cómo acababa una y otra vez a su voluntad, me dieron vuelta, me levantaron el culo con unas almohadas, me sacaron el dilatador y esta vez fue Daniel quien se metió adentro mío. Tenia el culo abierto, caliente y mojado pero no tanto como la concha, por eso podía sentir mejor y más apretada la pija que entraba hasta el fondo y salía. Me sacaron las esposas y Ciro se tendió a mi lado boca arriba. Me puse arriba de Ciro todavía con la pija de Daniel en el culo y me cogieron los dos al mismo tiempo, con fuerza entrando y saliendo, apretándome, tocándome y mordiéndome. Eran tantas sensaciones juntas, sentía fuego adentro mio y el agua se escurría por mis piernas empapando la pija de Ciro que tenía apretada en la concha por acabar todo el tiempo. Al mismo tiempo abría y cerraba el culo para sentir a Daniel entrar y salir de él. Estaba extasiada y después de un rato necesitaba recuperar agua.
Continuara....Ahora un par de fotitos de esa noche y atras unas certificadas..
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8 comentarios - viejito..relato y fotos
HERMOSA PUTITA...COMO TE HACEN COGER...ME GUSTA LA FIESTITA QUE TE MANDASTE