A la mañanasiguiente nos levantamos de la cama, me dolía el cuerpo y en las sabanas había marquitasde sangre que habían salido de mi cola durante la noche, literalmente me dolíatodo el cuerpo por lo que él, que se había levantado antes para traerme eldesayuno a la cama, me dio un calmante para el cuerpo y me dijo que eso iba ahacer que mi dolor se calmara porque tenía que llevarme de nuevo a casa, medijo que si quería podía volver a la tarde pero que ya tenía que venirme soloporque él trabajaba, también dijo que gustaba de mí, que le parecía hermoso yque el sexo conmigo había sido genial. Yo ya me sentía enamorado, adoloridopero enamorado y la verdad es que entendí en ese momento un montón decuestiones de mi vida, entendí que me gustaban los hombres, pero entendí tambiénque me gustaba ser dominado en todo sentido y complacer. El me gustaba muchísimoy más desde aquella noche en que me hizo su mujer, desde ese momento era suyo ysi a veces me nombro a mí mismo como mujer es porque a él le gustaba de esemodo y a mí me excitaba.
Cuando lleguéa casa mis padres me preguntaron cómo me había ido y les dije que bien, aguantándomeel dolor, les dije que íbamos a pasar más tiempo con mi amigo y que me iba aquedar más días en su casa porque veníamos bien con el trabajo, asumo que mimama para ese momento ya se había dado cuenta de todo, pero no me dijo nada. Enese momento cambie mi forma de vestirme, mi objetivo era gustarle cada vez unpoco más, poco a poco deje de usar la ropa que frecuentaba y pase a usarremeras y buzos holgados, remeras largas, sin hombros o incluso puperas con pantalonesholgados también o calzas, muchas calzas, él me había dicho que le gustaban lascola-less y las tangas y hasta eso comencé a usar, poco a poco. Era una mujercada día un poco más, del mismo modo en que me sentía cada vez que me tocaba.
Ese día queríadarle una sorpresa así que espere cerca de su casa hasta verlo llegar, me vio,lo fui a abrazar, nos besamos y tomo un bolso que yo traía antes de subir juntosa su departamento, cuando llegamos note que él estaba cansado entonces lo llevehacia el sillón, lo desnude cariñosamente y le hice unos masajitos en todo elcuerpo, un gesto de su parte me hizo saber que quería que le chupara la pija yeso hice, casi sin palabras de por medio ya sabía más o menos como le gustaba,de arriba abajo, sus fluidos en mi garganta, su sabor amargo en toda mi boca ymi lengua masajeando su pija entera antes de incluso comerme sus testículos tambiénpor completo, algo que a veces que dejaba sin aire y adolorido de la boca.
Cuando noteque él ya estaba muy excitado y yo también estaba descontrolándome lo bese y ledije que me esperara, que iba al baño y volvía. Minutos más tarde regresévestida de conejita, con mis orejitas, mi látex y un plug cola de conejo que conseguíen un sex shop, mi cuerpo no dejaba de dolerme, pero no me importaba, menos meimporto cuando sus labios en mi cuello nublaron mi visión mientras me desnudadel disfraz que tanto me había costado conseguir, lo único que dejo eran lasorejitas de conejo y el plug que fue lo último que quito de mí solo para cogermeel mismo en toda la casa.
Esa vez cogimos incluso en la bañadera y acabovarias veces en mí, no permití que de ahí en más su semen fuera desperdiciado asíque, aunque me costó acostumbrarme a su néctar siempre acabo, desde esemomento, o en mi cola por dentro o en mi boca.
Cuando lleguéa casa mis padres me preguntaron cómo me había ido y les dije que bien, aguantándomeel dolor, les dije que íbamos a pasar más tiempo con mi amigo y que me iba aquedar más días en su casa porque veníamos bien con el trabajo, asumo que mimama para ese momento ya se había dado cuenta de todo, pero no me dijo nada. Enese momento cambie mi forma de vestirme, mi objetivo era gustarle cada vez unpoco más, poco a poco deje de usar la ropa que frecuentaba y pase a usarremeras y buzos holgados, remeras largas, sin hombros o incluso puperas con pantalonesholgados también o calzas, muchas calzas, él me había dicho que le gustaban lascola-less y las tangas y hasta eso comencé a usar, poco a poco. Era una mujercada día un poco más, del mismo modo en que me sentía cada vez que me tocaba.
Ese día queríadarle una sorpresa así que espere cerca de su casa hasta verlo llegar, me vio,lo fui a abrazar, nos besamos y tomo un bolso que yo traía antes de subir juntosa su departamento, cuando llegamos note que él estaba cansado entonces lo llevehacia el sillón, lo desnude cariñosamente y le hice unos masajitos en todo elcuerpo, un gesto de su parte me hizo saber que quería que le chupara la pija yeso hice, casi sin palabras de por medio ya sabía más o menos como le gustaba,de arriba abajo, sus fluidos en mi garganta, su sabor amargo en toda mi boca ymi lengua masajeando su pija entera antes de incluso comerme sus testículos tambiénpor completo, algo que a veces que dejaba sin aire y adolorido de la boca.
Cuando noteque él ya estaba muy excitado y yo también estaba descontrolándome lo bese y ledije que me esperara, que iba al baño y volvía. Minutos más tarde regresévestida de conejita, con mis orejitas, mi látex y un plug cola de conejo que conseguíen un sex shop, mi cuerpo no dejaba de dolerme, pero no me importaba, menos meimporto cuando sus labios en mi cuello nublaron mi visión mientras me desnudadel disfraz que tanto me había costado conseguir, lo único que dejo eran lasorejitas de conejo y el plug que fue lo último que quito de mí solo para cogermeel mismo en toda la casa.
Esa vez cogimos incluso en la bañadera y acabovarias veces en mí, no permití que de ahí en más su semen fuera desperdiciado asíque, aunque me costó acostumbrarme a su néctar siempre acabo, desde esemomento, o en mi cola por dentro o en mi boca.
0 comentarios - Su conejita bebe