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Comienzo de la venganza y/o del desquicio 25º

Angélica se incorporó, luego de que acabaran ambos familiares dentro de su cuerpo y se sentó en un taburete de esa misma sala, estaba cansada, agobiada, se había mareado, no sabía si se debía a lo consternada que estaba por todo lo sucedido, y/o porque ya no tenía la edad de cuando lo hacía profesionalmente, y/o estaba fuera de estado, de práctica, y/o se debía a la desazón, o a la suma de todas esas cuestiones.
Al sentarse sintió, como toda la leche, el semen, corría por el recto hacía abajo y caía a través del orificio del ano, hacia el suelo.
Comienzo de la venganza y/o del desquicio 25º
Eso, la hizo sentir aún peor, casi vomitó, se descompuso, sin embargo, resistió, y se excusó, retirándose del cuarto rumbo a otra habitación, al baño o a buscar algo con que limpiar, como no lo manifestó, nadie supo bien que pensar.
Los "caballeros" quedaron a solas, desnudos, y ella, apenas atravesó el umbral de la puerta que separaba ambos ambientes, se detuvo tras la puerta, y se apoyó sobre la fría pared, y permaneció allí por un tiempo, intentando reflexionar un poco, y también escuchar si se manifestaban algo (esos dos hombres) tío y sobrino, si la mencionaban en algún comentario.
hermano
Los dos, se vistieron casi sin comentarios, rápidamente, era toda una inconsciencia, fue muy audaz lo realizado, eso sería como una consideración mínima de lo sucedido allí.
Sin embargo esto estaba comenzando, Julio, el amigo de Leo, el que se había marchado, por los enfrentamientos con su hijo, por lo menos, hasta que este regresara al servicio militar, había estado observando todo lo acontecido entre ella y su hijo y amigo Leo, y ese "tipo" que el desconocía aún.
Angélica sabía que Julio, no tenía donde "parar" no tenía hogar, el joven hombre de alrededor de treinta años, se lo veía desmejorado, mal "entrasado", mal vestido, descuidado, desprolijo, con la barba crecida, y sucio. Julio, cuando cuidaba su aspecto personal, no daba su edad parecía de la misma edad que su hijo.
Ella, se estaba vistiendo en esa especie de corredor, de vestíbulo, había permanecido un rato, sin hacer ruido tratando de escuchar algún comentario entre sus familiares, pero al no hacerlos, comenzó a vestirse, no podía permanecer mucho tiempo desnuda en medio de la casa, ya que en ella, permanecía toda la familia. Felina dormía la siesta y en cualquier momento se levantaría, lo mismo que su marido Bruno. Sin embargo, tal vez por estar confundida por lo sucedido, no tomó a mal la presencia de Julio. De hecho, ella le había pedido que se fuera, para evitar algún problema serio con su hijo Leo. Es así que este entonces desapareció, y debía permanecer así, por lo menos hasta que Leo, volviera a la colimba, y luego se vería que hacer, ya que volver al ritmo de vida anterior, cuando todos convivían como una familia ampliada, ya no sería posible.
madre
Así que le sonrió, aunque se sintió sorprendida por él.
Julio, esperando la peor reacción por parte de ella, de Angélica y de alguna manera atajándose los reproches, la abrazó de rodillas, sollozando, llorando como una mujer y pidiendo disculpas de antemano por cualquier cosa.
Ella, de manera inmediata no reaccionó, sólo se puso de espaldas a él, como para protegerse, como para que él, no viera en sus ojos, en su rostro el desconcierto por la situación, mientras tanto pensaba velozmente que hacer en este caso.
hija
Pero, ante la duda, ante la presión, ante el stress, ella siempre respondía bien, y se hizo la luz, se le prendió su lamparita, esa que la hacía única, que la distinguía, entre el común de las mujeres, su cinismo, su hipocresía le quitó incertidumbres. Sin embargo, esta vez, desbarrancó, desde este momento ella no volvió a ser la misma, algo le hizo un click.
Angélica, a medio vestir, fue tomada por detrás por Julio, mientras ella se dejaba para pensar la situación, mientras tanto, Julio comenzó a jugar con su seno izquierdo, murmurarle cosas en el oído y tocarle el clítoris, como para calentarla, ella era voluble a los mimos.
incesto
Julio, el amigo de su hijo era bisexual, ella estaba convencida que Leo hacía poco se había percatado de eso, ya que su hijo era bastante homofóbico, lo miró y este cerrando los ojos la besó, ella sabía que fingía, estaba convencida que él amaba a su hijo Leo, pero, como una forma de agradar a la familia, hacía lo que fuera necesario, en este caso, quedar bien con ella.
Una cosa llevó a la otra y sin darse cuenta Angélica estaba de espaldas en el suelo del estrecho vestíbulo siendo penetrada sin desearlo, por alguien que lo hacía por obligación, mientras ella continuaba arguyendo que hacer, pensando en como vengarse.
hermana
Luego de hacerlo ella le pidió que regresara a la noche, Julio dudó, pero ella, tomó su monedero y le dio dinero como para que confíe que sería recibido y que aguardara en algún "boliche" él aceptó, sin hablar y marchó.
Cuando regresó a la sala, ambos familiares, su hijo y el hermano de ella, es decir, tío y sobrino conversaban sentados en el sofá donde minutos antes la poseyeron a la pobre mujer, junto con ellos estaba su marido, Bruno, el padre de Leo y cuñado de Ernesto, se lo veía incómodo con esa situación, todos allí, estaban al tanto de lo vivido entre ellos, es decir, en la juventud de Angélica, en la provincia, y su actividad de meretriz junto a él, su hermano Ernesto, el "fiolo" que la explotaba sexualmente.
Angélica, en ese momento rememoró nuevamente aquél pasado, cuando era obligada a una iniciación no deseada por ella.
sobrino
Cuando era sodomizada por su hermano de manera recurrente, para que se acostumbrada a estar dispuesta y habituada al mal trato.
padre
Obligada a experimentar todo, cosas que rozaban el límite del buen gusto, en la frontera de lo "normal" si se pudiera considerar normal a toda esa actividad.
hijo
Y ella debía permanecer sometida, dominada, atenta y predispuesta, había momentos que era sólo una especie de tarea, que no le despertaba ningún sentimiento, ni siquiera de odio, enojo, la nada misma, ni lo cuestionaba.
Comienzo de la venganza y/o del desquicio 25º
Otras veces lo sufría más de la cuenta.
hermano
Miles de ejemplos, de días, de distintas jornadas, se le aparecían en sus recuerdos, algunos hasta olvidados ya por ella, pero que en es momento parecía que todos ellos se hicieron presentes.
madre
Las innumerables experiencias que debió sortear, con amigos de Ernesto, con algunos de sus primos, para que ella (según su hermano) adquiriera la necesaria práctica.
hija
La primera vez que estuvo obligada a hacerlo frente a todos los amigos de Ernesto, con el africano, un "grone" de dos metros y por el orto.
incesto
Recordó también su primera doble penetración, cuando su hermano la expuso siendo tan inexperta, a unos parroquianos que calzaban veintipico de ceníimetros de verga.
hermana
Los distintos books que tuvo que realizar en medio de la nada, del campo en donde vivíamos, en esa provincia del norte del país.
sobrino
Para que su hermano, se la entregue a los taxistas, a los hoteles, para que la conocieran y pidieran sus servicios.
padre
Recordaba lo jovencita que era, lo ingenua, lo inocente y en manos de un ser tan depravado.
hijo
Todo, por esta inmundicia de persona, su familiar directo, su propia sangre, su hermano, ingresó a la sala, llevaba algo en una de sus manos, que los hombres en un primer momento no lograron individualizar, hasta que ella detuvo sus pasos en medio de la sala, y apuntó a su hermano. Era un arma de fuego, color plata, Bruno y Leo, se levantaron como resorte y corrieron velozmente hacia ella, eso la hizo ponerse nerviosa y disparar, mientras que Ernesto (su hermano) se tiraba al suelo y salía de la habitación, de la casa, del barrio, y esperaba ella, del resto de su vida.
Lamentó no haberlo ni siquiera herido.
Los hombres de la familia ante el estruendo de la explosión se quedaron inmóviles, la única que apareció casi sin ropas corriendo en escena fue su hija Felina, que logró apreciar, como su madre guardaba un arma en su ropa interior ¡Qué pasó! Exclamó y nadie respondió.
Comienzo de la venganza y/o del desquicio 25º
Ante el silencio, su madre se retiró del cuarto y Felina hizo un ademán con una especie de masajeador pasándoselo entre sus desarrollados pechos y un gesto acompañado con otra exclamación ¡Uuuuhhh!
hermano
Esa noche regresó Julio, Leo no dijo nada, para no sumar otro incidente a esa familia que ya no soportaba más nada.
Sabía que había actuado mal con su madre, y que todo eso, había llevado casi, a producir una desgracia, su madre le dijo
¡Él dormirá como siempre en la pieza con vos y Felina en el sofá de la sala!
Ese fue el castigo para Leo, su hijo, no pudo pegar un ojo en toda la noche, ya que Julio estaba enamorado de él, y quería ser poseído y seguramente también poseerlo.
madre

35 comentarios - Comienzo de la venganza y/o del desquicio 25º

FreddySab
cada ves se pone mas interesante
tonyloco21
Hey que gran sorpresa encontrarme con la continuación de ésta gran historia. Ya me habías castigado mucho con la espera, se que debes tener muchas cosas que hacer y se agradecen todos tus aportes. Saludos y besos. ya te extrañaba.
xxxdios
Muy bueno che, segui a Felina cogiendo con el padre y hermano gracias
chitown124
Ps asta orita no e podido parar de leer tus relatos te doy puntos wow k kosas le pasan a leo y a felina