Apenas me llamás y me decís... "se fue", tardo nada en llegar hasta tu casa. Nunca dejo pasar las oportunidades que me da tu marido, porque, lo sabés, no hay nada que desee más que tenerte en mis manos.
Y ya nos conocemos mucho... sabemos cuáles son los botones que hay que tocar para que la fiesta de los cuerpos sea completa. Mis besos en tu cuello me regalan el primer gemido que dejás en mi oído, y que, sabés, me llevaré de recuerdo
Siento como te contoneás debajo mío, y entonces te miro a los ojos, y apenas si dejo que me toques la pija por encima del pantalón, mientras me dedico a pajearte despacito, como un rico preámbulo de todo lo que vendrá
Ya sin ropas, te apoyo. Te apoyo contra la pared. Te apoyo la punta de m pija en tu clitoris. Te apoyo mis labios en tu boca.. y mis dedos, jamás se despegan de tu centro, porque quiero ponerte a punto.
Ponerte a punto para saborearte... quiero tener en mi boca todos tus sabores, todas tus mieles... quiero tu primer orgasmo en mi cara, mientras te acaricio todo el cuerpo.
Un primero orgasmo te atraviesa el cuerpo, pero vos no te quedás quieta. Querés más. querés más porque sabés que siempre hay más, mucho más. Y te trepás encima mío, y te movés como solo vos sabes moverte.
Hasta que perdes el control. Hasta que el fuego invade el cuerpo de Venus, hasta que decidís tener tu segundo orgasmo encima mío y te movés frenética, y vas a la búsqueda de ese estallido.
Y ahi, ya satisfecha, te ponés a jugar conmigo. Me mirás a los ojos y me agarrás la pija con las dos manos. Me preguntás si me gusta, y te digo que si, que me gustás mucho, toda, y que todavía tenés algo más para darme...
Y ahi soy yo el que pierde el control, y empiezo a darte. Siento que tu cuerpo responde como si recién empezaramos. Te arqueas, y dibujás una recta entre tu mentón y tu clitoris, haciendome sentir que cada estocada de mi pija te atraviesa el cuerpo. Hasta que me regalás este tercer orgasmo intenso, profundo, gutural.
Y pese a escuchar tu gemido ronco y tu último estertor, no me detengo, te doy, te doy como si se me fuera la vida en eso, me envuelven los sentidos, en cada movimiento de mis caderas, siento que un nudo se está desatando, que desciende desde mi nuca hasta la punta de mi pija...
Hasta que me derramo frente a vos, y te doy mi ofrenda... toda mi leche en tu centro, en tu clitoris... una gota pesada y caliente de mi néctar... el que provocaste con todo el placer
Me voy rápido, esperando un nuevo descuido de tu marido. Nos besamos la boca, y sabemos que pronto nos volveremos a ver.
Y ya nos conocemos mucho... sabemos cuáles son los botones que hay que tocar para que la fiesta de los cuerpos sea completa. Mis besos en tu cuello me regalan el primer gemido que dejás en mi oído, y que, sabés, me llevaré de recuerdo
Siento como te contoneás debajo mío, y entonces te miro a los ojos, y apenas si dejo que me toques la pija por encima del pantalón, mientras me dedico a pajearte despacito, como un rico preámbulo de todo lo que vendrá
Ya sin ropas, te apoyo. Te apoyo contra la pared. Te apoyo la punta de m pija en tu clitoris. Te apoyo mis labios en tu boca.. y mis dedos, jamás se despegan de tu centro, porque quiero ponerte a punto.
Ponerte a punto para saborearte... quiero tener en mi boca todos tus sabores, todas tus mieles... quiero tu primer orgasmo en mi cara, mientras te acaricio todo el cuerpo.
Un primero orgasmo te atraviesa el cuerpo, pero vos no te quedás quieta. Querés más. querés más porque sabés que siempre hay más, mucho más. Y te trepás encima mío, y te movés como solo vos sabes moverte.
Hasta que perdes el control. Hasta que el fuego invade el cuerpo de Venus, hasta que decidís tener tu segundo orgasmo encima mío y te movés frenética, y vas a la búsqueda de ese estallido.
Y ahi, ya satisfecha, te ponés a jugar conmigo. Me mirás a los ojos y me agarrás la pija con las dos manos. Me preguntás si me gusta, y te digo que si, que me gustás mucho, toda, y que todavía tenés algo más para darme...
Y ahi soy yo el que pierde el control, y empiezo a darte. Siento que tu cuerpo responde como si recién empezaramos. Te arqueas, y dibujás una recta entre tu mentón y tu clitoris, haciendome sentir que cada estocada de mi pija te atraviesa el cuerpo. Hasta que me regalás este tercer orgasmo intenso, profundo, gutural.
Y pese a escuchar tu gemido ronco y tu último estertor, no me detengo, te doy, te doy como si se me fuera la vida en eso, me envuelven los sentidos, en cada movimiento de mis caderas, siento que un nudo se está desatando, que desciende desde mi nuca hasta la punta de mi pija...
Hasta que me derramo frente a vos, y te doy mi ofrenda... toda mi leche en tu centro, en tu clitoris... una gota pesada y caliente de mi néctar... el que provocaste con todo el placer
Me voy rápido, esperando un nuevo descuido de tu marido. Nos besamos la boca, y sabemos que pronto nos volveremos a ver.
4 comentarios - Tu marido se descuida... nosotros aprovechamos