- Mi madre y yo somos muy diferentes, ella es una persona bastante seria y cerrada de mente, mientras que yo soy alguien bastante alegre y atrevido. Por eso no es raro que mi mamá se lleve tan mal con mi tía, a la vez que yo tengo una relación bastante particular con ella, ya que tenemos formas de ser muy similares. De hecho, a veces mi tía y yo solemos enojarnos con mi mamá cuando se pone excesivamente amargada, por lo que nuestro carácter desenfrenado nos motiva a querer hacerle una que otra jugarreta. Por ejemplo, aprovechando que mi mamá es una amante de los productos orgánicos y del café, alguna vez hemos preparado una crema especial para su disfrute. Esto puede puede parecer algo cruel, pero les juro que vale la pena cuando la vemos beber gustosa de nuestra particular mezcla, además, el proceso de preparación es bastante placentero. Eso sí, no estaría nada mal que algún día mi madre pueda disfrutar directo de la fuente su complemento favorito.
Mi madre tuvo un matrimonio terrible, mi padre fue un mal hombre que además de engañarla cada vez que tenía oportunidad, era causante de una gran cantidad de discusiones. Es por lo anterior que mi mamá siente bastante desprecio hacia él, al punto que ella dice que no tiene nada que agradecerle. Bueno más bien hay una cosa que sí agradece, pues el desgraciado como buen senegalés me heredó muy buenos genes, los cuales mi madre disfruta día y noche desde que se volvió mi mujer.
- Siempre fui considerado un fracasado en mi familia, siempre he sido el menos destacado en los deportes y mis calificaciones no eran tan buenas como las de mis primos, quienes se burlaban de mí diciendo diciéndome que jamás tengo tendría éxito en la vida. Afortunadamente el que ríe de último ríe mejor, siendo justamente hoy que he terminado la universidad me he escapado junto a mis 3 tías y las he convertido en mis esposas. No tendré autos y casas de lujo como mis primos, pero si tengo a sus madres compitiendo todos los días por ser la que trague todo mi semen caliente después de una noche de sexo incestuoso.
- Desde que mi madre y yo nos marchamos a vivir juntos hemos tenido la oportunidad de conocernos y aprender más el uno del otro. Por ejemplo, no me había percatado de lo tragón que podía llegar a ser él ano de mamá, hasta que note que después de nuestras sesiones de sexo con juguetes que era bastante complicado extraer todo lo que había podido introducir en su ano, al punto que he podido observar como algunas pelotas sexuales que le he metido se le escurren por culo cuando ella sube por las escaleras a la habitación de arriba para guardar los objetos utilizado. Sin duda eso me calienta bastante y no es raro que no pueda evitar acercarme a ella para seguir experimentando sobre cuántas cosas más puedo hacer entrar en su glorioso agujero.
- Mi mujer y yo llevamos mucho tiempo sin vernos, ella tuvo un viaje de negocios muy importantes, así que he estado solo en casa por un par de semanas. Por supuesto, está situación me ha afectado mucho, afortunadamente el hecho de que mi esposa sea a la vez mi propia madre hizo que ella estuviera muy consiente de como me sentía mientras estuve solo, por eso apenas regreso, no tardó en dirigirse a mí verga para darme el cariño que necesitaba.
- Mi madre es una mujer a la que le cuesta mucho adaptarse a cosas nuevas y no siempre responde bien cuando se enfrenta a algo nuevo. Ella estaba acostumbrada a tener muy poco y mal sexo con mi padre, por eso ahora que es mi mujer no se ha acostumbrado a mí apetito sexual y se sorprende bastante con algunas cosas que puedo llegar hacer. Pero esto no me preocupa, poco a poco se va adaptando a su nueva vida y como es una zorra caliente es normal que después de asustarse un poco, no suelte mi verga hasta dejarme seco.
- Fue muy difícil confesarle a mí madre que sentía un fuerte deseo sexual por ella. Cuando pude decírselo no se lo tomó muy bien, estuvo por horas regañando me por querer algo tan morboso. Sin embargo, después de pasar casi todo el día discutiendo conmigo dijo sarcásticamente que no podía ser mi mujer, pues seguramente no tendría nada con que sorprenderla e interesaría. Fue en ese momento en el que hice un trato con ella, en el cuál acordamos que si era capaz de impresionarla ella debía convertirse en mi esposa y como tal satisfacerme sexualmente cuando quisiera. Ella acepto entre risas muy confiada y yo procedí a bajarme los pantalones frente a ella. Solo diré que llevamos 3 años de feliz matrimonio incestuoso y que esa noche a pesar de sentir miedo al principio, descubrió que era una amante del sexo anal sin lubricante.
- Mi madre es una mujer que se preocupa mucho por la familia, por eso cuando mi tía se divorcio de su marido me pidió que me quedara en su casa por un par de días para hacerle compañía y ver que este bien. Al principio no quería ir,pues tendría que entrar a un ambiente muy tenso. Afortunadamente termine llendo y no me arrepiento para nada, ya que descubrí que tengo mucho en común con mi tía y pudimos pasar momentos muy divertidos juntos. Ahora solo espero que mi madre demuestre su amor por la familia y no se moleste con su hermana por haber elegido a su hijo como nueva pareja.
- Siempre he sido una persona moderna y aficionado de las cosas nuevas, pero últimamente he aprendido que la experiencia y algunas cosas del pasado son mucho mejores. De verdad, no saben la enorme diferencia que noté entre tener sexo con mi novia joven que apenas se mueve y se queja por todo, y hacer el amor con mi tía que es experta en el arte de amar y no le hace asco ni al líquido preseminal que se chorrea por sus tetas cuando me la chupa mientras usa el vibrador anal que le regalé, además me prepara el almuerzo después de terminar. Definitivamente ella es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida y no esa chica que me exige toda clase de paseos y regalos.
- Las tradiciones son muy importantes, nos ayudan a recordar los momentos que nunca deben ser olvidados y que son fundamentales en nuestra vida. Por eso cada 6 de junio mi madre y yo festejamos nuestro aniversario de bodas con teniendo sexo de la misma manera en que lo hicimos la primera vez. Primero de doy un rico masaje con aceites aromáticos en la espalda y las piernas hasta terminar acariciando su enorme culo mientras preparo la vagina para una penetración incestuosa. Al terminar, nos abrazamos y permanecemos acostados en la cama hablando de lo maravillosa que es nuestra nueva familia y lo bonito que sería tener un hijo juntos.
Mi madre tuvo un matrimonio terrible, mi padre fue un mal hombre que además de engañarla cada vez que tenía oportunidad, era causante de una gran cantidad de discusiones. Es por lo anterior que mi mamá siente bastante desprecio hacia él, al punto que ella dice que no tiene nada que agradecerle. Bueno más bien hay una cosa que sí agradece, pues el desgraciado como buen senegalés me heredó muy buenos genes, los cuales mi madre disfruta día y noche desde que se volvió mi mujer.
- Siempre fui considerado un fracasado en mi familia, siempre he sido el menos destacado en los deportes y mis calificaciones no eran tan buenas como las de mis primos, quienes se burlaban de mí diciendo diciéndome que jamás tengo tendría éxito en la vida. Afortunadamente el que ríe de último ríe mejor, siendo justamente hoy que he terminado la universidad me he escapado junto a mis 3 tías y las he convertido en mis esposas. No tendré autos y casas de lujo como mis primos, pero si tengo a sus madres compitiendo todos los días por ser la que trague todo mi semen caliente después de una noche de sexo incestuoso.
- Desde que mi madre y yo nos marchamos a vivir juntos hemos tenido la oportunidad de conocernos y aprender más el uno del otro. Por ejemplo, no me había percatado de lo tragón que podía llegar a ser él ano de mamá, hasta que note que después de nuestras sesiones de sexo con juguetes que era bastante complicado extraer todo lo que había podido introducir en su ano, al punto que he podido observar como algunas pelotas sexuales que le he metido se le escurren por culo cuando ella sube por las escaleras a la habitación de arriba para guardar los objetos utilizado. Sin duda eso me calienta bastante y no es raro que no pueda evitar acercarme a ella para seguir experimentando sobre cuántas cosas más puedo hacer entrar en su glorioso agujero.
- Mi mujer y yo llevamos mucho tiempo sin vernos, ella tuvo un viaje de negocios muy importantes, así que he estado solo en casa por un par de semanas. Por supuesto, está situación me ha afectado mucho, afortunadamente el hecho de que mi esposa sea a la vez mi propia madre hizo que ella estuviera muy consiente de como me sentía mientras estuve solo, por eso apenas regreso, no tardó en dirigirse a mí verga para darme el cariño que necesitaba.
- Mi madre es una mujer a la que le cuesta mucho adaptarse a cosas nuevas y no siempre responde bien cuando se enfrenta a algo nuevo. Ella estaba acostumbrada a tener muy poco y mal sexo con mi padre, por eso ahora que es mi mujer no se ha acostumbrado a mí apetito sexual y se sorprende bastante con algunas cosas que puedo llegar hacer. Pero esto no me preocupa, poco a poco se va adaptando a su nueva vida y como es una zorra caliente es normal que después de asustarse un poco, no suelte mi verga hasta dejarme seco.
- Fue muy difícil confesarle a mí madre que sentía un fuerte deseo sexual por ella. Cuando pude decírselo no se lo tomó muy bien, estuvo por horas regañando me por querer algo tan morboso. Sin embargo, después de pasar casi todo el día discutiendo conmigo dijo sarcásticamente que no podía ser mi mujer, pues seguramente no tendría nada con que sorprenderla e interesaría. Fue en ese momento en el que hice un trato con ella, en el cuál acordamos que si era capaz de impresionarla ella debía convertirse en mi esposa y como tal satisfacerme sexualmente cuando quisiera. Ella acepto entre risas muy confiada y yo procedí a bajarme los pantalones frente a ella. Solo diré que llevamos 3 años de feliz matrimonio incestuoso y que esa noche a pesar de sentir miedo al principio, descubrió que era una amante del sexo anal sin lubricante.
- Mi madre es una mujer que se preocupa mucho por la familia, por eso cuando mi tía se divorcio de su marido me pidió que me quedara en su casa por un par de días para hacerle compañía y ver que este bien. Al principio no quería ir,pues tendría que entrar a un ambiente muy tenso. Afortunadamente termine llendo y no me arrepiento para nada, ya que descubrí que tengo mucho en común con mi tía y pudimos pasar momentos muy divertidos juntos. Ahora solo espero que mi madre demuestre su amor por la familia y no se moleste con su hermana por haber elegido a su hijo como nueva pareja.
- Siempre he sido una persona moderna y aficionado de las cosas nuevas, pero últimamente he aprendido que la experiencia y algunas cosas del pasado son mucho mejores. De verdad, no saben la enorme diferencia que noté entre tener sexo con mi novia joven que apenas se mueve y se queja por todo, y hacer el amor con mi tía que es experta en el arte de amar y no le hace asco ni al líquido preseminal que se chorrea por sus tetas cuando me la chupa mientras usa el vibrador anal que le regalé, además me prepara el almuerzo después de terminar. Definitivamente ella es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida y no esa chica que me exige toda clase de paseos y regalos.
- Las tradiciones son muy importantes, nos ayudan a recordar los momentos que nunca deben ser olvidados y que son fundamentales en nuestra vida. Por eso cada 6 de junio mi madre y yo festejamos nuestro aniversario de bodas con teniendo sexo de la misma manera en que lo hicimos la primera vez. Primero de doy un rico masaje con aceites aromáticos en la espalda y las piernas hasta terminar acariciando su enorme culo mientras preparo la vagina para una penetración incestuosa. Al terminar, nos abrazamos y permanecemos acostados en la cama hablando de lo maravillosa que es nuestra nueva familia y lo bonito que sería tener un hijo juntos.
5 comentarios - Talkies de incesto #9: madres y tías
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