Poringa tiene esta dinámica... de encontrarse, gustarse, contactarse, y luego... provocarse.
Primero el WhatsApp, charlas, fotos, audios, todo lo que ya se sabe... y siempre, ineludiblemente, una calentura incontrolable.
Los dos habíamos perdido todo control. Te dije, sabiendo que marido no estaba en casa "voy a verte ahora". Sin dudarlo -y estoy seguro de que sin pensarlo además- me dijiste que me estarías esperando.
Fue vernos y dejarnos llevar por la pasión. Darnos ese beso largamente prometido, y a los manotazos, fuimos avanzando por la casa. Las cosas iban cayendo al piso, como la ropa.
Afuera, una lluvia fría, de invierno. "Estás mojado" dijo. "Vamos a tomar una ducha caliente", también dijo. Con la calentura, olvidamos que mi pantalón debía quedarse fuera de la ducha...
Con el cuerpo templado, ya empezaron nuestros juegos prometidos. Te había prometido un primer orgasmo con mi boca, lamiéndote despacito, comiéndote la concha a mi gusto.
Te vas a retorcer de placer, vas a rogar por pija... así que no te resistas, soltame tu orgasmo en la boca.
De premio, y ante tu ruego, te voy a dar pija. Muy profundamente, para que sepas que esto recién empieza
Estoy dispuesto a disfrutarte por un rato largo, completa. Te voy a coger toda. No un poquito, no un ratito. Todo tu cuerpo. Date vuelta, cerrá las piernas...
El roce fue hermoso y completo. Solo mi carne ingresando en tu cuerpo, y mis manos sosteniendo tus nalgas. Necesitábamos sentir nuestras bocas...
Y nos ganó el entusiasmo. Tus gemidos me dijeron que tu orgasmo estaba próximo, y te lo iba a sacar con furia. Mis manos en tu cuello, dándote pija sin vacilaciones, sin tregua...
Después de tu segundo orgasmo, mi premio... una caricia irresistible. Tu paciencia y tu calentura, haciéndome derramar en tus manos, la lava caliente de mi leche.
Y tu boca terminando el gran trabajo realizado, comiéndose la última gota.
Y ahora sí, nuestros encuentros virtuales, ya dejaron de serlo. Ahora nos encontramos, y una sonrisa complice se nos cruza en la cara.
Un encuentro placentero, y sin ningún marido que se enterara de nada.
Un crimen impune
Primero el WhatsApp, charlas, fotos, audios, todo lo que ya se sabe... y siempre, ineludiblemente, una calentura incontrolable.
Los dos habíamos perdido todo control. Te dije, sabiendo que marido no estaba en casa "voy a verte ahora". Sin dudarlo -y estoy seguro de que sin pensarlo además- me dijiste que me estarías esperando.
Fue vernos y dejarnos llevar por la pasión. Darnos ese beso largamente prometido, y a los manotazos, fuimos avanzando por la casa. Las cosas iban cayendo al piso, como la ropa.
Afuera, una lluvia fría, de invierno. "Estás mojado" dijo. "Vamos a tomar una ducha caliente", también dijo. Con la calentura, olvidamos que mi pantalón debía quedarse fuera de la ducha...
Con el cuerpo templado, ya empezaron nuestros juegos prometidos. Te había prometido un primer orgasmo con mi boca, lamiéndote despacito, comiéndote la concha a mi gusto.
Te vas a retorcer de placer, vas a rogar por pija... así que no te resistas, soltame tu orgasmo en la boca.
De premio, y ante tu ruego, te voy a dar pija. Muy profundamente, para que sepas que esto recién empieza
Estoy dispuesto a disfrutarte por un rato largo, completa. Te voy a coger toda. No un poquito, no un ratito. Todo tu cuerpo. Date vuelta, cerrá las piernas...
El roce fue hermoso y completo. Solo mi carne ingresando en tu cuerpo, y mis manos sosteniendo tus nalgas. Necesitábamos sentir nuestras bocas...
Y nos ganó el entusiasmo. Tus gemidos me dijeron que tu orgasmo estaba próximo, y te lo iba a sacar con furia. Mis manos en tu cuello, dándote pija sin vacilaciones, sin tregua...
Después de tu segundo orgasmo, mi premio... una caricia irresistible. Tu paciencia y tu calentura, haciéndome derramar en tus manos, la lava caliente de mi leche.
Y tu boca terminando el gran trabajo realizado, comiéndose la última gota.
Y ahora sí, nuestros encuentros virtuales, ya dejaron de serlo. Ahora nos encontramos, y una sonrisa complice se nos cruza en la cara.
Un encuentro placentero, y sin ningún marido que se enterara de nada.
Un crimen impune
9 comentarios - Acumular ganas suele ser un peligro -relato breve, gifs-
-además de lechita, suelte algun puntito entonces!
cuanto placer me da saberlo!
-usted sabe todo lo que yo quiero que logremos juntos!-
Qué queres saber de los puntos?
Es el único modo de saber si gustó el material o no, para corregir el camino, o seguir publicando cosas que te gusten.
Gracia por sus puntos!
Gracias por los comentarios!
(ya podriamos jugar a algo ustedes y yo, no?)