- Desde que vivo solo con mi madre por el abandono de papá, ella se propuso ponerse en forma. La verdad es que pensaba que no lo lograría, pero ahora incluso es capaz de ponerse la ajustada ropa que usaba de jóven. Afortunadamente su forma de echarme en cara su triunfo es vestirse frente a mi para que aprenda a no subestimarla. Ahora no sé si es mayor mi enojo por saber que me equivoqué o mi excitación por ver la manera en que esas prendas de vestir delinean su figura.
- Mis padres se divorciaron cuando era muy pequeño y siempre había vivido con mi papá en el centro del país. Por cosas de la vida tuve una discusión con el y acabe mudandome con mi madre, al principio solo pensaba quedarme una o dos semanas hasta que la situación se calme, pero después de ver la ropa que a mamá le gusta usar durante el desayuno tengo claro que este es el lugar donde quiero estar, por ahora no tengo una gran relación con mamá, aún así tengo la esperanza de convertirme en el hombre de la casa.
- Después de mi último fracaso en el trabajo temporal al que me había integrado decidí ir a ver a mi mamá a la oficina para que me diera un par de consejos. Yo me esperaba algo muy complejo y complicado pero no resultó así, eso sí, pude ver un par y de los grandes.
- Cuando mi madre me pidió que la acompañe a su conferencia de trabajo realizada en la ciudad vecina me imaginé horas de aburrimiento conduciendo por carreteras vacías. Afortunadamente mi madre derramó una bebida sobre su blusa el café que compramos en nuestra primera parada y se vió forzada a desprenderse de esta hasta que lleguemos a él primer poblado pequeño para comprarle otra. Ya he tomado todas las desviaciones posibles para evitar las tiendas de ropa y estoy a punto de fingir una falla en el auto solo para poder estar en medio de la nada con la mujer que me trajo al mundo semidesnuda.
- Por mucho tiempo pensé que la cosa que más disfrutaba en la vida era estar en la fiesta que organiza mi universidad el primer día de vacaciones, pero desde que mi madre me pidió que la ayudara a supervisar los ejercicios que su entrenador personal le recomendó, me di cuenta de que no hay nada mejor que observarla moverse con vigor durante 2 horas para después abrazar su sudado y aromático cuerpo en señal de felicitación cuando culmina la rutina. Lo único que podría mejorar la situación sería que me permita darle los masajes correspondientes a su activación.
- Suelo ser una persona bastante cuidadosa y limpia, sin embargo, desde aquel día que deje caer al suelo un vaso de jugo y mi madre lo limpió enfrente de mi, no puedo evitar la tentación de derramar más cosas solo para poder ver cómo se menean sus pechos por unos minutos al ritmo de sus bruscos movimientos.
- A veces uno llega en el peor momento y se topa con todo tipo de escenas desagradables. Para mí fortuna es no es mi caso, pues el día que llegue temprano de clases y me dirigí a la habitación de mi madre, me encontré con ella en proceso de desnudarse. Nunca en mi vida había sentido el deseo de volver a estar dentro de la mujer que me parió.
- Mi madre es una mujer muy responsable pero algo descuidada, así que cuando me di cuenta que varios amos de casa requerían sus servicios como sirvienta no me lo podía creer... O al menos hasta el día que me tocó visitarla en el trabajo.
- Normalmente los días de limpieza se relacionan con grandes cantidades de polvo volando por la casa y bastante ropa sucia que meter a la lavadora. Sin embargo, en mi caso es la oportunidad perfecta para ver a mama y sus grandes atributos en brassier.
- Una vez cada seis meses organizamos en mi casa una gran fiesta con el propósito de que mi yo y y mi madre olvidemos el día que mi padre nos abandono. Al principio esto me hacía feliz porque permitía que ambos podamos divertirnos y relajarnos un buen rato, pero ahora lo que más vale la pena de esta Costumbre nuestra es poder ver limpiar la casa junto a mamá cuando ella aún tiene resaca.
- Mis padres se divorciaron cuando era muy pequeño y siempre había vivido con mi papá en el centro del país. Por cosas de la vida tuve una discusión con el y acabe mudandome con mi madre, al principio solo pensaba quedarme una o dos semanas hasta que la situación se calme, pero después de ver la ropa que a mamá le gusta usar durante el desayuno tengo claro que este es el lugar donde quiero estar, por ahora no tengo una gran relación con mamá, aún así tengo la esperanza de convertirme en el hombre de la casa.
- Después de mi último fracaso en el trabajo temporal al que me había integrado decidí ir a ver a mi mamá a la oficina para que me diera un par de consejos. Yo me esperaba algo muy complejo y complicado pero no resultó así, eso sí, pude ver un par y de los grandes.
- Cuando mi madre me pidió que la acompañe a su conferencia de trabajo realizada en la ciudad vecina me imaginé horas de aburrimiento conduciendo por carreteras vacías. Afortunadamente mi madre derramó una bebida sobre su blusa el café que compramos en nuestra primera parada y se vió forzada a desprenderse de esta hasta que lleguemos a él primer poblado pequeño para comprarle otra. Ya he tomado todas las desviaciones posibles para evitar las tiendas de ropa y estoy a punto de fingir una falla en el auto solo para poder estar en medio de la nada con la mujer que me trajo al mundo semidesnuda.
- Por mucho tiempo pensé que la cosa que más disfrutaba en la vida era estar en la fiesta que organiza mi universidad el primer día de vacaciones, pero desde que mi madre me pidió que la ayudara a supervisar los ejercicios que su entrenador personal le recomendó, me di cuenta de que no hay nada mejor que observarla moverse con vigor durante 2 horas para después abrazar su sudado y aromático cuerpo en señal de felicitación cuando culmina la rutina. Lo único que podría mejorar la situación sería que me permita darle los masajes correspondientes a su activación.
- Suelo ser una persona bastante cuidadosa y limpia, sin embargo, desde aquel día que deje caer al suelo un vaso de jugo y mi madre lo limpió enfrente de mi, no puedo evitar la tentación de derramar más cosas solo para poder ver cómo se menean sus pechos por unos minutos al ritmo de sus bruscos movimientos.
- A veces uno llega en el peor momento y se topa con todo tipo de escenas desagradables. Para mí fortuna es no es mi caso, pues el día que llegue temprano de clases y me dirigí a la habitación de mi madre, me encontré con ella en proceso de desnudarse. Nunca en mi vida había sentido el deseo de volver a estar dentro de la mujer que me parió.
- Mi madre es una mujer muy responsable pero algo descuidada, así que cuando me di cuenta que varios amos de casa requerían sus servicios como sirvienta no me lo podía creer... O al menos hasta el día que me tocó visitarla en el trabajo.
- Normalmente los días de limpieza se relacionan con grandes cantidades de polvo volando por la casa y bastante ropa sucia que meter a la lavadora. Sin embargo, en mi caso es la oportunidad perfecta para ver a mama y sus grandes atributos en brassier.
- Una vez cada seis meses organizamos en mi casa una gran fiesta con el propósito de que mi yo y y mi madre olvidemos el día que mi padre nos abandono. Al principio esto me hacía feliz porque permitía que ambos podamos divertirnos y relajarnos un buen rato, pero ahora lo que más vale la pena de esta Costumbre nuestra es poder ver limpiar la casa junto a mamá cuando ella aún tiene resaca.
3 comentarios - Cuando mami es realmente sexy... #2