Anal y lluvia dorada

Saludos a todas y todos.

Así es como empezó la noche, con el pretexto de unas fotos.
¿A quién se le puede negar sentir la piel debajo de unas medias negras?



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Después salimos por unas cervezas; el sabe bien que me suelto con alcohol en mis venas...
Al poco tiempo me di cuenta de algo cuando fornicaba con mi marido, en especifico cuando me hacia la cola. Le he descubierto un gusto por besarme el ano de manera frenética, al grado de sólo detenerse cuando descubre que he comenzado a gemir sin control.



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Así continuamos por un largo tiempo hasta que comienza a fluir el liquido preseminal a las afueras de su verga, un fluido que a mi parecer tiene mejor sabor que el semen.



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Me para frente al espejo y me dice cosas al oído: que me acaricie mi vagina; que le presione los testículos; que le acaricie y le de un beso en el ano; y que se acuerda de mi cuando se masturba en el sanitario donde el trabaja. Yo me pongo muy cachonda con el hecho de saber que se masturba en el trabajo pensando en mi y de que piensa en su ex-novia cuando me tiene frente al espejo (Después no le permito que vuelva a mencionar a esa mujer).



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De pronto descubro que comienza a pujar, que su rostro cambia de color a un rojo sensual. Al principio delicadamente, pero después aumenta la frecuencia y la fuerza de la forma en que puja en silencio. Lo he descubierto cuando miro a través del espejo y le he pregunto por qué lo hace y el me ha dicho que es una técnica para retrasar la eyaculación. Por supuesto que no le creí, en ese momento, así que sólo deje que me siguiera rompiendo el culo.



Sin embargo, le volví a descubrir que pujaba y pujaba como queriendo expulsar algo de su interior. Pasado un instante le tomé por la verga, la he sacado de mi ano con cuidado para no provocar la eyaculación y le pregunte: ¿Por qué pujas mi amor? -El me miro y después de un instante me pidió que le prestara mi culo para orinar dentro de el-



Me sobre salte, que susto y pudor... y le pregunté donde había visto esa actividad ya que nunca me había hecho algo así. El sólo me dijo que se le ocurrió, que es algo que le había dado ganas de hacer con su ex y que ahora me ordenaba hacerlo con migo. Al principio molesta, porque nunca me había confesado ese capricho, pero después me imagine como diablos lo habría hecho con aquella mujer. A mi parecer me calienta mucho que me hable de esa mujer cuando me hace la cola y parece ser que a el le gusta decirme eso porque me ve más caliente de lo normal.

Así que me arme de valor y me coloque con el culo al aire, como invitándolo a dejar caer la lluvia sobre mi. A mi marido le ha parecido extremadamente excitante ver llover sobre mi espalda...



Al final de todo le pregunte si estaba contento al regar su fantasía en mi interior, a lo que el me contesto: me basta con saber que tu culo esta a mi disposición y me dejas deseoso de saber que más te puedo hacer...