Como distinguir pechos naturales de pechos operados

Vamos a ver una serie de puntos que pueden poner en evidencia la existencia de un implante de mama.

La simetría

Las mujeres no tienen el pecho simétrico, siendo el grado de asimetría (tando de forma como de tamaño) diferente en cada una de ellas. Por regla general, el pecho izquierdo es mas grande que el derecho (62% de los casos según un estudio publicado en Annals of Plastic Surgery). Esta característica natural es obviada por los cirujanos plásticos.

No obstante, hay que decir que el desplazamiento de las prótesis o su colocación defectuosa son problemas típicos en este tipo de operaciones, luego un pecho operado también puede ser asimétrico. De hecho, a veces hay que reintervenir debido a tales problemas.

La forma y el movimiento

Una buena forma de saber si una mujer tiene unos pechos naturales consiste en observar el movimiento de los mismos. Cuando una mujer se tumba, sus tetas deberían aplanarse; cuando se inclina, deberían alargarse. Si en todos los casos los pechos conservan prácticamente la misma forma, posiblemente estén operados.

Ademas, los pechos naturales exhiben una suave curva desde el esternón hasta los pezones. Los operados en ocasiones parecen balones redondos, mostrando una curvatura demasiado pronunciada en su parte superior. Otras veces se sitúan demasiado alto en el torso, de tal forma que parecen estar flotando.


Esta exagerada redondez es propia de los implantes llamados redondos, que tienen la misma anchura tanto en la parte superior como en la inferior. Existen no obstante los llamados implantes anatómicos, con forma de gota, que son mas anchos en la base. Estos últimos intentan imitar la forma del pecho no operado.

La firmeza y dureza al tacto

Los pechos están compuestos en un su mayor parte por grasa, luego al tacto suelen ser blandos y elásticos. Si tienen la dureza de un musculo, puede que sean operados.

Esta evidencia táctil es propia de los implantes salinos, siendo en el caso de los implantes de gel de silicona mas difícil de percibir. Los implantes salinos se utilizaron en EEUU durante la década de los 90 debido a la prohibición en aquel país de emplear prótesis de silicona. Estas restricciones ya no existen, luego actualmente rara vez se utilizan implantes salinos.

En el caso de los implantes de silicona, los que se colocan debajo del musculo (submusculares) evitan la redondez artificial de la parte superior de las mamas y la rigidez de las mismas: el pecho tiene su propia movilidad. En este sentido, son mejores que los que se colocan bajo la glándula mamaria y sobre el músculo pectoral mayor (subglandulares), los cuales dan un aspecto y comportamiento menos natural.

En ocasiones, la dureza esta provocada por la aparición de una fina lámina que aísla la prótesis y que se denomina cápsula periprotésica: es una reacción del organismo ante el cuerpo extraño. Cuando esta cápsula se hace muy gruesa da a la mama un aspecto redondeado y un tacto muy duro: es lo que se llama contractura capsular, que si no mejora con medicación puede obligar a una reintervención.



Las estrías en el pecho aparecen naturalmente como consecuencia del estiramiento y retroceso excesivo de la piel, lo cual provoca una rotura en los tejidos. Son usuales durante la adolescencia, cuando el pecho esta creciendo, y durante el embarazo y lactancia. Un cambio rápido de peso también puede producir estrías.

Un implante mamario demasiado voluminoso puede estirar la piel de tal manera que produzca estrías en el pecho.



Los implantes se suelen introducir bien por la aureola del pezón o bien por la zona que queda justo debajo de las mamas (pliegue inframamario). No obstante, para evitar estas marcas tan visibles también se introducen mediante incisiones practicadas debajo de las axilas o incluso en el ombligo. En cualquier caso, la paciente puede intentar disimular dichas cicatrices con diferentes tratamientos: láser, dermoabrasion, cosmética… aunque siempre harán de “chivato”.



El pecho femenino se cae con la edad debido a la perdida de elasticidad en la piel y los tendones. Los implantes mamarios suelen contrarrestar este efecto, sobre todo si las prótesis están colocadas debajo del músculo pectoral mayor (implante submuscular).



Una separación excesiva entre las mamas puede evidenciar un implante mamario. Ocurre cuando se realizan implantes voluminosos sin intervenir los tendones que centran el pecho.