Me escribió para convidarme a su esposa. Le habían gustado los relatos que escribo, mi forma de ser, mi discreción, mi respeto, y tímidamente me mandó un "hola... me gustaría charlar con vos, para ver si puedo avanzar".
-Avanzar con qué?- le pregunté
-Mi mujer tiene una fantasía, y quiero cumplírsela... y me parecés el indicado.
No voy a demorarme demasiado en contarles que la conversación duró apenas unos días. Ella quería, él quería satisfacerla, y yo, ya saben... siempre soy materia dispuesta.
Nos encontramos en la casa... y él me dijo... dale porque no puede más de ganas.
No la dejé pensar ni un segundo... ni siquiera le saqué las medias... y empecé a darle con furia, tal como nos habíamos prometido. Ella sabía que el marido estaba ahi, presente y mirando, e igual me apretaba el culo como si fuera el último día...
Así fue como me acabó la primera vez: a lo bestia, sin preámbulso a medio desvestirnos... pero era lo que la señora estaba necesitando. Un polvo rápido que pusiera las cosas en su lugar. Y entonces.... empezó el juego!
Ella quería todo junto, y al mismo tiempo: sacarse la calentura, cumplir su fantasía.
Le ordenó a su marido que se desvistiera, y estuvo largo rato chupándonos la pija, diciendo... "El tiempo que hace que fantaseo con tener dos pijas en mi boca!"
Entonces se montó en la pija de su marido, y mirándome a los ojos empezó a pajearme...
-vos no pensás acabar?
-mi vida... sabes todo lo que falta para que pase eso?
Y su reacción, al escucharme decir eso, fue que empezó a cabalgarlo furiosamente, y se orgasmeó toda otra vez.
Entonces, para que recupere el aliento, la cambiamos de lugar... y empezó a comerle la pija al maridito.. mientras yo la agarraba de los pies, y le daba pija. La muy hija de puta, no podía resistirse, y se pajeaba también. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que estaba acabando otra vez!
Entonces la tomé de la cintura y le empecé a dar muy dulcemente por atrás. La pareja se clavaba la vista... gemian de placer, los dos. Estaban en el cielo, y yo, apenas el instrumento de todo el placer!
Hasta que volvió a tomar las riendas, y volvió a cabalgar a su esposo, mientras me pajeaba... cuando ella se subía encima, el orgasmo le llegaba muy pronto. Ya iban como siete!
Y ahora su marido la agarra como un perrito, y le ordena... chupale la pija a mi amigo, que le gusta tu boca!
Ahi descubrimos que cuando le dabamos órdenes, más se emputecía!
Estaba gozando como nunca en su vida.. y su mirada era de deseo, de placer, de satisfacción... pero todavía quería algo más!
Era obvio que lo que quería, lo que estaba buscando, era que la cogiéramos los dos juntos. Quería tener dos pijas adentro. Y así me lo dijo, con esa voz brutal, gutural, de perra en celo...
-El puto de mi marido me está partiendo el culo... te necesito en mi concha
Fue apenas empezar a bombearla, cuando sentí en la punta de mi pija que mi socio estaba acabando... le estaba llenado el culo de leche, y ella estaba acabándome otra vez encima.
Él salió, y yo me aseguré de su último orgasmo.
Entonces, cuando supe que estaba agotada y satisfecha, cuando vi que "marido" estaba tumbado en el sillón viéndola acabar otra vez, entonces salí de adentro suyo, y le dije que le quería dar mi leche en la boca.
Fue casi una orden que cumplió con alegría.
Así que señores maridos, ya saben: si buscan un socio amable, discreto, respetuoso y gentil... no dejen de escribirme (y a las señoras, si se antojan, convenzan a sus maridos... y así, todos la pasamos bien)
-Avanzar con qué?- le pregunté
-Mi mujer tiene una fantasía, y quiero cumplírsela... y me parecés el indicado.
No voy a demorarme demasiado en contarles que la conversación duró apenas unos días. Ella quería, él quería satisfacerla, y yo, ya saben... siempre soy materia dispuesta.
Nos encontramos en la casa... y él me dijo... dale porque no puede más de ganas.
No la dejé pensar ni un segundo... ni siquiera le saqué las medias... y empecé a darle con furia, tal como nos habíamos prometido. Ella sabía que el marido estaba ahi, presente y mirando, e igual me apretaba el culo como si fuera el último día...
Así fue como me acabó la primera vez: a lo bestia, sin preámbulso a medio desvestirnos... pero era lo que la señora estaba necesitando. Un polvo rápido que pusiera las cosas en su lugar. Y entonces.... empezó el juego!
Ella quería todo junto, y al mismo tiempo: sacarse la calentura, cumplir su fantasía.
Le ordenó a su marido que se desvistiera, y estuvo largo rato chupándonos la pija, diciendo... "El tiempo que hace que fantaseo con tener dos pijas en mi boca!"
Entonces se montó en la pija de su marido, y mirándome a los ojos empezó a pajearme...
-vos no pensás acabar?
-mi vida... sabes todo lo que falta para que pase eso?
Y su reacción, al escucharme decir eso, fue que empezó a cabalgarlo furiosamente, y se orgasmeó toda otra vez.
Entonces, para que recupere el aliento, la cambiamos de lugar... y empezó a comerle la pija al maridito.. mientras yo la agarraba de los pies, y le daba pija. La muy hija de puta, no podía resistirse, y se pajeaba también. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que estaba acabando otra vez!
Entonces la tomé de la cintura y le empecé a dar muy dulcemente por atrás. La pareja se clavaba la vista... gemian de placer, los dos. Estaban en el cielo, y yo, apenas el instrumento de todo el placer!
Hasta que volvió a tomar las riendas, y volvió a cabalgar a su esposo, mientras me pajeaba... cuando ella se subía encima, el orgasmo le llegaba muy pronto. Ya iban como siete!
Y ahora su marido la agarra como un perrito, y le ordena... chupale la pija a mi amigo, que le gusta tu boca!
Ahi descubrimos que cuando le dabamos órdenes, más se emputecía!
Estaba gozando como nunca en su vida.. y su mirada era de deseo, de placer, de satisfacción... pero todavía quería algo más!
Era obvio que lo que quería, lo que estaba buscando, era que la cogiéramos los dos juntos. Quería tener dos pijas adentro. Y así me lo dijo, con esa voz brutal, gutural, de perra en celo...
-El puto de mi marido me está partiendo el culo... te necesito en mi concha
Fue apenas empezar a bombearla, cuando sentí en la punta de mi pija que mi socio estaba acabando... le estaba llenado el culo de leche, y ella estaba acabándome otra vez encima.
Él salió, y yo me aseguré de su último orgasmo.
Entonces, cuando supe que estaba agotada y satisfecha, cuando vi que "marido" estaba tumbado en el sillón viéndola acabar otra vez, entonces salí de adentro suyo, y le dije que le quería dar mi leche en la boca.
Fue casi una orden que cumplió con alegría.
Así que señores maridos, ya saben: si buscan un socio amable, discreto, respetuoso y gentil... no dejen de escribirme (y a las señoras, si se antojan, convenzan a sus maridos... y así, todos la pasamos bien)
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