Hola:
Conté en otras ocasiones cuando trabajé en un campo con un paisano bastante alto, corpulento, morocho, muy vergudo, nudista y exhibicionista.
Yo estaba viviendo el sueño de todo puto.
Mi propio jefe era el macho que yo tenía para que me garche y lo soñaba, lo deseaba, lo anhelaba. Y lo tuve.
Todo empezó durante la pandemia cuando me quedé sin trabajo y una de las opciones que eran consideradas indispensables era el campo. Porque si el campo no trabaja la ciudad no come. Eso parece una declaración política pero no lo digo en ese sentido, es una realidad.
Fui a pedir trabajo en un campo que no tenía buena fama. El dueño era considerado un hinchapelotas al que no le duraban los empleados. La verdad que el tipo es bastante exigente, pero me lo banqué con tal de tener trabajo y de que me diera por la cola varias veces por semana.
Si no saben de las historias que hablo, les recomiendo leer la primera y segunda parte de este relato. Dejaré los links al final de todo.
Podrán creer que lo que cuento es fantasía o algo poco creíble. Sin embargo, es totalmente real. El tipo existe, es pijudo, es nudista y exhibicionista, anda vestido de gaucho y es dueño del campo donde trabajé. Es bastante machista, pero a pesar de eso, no tiene problema en cogerse a los gays.
Una de las veces que el patrón me convocó para trabajar, literalmente hizo 38°. Era pleno verano y la verdad, que no tenía ganas de ir, pero fui igual obligado por la situación económica y porque mi jefe era bastante hinchapelotas.
Ni bien llegué, llamé golpeando las manos desde afuera de la tranquera. No quería entrar porque el tipo tiene perros bravos. Si él no los llamaba, me podrían comer vivo. Así que estaba golpeando las manos afuera de la tranquera y se asomó mi jefe por el costado de la casa. Estaba literalmente en pelotas, totalmente desnudo con una tasa de café en la mano. Me hizo seña con la mano y pegó un grito: "¡Pasá!"
¡Ay, qué calentura me agarró con solo ver esa situación! Eran las 07:00hs de la mañana y el tipo andaba en bolas por adentro de la casa y por el pequeño jardín cerrado por unas ligustrinas. ¡Cómo me calentaba que el tipo fuera tan nudista! ¡Ya entré excitado a trabajar!
Desde la entrada de la tranquera hasta la casa hay casi 100 metros. Mientras caminé ese trayecto, el tipo se metió para la casa y me recibió vestido con una bata de baño, una bata de toalla.
YO: Buen día, jefe.
JEFE: Buen día... para cogerlo...
Me sorprendí por esa frase. Me sorprendí, pero no voy a negar que me gustaba.
YO: ¿Cómo anda? ¿Todo bien?
JEFE: Nah, nada bien. Mi mujer se fue. Esta vez parece que es definitivo
YO: A veces pasa que las mujeres se van, pero vuelven con el tiempo. No hay que perder la esperanza.
JEFE: No sé, ojalá que sí, pero no creo... Vení, pasá, ¿querés un café?
Me hizo pasar a la casa, me sirvió una taza de café y se sentó en el sillón de la sala.
La realidad es que el tipo no se llevaba bien con su mujer, ella quería tener hijos y él no. Discutían por plata, por el trabajo, por todo.
El tema es que mi jefe quedaba todo para mí. Con esta nueva situación podría disfrutar de él sin miedo a que su esposa viniera en cualquier momento. ¡Todo el campo para él y yo solos! Yo me imaginaba: puta, estanciera y millonaria ¡Sí!
Hasta ese momento yo no conocía la casa por dentro. Todo se veía lujoso, antiguo, pero un poco gastado. Se notaba la mano de una mujer aunque ya necesitaba una redecoración.
El patrón sentado en el sillón se frotaba la pierna con una mano mientras tomaba el café con la otra mano. Se masajeaba el bulto, mientras me contaba que su mujer se enojó y se fue hacía dos días.
JEFE: Vení, acercate. Estuve pensando en vos. Desde que esta boluda se fue no duermo bien.
Necesito distraerme un poco, relajarme. Vos por lo menos me escuchás y nunca me decís que no, seguro esto me va a sacar un poco la mala onda
El tipo se abrió la bata de baño y dejó al descubierto su gran pene que ya estaba casi erecto del todo, con sus grandes huevos peludos, redondos y pesados. Por supuesto, que no lo dudé un instante y me acomodé al costado del sillón para empezar a chupárselo.
Mientras le sacaba lustre a la cabeza de la pija de mi jefe con mi lengua y con mis labios, pensaba ¡Qué puta que soy!
Sí, soy muy puta, pero lo disfruto
Traté de esmerarme en mi labor, chupando en los lugares que sabía que le gustaban. El tipo jadeaba y agarraba fuerte el posabrazos del sillón. Me apretó fuerte la cabeza contra su pene para que me lo trague bien. Parecía que me quería coger por la boca. Yo lagrimeaba y tosía pero nunca me resistí ¡Jamás! Lo disfrutaría hasta el final
JEFE: Ahora pejealo, fuerte ¡Así!
Ahora chupá, chupá... ¡AHhhhh!
Me enterró la cabeza hasta la garganta y me llenó de una explosión de leche
Se sentó relajado un rato con las piernas abiertas y la bata abierta hasta que se le fue bajando la pija. Después se puso de pie y medio en bolas me dio las indicaciones del trabajo del día
JEFE: Bueno, pibe. Quedate solo acá que yo tengo que viajar. Tengo que ir a buscar alimento para los animales y después del mediodía vuelvo. Cuando vuelva te traigo un sánguche o unas empanadas para que comas porque no me voy a poner a cocinar.
Yo estaba feliz de la vida. Excitado, viviendo un sueño. Puta, sumisa y cogida por un maduro estanciero separado ¿Qué más podía pedir en la vida?
Era la primera vez que me quedaba solo en el campo y tenía que esforzarme para no defraudarlo
Ese día estuve trabajando muerto de calor. Dando de comer a los animales, llevando baldes de agua a los bebederos porque se quemó la bomba eléctrica.
Después del mediodía llegó mi jefe y me trajo algo de comer. Aliviado, aproveché el momento para sentarme y comer las ricas empanadas que me trajo. Y al rato ya llegó la hora de irme. El tema es que no había agua en el baño donde siempre me bañaba porque no andaba la bomba eléctrica. Así que le pregunto al jefe qué hacer. Y me dice: "Bañate ahí", señalándome la pileta.
La pileta es una pileta de lona que está en el medio del patio. Una gigantesca pileta de lona que compró para su mujer porque no tenían pileta de material. Así que compró esa pileta y resulta que la mina se fue. La pileta quedó ahí con el agua sucia.
Le digo:
YO: Pero esa pileta está sucia
JEFE: Entonces bañate con la bomba de mano
La bomba de mano es con la que estuve sacando agua durante todo el día para darle a los animales y regar las plantas. Y esa bomba también está en medio del patio.
YO: ¿Y si me ven los vecinos?
JEFE: ¿Esos chorros? No te ven desde allá. Ese campo está a 200 metros.
Una vez me cagué a tiros con ellos ¿Sabías?
YO: No. La verdad que no sabía
JEFE: Los cagué a tiros porque quisieron usurpar parte de mi campo. Salimos en las noticias ¿No lo viste, en serio?
YO: No, jefe. No leo mucho las noticias.
JEFE: Buscalo, vas a ver que está en las noticias de hace dos años.
Bueno, ¿te vas a bañar o te vas así en el colectivo?
YO: Me voy a bañar, sí. Así transpirado no me voy a ir
Entonces, me encaminé hacia la bomba de mano que estaba en medio del patio y me empecé a sacar la ropa. Constantemente miraba para el campo de al lado para ver que no anduviera nadie afuera. Me enjaboné todo el cuerpo, me mojé la cabeza, me puse shampoo. Fue toda una situación nueva para mí. Estar desnudo a la luz del día, en el patio de una casa, bañándome, era toda una sensación nueva, de nervios, pero también es lo que sueña cualquier nudista.
En ese momento se empieza a acercar el patrón. Me mira de arriba a abajo y me pasa la mano por la espalda. Va bajando, se enjabona la mano y me la pasa por la cola "¿Cómo está esa cola, eh?" Dijo, mientras acariciaba mis nalgas con jabón y empezó a meterme un dedo en mi agujerito.
JEFE: ¿Cómo está esa cola, tiene ganas de jugar?
Yo estaba destruido del calor, pero las ganas de coger nunca se me van
YO: ¿Y si cae alguien, algún cliente? ¿Y si nos ven los vecinos?
JEFE: No nos va a ver nadie. Yo ya lo hice en el patio varias veces con mi mujer. No pasa nada, quedate tranquilo
Se sacó el pantalón tipo bombacha de gaucho que tenía. Y se sacó la camisa de mangas cortas también. Empezó a abrazarme desde atrás y a besarme en el cuello. Sentí su aliento y se intuía un aroma a algo de alcohol, seguramente vino. Me besaba en el cuello desde atrás mientras me metía un dedo en el culo abierto, y llevó mi mano a su miembro. Lo pajeé con jabón y él gemía en mi cuello, estaba excitado y un poco borracho. Su verga se puso dura y empezó a metérmela. Su gran verga se abría paso en mi agujerito lubricado con jabón.
Yo estaba súper nervioso, desnudo, enjabonado en medio del patio a plena luz del día. Mi jefe me estaba cogiendo y aun con todo eso, estaba súper excitado y mi pija estaba dura como una piedra.
Tuve que masturbarme y acabé en un par de minutos. Mi patrón me tenía agarrado de las caderas y en unos cuantos empujones me llenó la cola de leche. Fue genial, excitante, arriesgado, y lo disfruté cada momento.
Primera parte de este relato:
http://www.poringa.net/posts/gay/4368514/Mi-jefe-me-coge-en-el-trabajo.html
Segunda parte:
http://www.poringa.net/posts/gay/4368813/Mi-jefe-me-coge-en-el-trabajo-segunda-parte.html
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Conté en otras ocasiones cuando trabajé en un campo con un paisano bastante alto, corpulento, morocho, muy vergudo, nudista y exhibicionista.
Yo estaba viviendo el sueño de todo puto.
Mi propio jefe era el macho que yo tenía para que me garche y lo soñaba, lo deseaba, lo anhelaba. Y lo tuve.
Todo empezó durante la pandemia cuando me quedé sin trabajo y una de las opciones que eran consideradas indispensables era el campo. Porque si el campo no trabaja la ciudad no come. Eso parece una declaración política pero no lo digo en ese sentido, es una realidad.
Fui a pedir trabajo en un campo que no tenía buena fama. El dueño era considerado un hinchapelotas al que no le duraban los empleados. La verdad que el tipo es bastante exigente, pero me lo banqué con tal de tener trabajo y de que me diera por la cola varias veces por semana.
Si no saben de las historias que hablo, les recomiendo leer la primera y segunda parte de este relato. Dejaré los links al final de todo.
Podrán creer que lo que cuento es fantasía o algo poco creíble. Sin embargo, es totalmente real. El tipo existe, es pijudo, es nudista y exhibicionista, anda vestido de gaucho y es dueño del campo donde trabajé. Es bastante machista, pero a pesar de eso, no tiene problema en cogerse a los gays.
Una de las veces que el patrón me convocó para trabajar, literalmente hizo 38°. Era pleno verano y la verdad, que no tenía ganas de ir, pero fui igual obligado por la situación económica y porque mi jefe era bastante hinchapelotas.
Ni bien llegué, llamé golpeando las manos desde afuera de la tranquera. No quería entrar porque el tipo tiene perros bravos. Si él no los llamaba, me podrían comer vivo. Así que estaba golpeando las manos afuera de la tranquera y se asomó mi jefe por el costado de la casa. Estaba literalmente en pelotas, totalmente desnudo con una tasa de café en la mano. Me hizo seña con la mano y pegó un grito: "¡Pasá!"
¡Ay, qué calentura me agarró con solo ver esa situación! Eran las 07:00hs de la mañana y el tipo andaba en bolas por adentro de la casa y por el pequeño jardín cerrado por unas ligustrinas. ¡Cómo me calentaba que el tipo fuera tan nudista! ¡Ya entré excitado a trabajar!
Desde la entrada de la tranquera hasta la casa hay casi 100 metros. Mientras caminé ese trayecto, el tipo se metió para la casa y me recibió vestido con una bata de baño, una bata de toalla.
YO: Buen día, jefe.
JEFE: Buen día... para cogerlo...
Me sorprendí por esa frase. Me sorprendí, pero no voy a negar que me gustaba.
YO: ¿Cómo anda? ¿Todo bien?
JEFE: Nah, nada bien. Mi mujer se fue. Esta vez parece que es definitivo
YO: A veces pasa que las mujeres se van, pero vuelven con el tiempo. No hay que perder la esperanza.
JEFE: No sé, ojalá que sí, pero no creo... Vení, pasá, ¿querés un café?
Me hizo pasar a la casa, me sirvió una taza de café y se sentó en el sillón de la sala.
La realidad es que el tipo no se llevaba bien con su mujer, ella quería tener hijos y él no. Discutían por plata, por el trabajo, por todo.
El tema es que mi jefe quedaba todo para mí. Con esta nueva situación podría disfrutar de él sin miedo a que su esposa viniera en cualquier momento. ¡Todo el campo para él y yo solos! Yo me imaginaba: puta, estanciera y millonaria ¡Sí!
Hasta ese momento yo no conocía la casa por dentro. Todo se veía lujoso, antiguo, pero un poco gastado. Se notaba la mano de una mujer aunque ya necesitaba una redecoración.
El patrón sentado en el sillón se frotaba la pierna con una mano mientras tomaba el café con la otra mano. Se masajeaba el bulto, mientras me contaba que su mujer se enojó y se fue hacía dos días.
JEFE: Vení, acercate. Estuve pensando en vos. Desde que esta boluda se fue no duermo bien.
Necesito distraerme un poco, relajarme. Vos por lo menos me escuchás y nunca me decís que no, seguro esto me va a sacar un poco la mala onda
El tipo se abrió la bata de baño y dejó al descubierto su gran pene que ya estaba casi erecto del todo, con sus grandes huevos peludos, redondos y pesados. Por supuesto, que no lo dudé un instante y me acomodé al costado del sillón para empezar a chupárselo.
Mientras le sacaba lustre a la cabeza de la pija de mi jefe con mi lengua y con mis labios, pensaba ¡Qué puta que soy!
Sí, soy muy puta, pero lo disfruto
Traté de esmerarme en mi labor, chupando en los lugares que sabía que le gustaban. El tipo jadeaba y agarraba fuerte el posabrazos del sillón. Me apretó fuerte la cabeza contra su pene para que me lo trague bien. Parecía que me quería coger por la boca. Yo lagrimeaba y tosía pero nunca me resistí ¡Jamás! Lo disfrutaría hasta el final
JEFE: Ahora pejealo, fuerte ¡Así!
Ahora chupá, chupá... ¡AHhhhh!
Me enterró la cabeza hasta la garganta y me llenó de una explosión de leche
Se sentó relajado un rato con las piernas abiertas y la bata abierta hasta que se le fue bajando la pija. Después se puso de pie y medio en bolas me dio las indicaciones del trabajo del día
JEFE: Bueno, pibe. Quedate solo acá que yo tengo que viajar. Tengo que ir a buscar alimento para los animales y después del mediodía vuelvo. Cuando vuelva te traigo un sánguche o unas empanadas para que comas porque no me voy a poner a cocinar.
Yo estaba feliz de la vida. Excitado, viviendo un sueño. Puta, sumisa y cogida por un maduro estanciero separado ¿Qué más podía pedir en la vida?
Era la primera vez que me quedaba solo en el campo y tenía que esforzarme para no defraudarlo
Ese día estuve trabajando muerto de calor. Dando de comer a los animales, llevando baldes de agua a los bebederos porque se quemó la bomba eléctrica.
Después del mediodía llegó mi jefe y me trajo algo de comer. Aliviado, aproveché el momento para sentarme y comer las ricas empanadas que me trajo. Y al rato ya llegó la hora de irme. El tema es que no había agua en el baño donde siempre me bañaba porque no andaba la bomba eléctrica. Así que le pregunto al jefe qué hacer. Y me dice: "Bañate ahí", señalándome la pileta.
La pileta es una pileta de lona que está en el medio del patio. Una gigantesca pileta de lona que compró para su mujer porque no tenían pileta de material. Así que compró esa pileta y resulta que la mina se fue. La pileta quedó ahí con el agua sucia.
Le digo:
YO: Pero esa pileta está sucia
JEFE: Entonces bañate con la bomba de mano
La bomba de mano es con la que estuve sacando agua durante todo el día para darle a los animales y regar las plantas. Y esa bomba también está en medio del patio.
YO: ¿Y si me ven los vecinos?
JEFE: ¿Esos chorros? No te ven desde allá. Ese campo está a 200 metros.
Una vez me cagué a tiros con ellos ¿Sabías?
YO: No. La verdad que no sabía
JEFE: Los cagué a tiros porque quisieron usurpar parte de mi campo. Salimos en las noticias ¿No lo viste, en serio?
YO: No, jefe. No leo mucho las noticias.
JEFE: Buscalo, vas a ver que está en las noticias de hace dos años.
Bueno, ¿te vas a bañar o te vas así en el colectivo?
YO: Me voy a bañar, sí. Así transpirado no me voy a ir
Entonces, me encaminé hacia la bomba de mano que estaba en medio del patio y me empecé a sacar la ropa. Constantemente miraba para el campo de al lado para ver que no anduviera nadie afuera. Me enjaboné todo el cuerpo, me mojé la cabeza, me puse shampoo. Fue toda una situación nueva para mí. Estar desnudo a la luz del día, en el patio de una casa, bañándome, era toda una sensación nueva, de nervios, pero también es lo que sueña cualquier nudista.
En ese momento se empieza a acercar el patrón. Me mira de arriba a abajo y me pasa la mano por la espalda. Va bajando, se enjabona la mano y me la pasa por la cola "¿Cómo está esa cola, eh?" Dijo, mientras acariciaba mis nalgas con jabón y empezó a meterme un dedo en mi agujerito.
JEFE: ¿Cómo está esa cola, tiene ganas de jugar?
Yo estaba destruido del calor, pero las ganas de coger nunca se me van
YO: ¿Y si cae alguien, algún cliente? ¿Y si nos ven los vecinos?
JEFE: No nos va a ver nadie. Yo ya lo hice en el patio varias veces con mi mujer. No pasa nada, quedate tranquilo
Se sacó el pantalón tipo bombacha de gaucho que tenía. Y se sacó la camisa de mangas cortas también. Empezó a abrazarme desde atrás y a besarme en el cuello. Sentí su aliento y se intuía un aroma a algo de alcohol, seguramente vino. Me besaba en el cuello desde atrás mientras me metía un dedo en el culo abierto, y llevó mi mano a su miembro. Lo pajeé con jabón y él gemía en mi cuello, estaba excitado y un poco borracho. Su verga se puso dura y empezó a metérmela. Su gran verga se abría paso en mi agujerito lubricado con jabón.
Yo estaba súper nervioso, desnudo, enjabonado en medio del patio a plena luz del día. Mi jefe me estaba cogiendo y aun con todo eso, estaba súper excitado y mi pija estaba dura como una piedra.
Tuve que masturbarme y acabé en un par de minutos. Mi patrón me tenía agarrado de las caderas y en unos cuantos empujones me llenó la cola de leche. Fue genial, excitante, arriesgado, y lo disfruté cada momento.
Primera parte de este relato:
http://www.poringa.net/posts/gay/4368514/Mi-jefe-me-coge-en-el-trabajo.html
Segunda parte:
http://www.poringa.net/posts/gay/4368813/Mi-jefe-me-coge-en-el-trabajo-segunda-parte.html
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