El regalo de papá por mis notas. relato

Todo comenzó una noche algo interrumpía mi sueño, desde la habitación de mis padres los podía escuchar, sufría mi madre jaja no decía mientras sonreía, tan grande la tendrá papá para hacer gemir así a mamá. Comencé a tocarme pensando en papá (como será su verga, 18, 20cm, gruesa) que envidia mamá probando tan dichosa pija. Ya en la semana lo único que pensaba era esa noche de sexo que hacía descubrir cosas en mi mente. Pero esta vez se iba a dar una oportunidad y esperaba aprovecharla. Mi tía estaba mal de salud y mi madre tenía que ir a cuidarla, eso nos iba a dejar solos a mi y a papá, una mañana papi desayunaba tenía que llamar su atención, me puse un short muy ajustado, soy un chico lampiño con una cola de nena, me pasearia delante de él, para que viera que tiene otra opción ya que mamá no estaba en casa. Yo ya me imaginaba a papá poniéndome contra la mesada de la cocina bajandome el short y cojiendome a la fuerza pero no, sólo se levantó y me dijo suerte en tus clases hoy y se fue a trabajar. Intentaba cada día pero no había resultado y el tiempo se me terminaba, pero una mañana papá tenía que ir a mi curso y ver mis calificaciones. Tengo que ir a ver tus notas al colegio y si son muy buenas tengo una sorpresa para vos esta noche, me dijo y se fue. No podía creer que su regalo iba a ser su vergota. Me llamo a su habitación, se bajo su pantalon y pude notarla enorme bajo su boxer,tus notas son muy buenas, sos el orgullo de papá me dijo y me comió la boca de un beso, llevo mis manos hacía su verga, se la manoseaba mientras notaba como se ponia dura, me hizo ponerme de rodillas, baje su boxer y la vi tan grande y hermosa. La empecé a mamar y en un momento papá sujeto mi pelo y me dijo "Bien adentro te quiero bien sumisa" apenas entraba en mi pequeña boca, mis ojos se ponían llorosos, mi respiracion se cortaba, me la sacaba para respirar y babeaba, "sos un hijo muy obediente ponete en cuatro y mostrame ese culo que tanto me hiciste desear", me dijo. Me puse boca abajo en pose para él, sentir sus grandes manos abrir mis nalgas y sentir como su lengua entraba dentro "primero te lo voy a abrir bien porque cuando te la meta te voy a partir ese culito" y no decía mentiras apenas la metía mordia la almohada callando mis gritos "nooo, estamos solos en casa así que quiero escucharte" papá tomo de mi pelo y me levanto poniéndome bien en cuatro, gritaba mientras papá intentaba penetrar mi ano virgen, "aaaahhhhh papi la tenes muy grande" así fue hasta que sentí como los 20cm de papi se deslizaban dentro mio. Ahora estaba gimiendo como una puta, papá me embestia con mucha más fuerza mientras me castigaba la cola a nalgadas "sos una nena muy mala como vas a obligar a papá que te de una buena cojida" . Cambiamos y está vez fui yo encima. Subí encima de papi, y me la metió toda, sus manos separaban mis nalgas para que entre todita, ahora entendía por que mamá gemia todas las noches, yo sentía como me desgarraba por dentro, me levanté y está vez yo comencé a cabalgar esa verga "sos igual de puta que tu mamá " no le dije, yo soy más. Papi se puso más caliente y me giro y me puso las piernas sobre sus hombros "preparate para sentir el néctar de papi dentro tuyo" me dijo y comenzó a clavarme esa verga sin piedad, mis gemidos se escuchaban por toda la casa hasta que al fin papá gritaba de excitación y comencé a sentir la leche de papá calentita dentro mio, bajo mis piernas, sólo se acostó arriba mío y me empezó a besar, estábamos empapados de sudor, era increíble la cantidad de leche que salía de mi cola, ahora entendí todo lo que aguantó papá hasta este día. Después tratamos de seguir como si nunca hubiera pasado nada sólo por el detalle de que los sábados sería distintos. Lo que para mamá era una salida de padre e hijo para nosotros era una visita al telo a calmar la calentura de papá.
Bueno espero les haya gustado, este es mi segundo relato ficticio déjenme saberlo y que tengan buen día y gracias por leer.