Todo empezó como deben empezar estas cosas. Ella, trepada a su marido, y yo mirando, con mi mejor cara de hijo de puta. Ellos querían ser mirados, y yo, como buen voyeur, no los iba a dejar con las ganas.
Ella estaba que ardía, y cabalgando a su marido, tuvo su primer orgasmo. Y el juego empezó a ganar en intensidad, cuando fue él el que quiso masturbarla con su juguetito, frente a mi, para provocarme.
No se demoró demasiado en que ella volviera a montarlo, pero ahora, mirándome a la cara, y pajeandome dulcemente, incorporandome al juego, ya no como un simple espectador.
La franela se puso intensa, y ella le pidió que se la cogiera por detrás... mientras se ocupaba de un asunto urgente... quería en su boca la miel que brotaba de mi pija, provocada por su franela... y se la tragó entera.
Ya era irrefrenable la pasión, pero así y todo, parecía una coreografía.. él le daba pija, y ella me daba boca, y todo rítmicamente, como los gemidos de los tres que inundaban la habitación
Pero claro, ella era una mujer apasionada y sexual, un segundo orgasmo la invadió, sintiendo en todo su cuerpo una electricidad que la atravesaba. Quedó exhausta, con la pija de su marido ensartada y aferrada a la mía, como si se tratara de la manija del colectivo, y que así agarrada, no correría peligro de caerse.
Su marido reclamaba un tratamiento similar al que yo estaba recibiendo, así que cambiamos de posiciones... a ella le sentaba bien mi pija, después de dos orgasmos con la de su marido... una nueva herramienta perforandola y haciéndola gozar, mientras ella imponía una nueva coreografía sexual
Mientras le comía la pija a su marido, su mirada de hija de puta me decía mucho más de lo que normalmente, admitiría en público. Pero entre los tres había un pacto. Somos dos hombre dispuestos a hacer gozar a esta mujer hambrienta... cero competencia. Cero "machos que se la miden".
Nuestro único interés es hacerla gozar. Y cuando su cuerpo se tensó nos dimos cuenta de que se aproximaba un nuevo orgasmo. La agarré de las nalgas y ella se aferró a la pija de su "papi". Y empezó a vociferar, y a decir cosas incoherentes... nos miramos, y nos dimos cuenta de qué era lo que ese cuerpito estaba necesitando...
La subí encima mío, y dejé que su marido le hiciera la cola. Una hermosa doble penetración, para llenarla, para colmarla de placeres. Mi pija hacía tope dentro de ella, y sentía la pija de él en cada movimiento. Nuestros tres cuerpos unidos en la danza del placer. Un orgasmo espectacular, ruidoso, intenso y prolongado, atravesó el cuerpo de la reina...
Exhausta, no dejó de prodigarnos elogios, y palabras de adulación, para estos dos machos que tanto placer le habían procurado. Y con voz roca, de puta satisfecha, empezó a decirnos que ahora, quería la leche de los dos, en sus tetas, ahora, que la reina tenía hambre de leche...
Ella estaba que ardía, y cabalgando a su marido, tuvo su primer orgasmo. Y el juego empezó a ganar en intensidad, cuando fue él el que quiso masturbarla con su juguetito, frente a mi, para provocarme.
No se demoró demasiado en que ella volviera a montarlo, pero ahora, mirándome a la cara, y pajeandome dulcemente, incorporandome al juego, ya no como un simple espectador.
La franela se puso intensa, y ella le pidió que se la cogiera por detrás... mientras se ocupaba de un asunto urgente... quería en su boca la miel que brotaba de mi pija, provocada por su franela... y se la tragó entera.
Ya era irrefrenable la pasión, pero así y todo, parecía una coreografía.. él le daba pija, y ella me daba boca, y todo rítmicamente, como los gemidos de los tres que inundaban la habitación
Pero claro, ella era una mujer apasionada y sexual, un segundo orgasmo la invadió, sintiendo en todo su cuerpo una electricidad que la atravesaba. Quedó exhausta, con la pija de su marido ensartada y aferrada a la mía, como si se tratara de la manija del colectivo, y que así agarrada, no correría peligro de caerse.
Su marido reclamaba un tratamiento similar al que yo estaba recibiendo, así que cambiamos de posiciones... a ella le sentaba bien mi pija, después de dos orgasmos con la de su marido... una nueva herramienta perforandola y haciéndola gozar, mientras ella imponía una nueva coreografía sexual
Mientras le comía la pija a su marido, su mirada de hija de puta me decía mucho más de lo que normalmente, admitiría en público. Pero entre los tres había un pacto. Somos dos hombre dispuestos a hacer gozar a esta mujer hambrienta... cero competencia. Cero "machos que se la miden".
Nuestro único interés es hacerla gozar. Y cuando su cuerpo se tensó nos dimos cuenta de que se aproximaba un nuevo orgasmo. La agarré de las nalgas y ella se aferró a la pija de su "papi". Y empezó a vociferar, y a decir cosas incoherentes... nos miramos, y nos dimos cuenta de qué era lo que ese cuerpito estaba necesitando...
La subí encima mío, y dejé que su marido le hiciera la cola. Una hermosa doble penetración, para llenarla, para colmarla de placeres. Mi pija hacía tope dentro de ella, y sentía la pija de él en cada movimiento. Nuestros tres cuerpos unidos en la danza del placer. Un orgasmo espectacular, ruidoso, intenso y prolongado, atravesó el cuerpo de la reina...
Exhausta, no dejó de prodigarnos elogios, y palabras de adulación, para estos dos machos que tanto placer le habían procurado. Y con voz roca, de puta satisfecha, empezó a decirnos que ahora, quería la leche de los dos, en sus tetas, ahora, que la reina tenía hambre de leche...
Comentarios Destacados
17 comentarios - Nos encontramos los Tres... y nos dimos
el dia que me anime lo haria de principio a fin así!🤤🤤🤤
(e incluso, en privado, puedo ayudarlos a decidirse!)