Hola:
Desgraciadamente caí en una mala situación durante la pandemia, me quedé sin trabajo y salí a buscar cualquier opción. Los que más o menos me conocen saben que vivo en una zona semi rural. Por eso anduve buscando por toda la ciudad y al no conseguir nada me decidí a pasar por algunos lugares en el campo para probar suerte. Un hombre me mandó a un campo cercano, dijo que ahí siempre necesitan gente para trabajar porque el dueño es medio loco y no le dura la gente.
Al no tener mayor opción o mejores opciones fui hasta ese lugar. Llamé en el portón de entrada y después de unos minutos salió un tipo grande, corpulento, de unos 50 y pico de años, algo calvo, morocho, terminando de cerrarse una bermuda de gabardina gastada, no traía camisa, con unas alpargatas a modo de chancletas vino caminando desde la casa hasta mí.
El campo es bastante grande y desde la casa a la entrada habrán unos casi 100 metros. El tipo llegó hasta unos 5 metros de mi y se detuvo. Desde ahí me preguntó qué necesitaba
YO: -¿Cómo le va? Disculpe que lo moleste, ando buscando trabajo y me dijeron que usted tal vez necesitaba.
El tipo se acercó un poco más y me dijo
JEFE: -Siempre hace falta gente, acá hay mucho trabajo para hacer, pero la gente no quiere trabajar.
YO: -En mi caso siempre trabajé y no tengo problema en hacer cualquier tarea.
JEFE: -Bueno, esperá que me acomode y te llamo. Dejame tu teléfono y te aviso.
No estuve seguro de que en algún momento me iba a llamar, aún así le di mi número.
Mientras él me hablaba lo miré un par de veces, por lo que se veía no llevaba ropa interior, su bulto se marcaba como los que no tienen calzoncillos. El pene sobresale sin que nada lo detenga, y cuando caminan la verga y bolas se bambolean de acá para allá. Es decir que el tipo estaba en bolas cuando llamé a su puerta, seguramente durmiendo la siesta por la hora en que yo llegué. Y cuando vino no llevaba puesto más que su bermuda gastada. Desde luego toda esa situación me calentaba.
Pensé que sería una gran oportunidad trabajar ahí, si el tipo era de andar semi desnudo me calentaría a cada rato mirarlo o tenerlo cerca ya de por sí me daba morbo. Tal vez alguna oportunidad se diera si es que era de esos hombres que no tienen drama en cogerse a un gay.
Al cabo de unos días el tipo me mensajeó por Whatsapp, y me dijo si podría ir al día siguiente para hacer algunos trabajos. Desde luego le dije que sí.
Al otro día me presenté a trabajar y el tipo me puso a cortar el pasto. Definitivamente hacía mucho calor, eran como las 08:00 de la mañana y ya se sentía el calor. El tipo de nuevo andaba con una bermuda gastada, distinta a la anterior pero en el mismo estilo cargo con bolsillos y su gran bulto sobresalía nuevamente, signo de que no usar calzoncillo es una costumbre en él.
Yo tampoco uso ropa interior como conté varias veces en mis relatos, desde hace años practico el nudismo en mi casa. Me gusta andar en bolas y dormir en pelotas también. Por eso cuando uno se acostumbra a andar desnudo, cualquier ropa te molesta después, especialmente tener apretadas las bolas y la pija resulta muy molesto.
El tipo me miraba desde lejos como yo cortaba el pasto. No me dejaba trabajar tranquilo, siempre estaba observándome o dándome indicaciones. Bastante hincha pelotas pensé yo. Pero ya estaba advertido por la gente del lugar que iba a ser así. Sin embargo decidí aguantar porque no tenía otra opción.
Toda esa mañana estuve cortando el pasto y al medio día me llamó para comer. Me dieron un plato de comida con un vaso de jugo de pomelo exprimido. Ese campo está todo rodeado de arboleda y muchas plantas frutales. Varios de esos frutales son de cítricos, y de la planta de pomelo sacaron algunos para exprimir. La mujer del tipo apareció, saludó y me dejó la comida. Estaba buena la comida, no espectacular pero pasable.
El tipo vino con su bermuda y sin camisa otra vez. Espantó unos patos que había por ahí, pero no se iban. Se agachó para levantar una piedra para espantarlos, y cuando se agachó se le rajó la bermuda en la parte del culo. ¡Jajajaja! Me reí por dentro porque con la locura del tipo no quería reírme en frente de él, no sabía cómo iba a reaccionar. Así que contuve la risa mientras le miraba el culo blanco y peludo. ¡Hijo de puta!, pensaba para mis adentros ¡Jajaja, fue muy divertido y a la vez caliente!
El tipo le tiró la piedra al pato, lo puteó y después se metió para la casa.
Cabe aclarar que la comida me la traían a un juego de mesa y sillas de jardín en el jardín de la casa, por eso los patos andaban caminando por ahí.
Para mi sorpresa el tipo apareció al rato con la misma bermuda. Pensé que le iba a dar pudor y se iba a cambiar, ¡pero No!
Me pidió que vaya a ayudarlo a hacer otros trabajos. Lo acompañé y anduvimos por el parque acomodando cosas pesadas. Un bebedero para los animales, un carro con bolsas de alimento, etc. Cosas que hay en el campo.
Y al tipo no se le notaba la rajadura en el pantalón, solamente cuando se agachaba para mi lado se le podía ver los cachetes del culo. Eso no pasó más que una o dos veces porque el tipo siempre estaba de pie o mirando para mi lado.
Esa noche me masturbé pensando en su desnudez constante ya que sólo llevaba una bermuda puesta casi todo el día y sin ropa interior. Me pajeé recordando su culo peludo y blanco, me calentaba el tipo grandote y maduro, bastante tosco y corpulento. Me hubiera gustado manosear sus nalgas y verificar su agujero anal. Si se veía apetecible, hubiera sumergido mi cara en su raja y hubiera lambeteado con mi lengua su lindo agujero. Toda esa situación me imaginaba y me masturbé bien fuerte deseándolo.
Al otro día fui de nuevo al campo. El tipo me recibió vestido de gaucho pero con otro pantalón.
Como de costumbre se sacó la camisa al rato de estar trabajando. Me llamó para que lo ayude y vi que su pantalón traía la bragueta desabrochada. Deseé ver en su interior, pero lamentablemente no se veía.
No sé si lo hacía descuidadamente o el tipo me estaba probando de alguna manera.
No supe bien, pero todo eso claramente me excitaba.
Se puso a hablarme de Facebook, de aplicaciones de citas y todo eso. Su intención era conocer mujeres, quería meterle los cuernos a su mujer pero no sabía cómo. En el campo no habita mucha gente, y la gente que hay se conocen todos, así que de hacerse el galán todo el mundo se enteraría.
Le comenté que es bastante fácil conocer mujeres por Facebook o similares. Más con tu situación, le dije, teniendo campo y plata muchas minas se te regalan. Es decir, buscan lo que puede ser una oportunidad de salir de la pobreza. Con el hambre que hay, muchas o te piden plata, o te piden cosas para sus hijos, hasta por mercadería se acuestan hoy en día.
JEFE: -¿En serio?
YO: -Sí. No te digo que todas, porque no es así. Pero en general, se puede conseguir minas para coger si es que querés.
JEFE: -¡Les pago lo que sea! ¡Con tal de coger no me importa, les lleno la camioneta de mercadería!
YO: -Y aunque no pagues, igual las mujeres hoy en día están muy liberadas. Solamente por gusto lo pueden hacer. Porque quieren.
El tipo abría los ojos y parecía excitado. Me miraba fijamente y su respiración parecía agitada.
Miré hacia abajo y el lomo de su verga sobresalía de su bragueta. Tiene una pija peluda y gruesa por lo que se veía hasta ese momento. Claramente nuestra conversación lo estaba calentando demasiado.
YO: -Parece que tu amigo está despertando...
JEFE: -¡Sí, disculpa! Lo que pasa es que tengo unas ganas de coger terribles, mi jermu no me habilita hace semanas. Quiere tener un hijo y yo no, por eso se niega a coger. Vos me entenderás
YO: -Sí, obvio. Las minas son así a veces...
(Mentí, obviamente nunca estuve con mujeres)
Empujó la verga hacia adentro y se cerró la bragueta. Seguimos trabajando pero no pude sacarme esa imagen de la cabeza durante toda la tarde.
Cuando llegué a casa me masturbé pensando en ese miembro cabezón que se veía asomar, recordando toda la situación de calentura y acabé dos veces pensando en su pene y en su culo abierto.
Esta historia continuará....
Visiten la segunda parte de este post para saber cómo continúa:
http://www.poringa.net/posts/gay/4368813/Mi-jefe-me-coge-en-el-trabajo-segunda-parte.html
Desgraciadamente caí en una mala situación durante la pandemia, me quedé sin trabajo y salí a buscar cualquier opción. Los que más o menos me conocen saben que vivo en una zona semi rural. Por eso anduve buscando por toda la ciudad y al no conseguir nada me decidí a pasar por algunos lugares en el campo para probar suerte. Un hombre me mandó a un campo cercano, dijo que ahí siempre necesitan gente para trabajar porque el dueño es medio loco y no le dura la gente.
Al no tener mayor opción o mejores opciones fui hasta ese lugar. Llamé en el portón de entrada y después de unos minutos salió un tipo grande, corpulento, de unos 50 y pico de años, algo calvo, morocho, terminando de cerrarse una bermuda de gabardina gastada, no traía camisa, con unas alpargatas a modo de chancletas vino caminando desde la casa hasta mí.
El campo es bastante grande y desde la casa a la entrada habrán unos casi 100 metros. El tipo llegó hasta unos 5 metros de mi y se detuvo. Desde ahí me preguntó qué necesitaba
YO: -¿Cómo le va? Disculpe que lo moleste, ando buscando trabajo y me dijeron que usted tal vez necesitaba.
El tipo se acercó un poco más y me dijo
JEFE: -Siempre hace falta gente, acá hay mucho trabajo para hacer, pero la gente no quiere trabajar.
YO: -En mi caso siempre trabajé y no tengo problema en hacer cualquier tarea.
JEFE: -Bueno, esperá que me acomode y te llamo. Dejame tu teléfono y te aviso.
No estuve seguro de que en algún momento me iba a llamar, aún así le di mi número.
Mientras él me hablaba lo miré un par de veces, por lo que se veía no llevaba ropa interior, su bulto se marcaba como los que no tienen calzoncillos. El pene sobresale sin que nada lo detenga, y cuando caminan la verga y bolas se bambolean de acá para allá. Es decir que el tipo estaba en bolas cuando llamé a su puerta, seguramente durmiendo la siesta por la hora en que yo llegué. Y cuando vino no llevaba puesto más que su bermuda gastada. Desde luego toda esa situación me calentaba.
Pensé que sería una gran oportunidad trabajar ahí, si el tipo era de andar semi desnudo me calentaría a cada rato mirarlo o tenerlo cerca ya de por sí me daba morbo. Tal vez alguna oportunidad se diera si es que era de esos hombres que no tienen drama en cogerse a un gay.
Al cabo de unos días el tipo me mensajeó por Whatsapp, y me dijo si podría ir al día siguiente para hacer algunos trabajos. Desde luego le dije que sí.
Al otro día me presenté a trabajar y el tipo me puso a cortar el pasto. Definitivamente hacía mucho calor, eran como las 08:00 de la mañana y ya se sentía el calor. El tipo de nuevo andaba con una bermuda gastada, distinta a la anterior pero en el mismo estilo cargo con bolsillos y su gran bulto sobresalía nuevamente, signo de que no usar calzoncillo es una costumbre en él.
Yo tampoco uso ropa interior como conté varias veces en mis relatos, desde hace años practico el nudismo en mi casa. Me gusta andar en bolas y dormir en pelotas también. Por eso cuando uno se acostumbra a andar desnudo, cualquier ropa te molesta después, especialmente tener apretadas las bolas y la pija resulta muy molesto.
El tipo me miraba desde lejos como yo cortaba el pasto. No me dejaba trabajar tranquilo, siempre estaba observándome o dándome indicaciones. Bastante hincha pelotas pensé yo. Pero ya estaba advertido por la gente del lugar que iba a ser así. Sin embargo decidí aguantar porque no tenía otra opción.
Toda esa mañana estuve cortando el pasto y al medio día me llamó para comer. Me dieron un plato de comida con un vaso de jugo de pomelo exprimido. Ese campo está todo rodeado de arboleda y muchas plantas frutales. Varios de esos frutales son de cítricos, y de la planta de pomelo sacaron algunos para exprimir. La mujer del tipo apareció, saludó y me dejó la comida. Estaba buena la comida, no espectacular pero pasable.
El tipo vino con su bermuda y sin camisa otra vez. Espantó unos patos que había por ahí, pero no se iban. Se agachó para levantar una piedra para espantarlos, y cuando se agachó se le rajó la bermuda en la parte del culo. ¡Jajajaja! Me reí por dentro porque con la locura del tipo no quería reírme en frente de él, no sabía cómo iba a reaccionar. Así que contuve la risa mientras le miraba el culo blanco y peludo. ¡Hijo de puta!, pensaba para mis adentros ¡Jajaja, fue muy divertido y a la vez caliente!
El tipo le tiró la piedra al pato, lo puteó y después se metió para la casa.
Cabe aclarar que la comida me la traían a un juego de mesa y sillas de jardín en el jardín de la casa, por eso los patos andaban caminando por ahí.
Para mi sorpresa el tipo apareció al rato con la misma bermuda. Pensé que le iba a dar pudor y se iba a cambiar, ¡pero No!
Me pidió que vaya a ayudarlo a hacer otros trabajos. Lo acompañé y anduvimos por el parque acomodando cosas pesadas. Un bebedero para los animales, un carro con bolsas de alimento, etc. Cosas que hay en el campo.
Y al tipo no se le notaba la rajadura en el pantalón, solamente cuando se agachaba para mi lado se le podía ver los cachetes del culo. Eso no pasó más que una o dos veces porque el tipo siempre estaba de pie o mirando para mi lado.
Esa noche me masturbé pensando en su desnudez constante ya que sólo llevaba una bermuda puesta casi todo el día y sin ropa interior. Me pajeé recordando su culo peludo y blanco, me calentaba el tipo grandote y maduro, bastante tosco y corpulento. Me hubiera gustado manosear sus nalgas y verificar su agujero anal. Si se veía apetecible, hubiera sumergido mi cara en su raja y hubiera lambeteado con mi lengua su lindo agujero. Toda esa situación me imaginaba y me masturbé bien fuerte deseándolo.
Al otro día fui de nuevo al campo. El tipo me recibió vestido de gaucho pero con otro pantalón.
Como de costumbre se sacó la camisa al rato de estar trabajando. Me llamó para que lo ayude y vi que su pantalón traía la bragueta desabrochada. Deseé ver en su interior, pero lamentablemente no se veía.
No sé si lo hacía descuidadamente o el tipo me estaba probando de alguna manera.
No supe bien, pero todo eso claramente me excitaba.
Se puso a hablarme de Facebook, de aplicaciones de citas y todo eso. Su intención era conocer mujeres, quería meterle los cuernos a su mujer pero no sabía cómo. En el campo no habita mucha gente, y la gente que hay se conocen todos, así que de hacerse el galán todo el mundo se enteraría.
Le comenté que es bastante fácil conocer mujeres por Facebook o similares. Más con tu situación, le dije, teniendo campo y plata muchas minas se te regalan. Es decir, buscan lo que puede ser una oportunidad de salir de la pobreza. Con el hambre que hay, muchas o te piden plata, o te piden cosas para sus hijos, hasta por mercadería se acuestan hoy en día.
JEFE: -¿En serio?
YO: -Sí. No te digo que todas, porque no es así. Pero en general, se puede conseguir minas para coger si es que querés.
JEFE: -¡Les pago lo que sea! ¡Con tal de coger no me importa, les lleno la camioneta de mercadería!
YO: -Y aunque no pagues, igual las mujeres hoy en día están muy liberadas. Solamente por gusto lo pueden hacer. Porque quieren.
El tipo abría los ojos y parecía excitado. Me miraba fijamente y su respiración parecía agitada.
Miré hacia abajo y el lomo de su verga sobresalía de su bragueta. Tiene una pija peluda y gruesa por lo que se veía hasta ese momento. Claramente nuestra conversación lo estaba calentando demasiado.
YO: -Parece que tu amigo está despertando...
JEFE: -¡Sí, disculpa! Lo que pasa es que tengo unas ganas de coger terribles, mi jermu no me habilita hace semanas. Quiere tener un hijo y yo no, por eso se niega a coger. Vos me entenderás
YO: -Sí, obvio. Las minas son así a veces...
(Mentí, obviamente nunca estuve con mujeres)
Empujó la verga hacia adentro y se cerró la bragueta. Seguimos trabajando pero no pude sacarme esa imagen de la cabeza durante toda la tarde.
Cuando llegué a casa me masturbé pensando en ese miembro cabezón que se veía asomar, recordando toda la situación de calentura y acabé dos veces pensando en su pene y en su culo abierto.
Esta historia continuará....
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1 comentarios - Mi jefe me coge en el trabajo