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En la casa de un amigo

Que tal mis poringueros! El fin de semana fue de locos! Les cuento: me vi con un amigo que hacía miles no nos veiamos, el esta casado, es gay. Iba a hacer un almuerzo en su casa, por zona oeste y me invitó para ir. Fui, no era lejos, era una casa quinta; allá me tope no solo que era el único amigo de el, sino que era más bien un almuerzo familiar, la mamá, los hermanos y estaba el sobrino, que parecía adolescente.
Mi amigo, me lo presento: tenía 18, pero parecía de menos, terrible cara de nene. El me había dicho que su sobrino al igual que el estaba muy bien dotado y que además era gay. Cuestión que el hecho que me dijera que era dotado me la hizo parar mal, pero sentía a su vez que había un tanto una diferencia de edad entre el y yo.
Comimos algo, mirada va, mirada viene, me sentía observado, el también, nos intercambiabamos y mí amigo rompió el hielo, me dijo si quería tomar algo fuerte, le dije que si, sin importar el día.
Fuimos a la cocina, y mientras me hacía un trago, el turro me mostró la pija, yo le decía que el marido estaba ahí, el me dijo: no te la voy a dar, es un adelanto. En una aparece el sobrino y nos propone medirnos la pija, ¿Cuántos años tenía para proponer eso? No me anime, pero el pelo la suya, sin más, yo apenas baje la mía, no sé compraba con sus tremendas pijas.
Ahi el pendejo me sonreía de manera golosa y yo estaba tentado en agarrarla.
-tengo tu trago. -me dice mí amigo.
Lo tome en fondo blanco y ahí me pegó al toque, me sentí el más deshinbido, solté mis sentimientos y con el pendejo nos devoramos con la mirada, que mí amigo se abrumó y nos dejó solos. El se bajó todo, estaba depilado y la tenía re parada, ahí se la agarre y lo empecé a pajear despacio, mientras gozaba y no aguante más y empecé a jugar con la lengua, pasándosela alrededor de su pija de casi 21 CM, tenía la boca fría por el hielo del trago y fue un placer doble, el pendejo me dijo al oído: quiero tu cola.
Me desabrochó el jean y sentí un hormigueo y despacito me penetró, mientras que entraba solté un gemido y me tapo la boca. Se empezó a mover más fuerte y terminamos desnudos.
Me llevo a una pieza y me puso de costado contra la cama, el parado y no dejaba de nombrarme, mientras me agarraba. Se me apagó el televisor, yo que pensaba que era un pendejo pajero, me estaba dando vuelta como una media.
En una la saco y senti alivio, pero mí cola latía, quería su pija dentro mío y me atrevi a decirle: el pendejito se canso?
-Nunca me canso, putita. -al decirme eso, me excite mucho más, pero a su vez trague saliva del miedo y me dio como nunca mientras me agarraba de la cama como podía, él me movía para todos lados, mientras que traspirabamos, no quería que se fuera. Acabo un par de veces y aunque descansaba minutos al toque se mantenía en ritmo.
Salimos a la hora, estábamos sonrientes, nos miramos y mordiamos el labio.
Al final, me saludo con un besazo en la boca bien húmedo que me dejó con ganas de más...

2 comentarios - En la casa de un amigo

juliam +1
bien! que se te repita!