Justo el dia de mi cumpleaños número 20 y mi viejo sufría una conmoción cerebral por un accidente en servicio.
Lo trajéron a casa con la cabéza vendáda hasta los ójos y con sedántes hasta nuevo avíso.
- Depénde de ustedes en todo por dos semánas ...-, le díjo el médico a mi abuéla.
-Yo lo alimento y lo cuído y vos lo higienizás y esas cósas...- me ordenó mi abuéla... sin yó haber entendido bien... hasta la hora del baño donde me alcanzó un fuentón con agua tíbia y una espónja... - Dále una refrescada a tu padre...hasta "el culo y las bólas"... que él no se dá cuenta... no sábe...-
Fué así que esa pieza de carne magnífica de mi padre estába a mi alcánce y con el permíso de mi abuéla.
Duránte el segundo baño intensívo, asegurado de que mi viejo no era conciente de lo que sucedía pero respondía a los estímulos, me dediqué a sobarle la verga y sentir con mis mános el tamaño real de esa pija negra que hacía estremecer a las hémbras... le agarrába la pija por el médio con una mano sobre la otra haciendo presión suáve para que el capullo dejara la cabecita roja al descubierto.
Esa misma cabecita en carne víva que había visto escurriendosé en rajítas hambrientas y golósas estába entre mis mános.
-Sólo estímulos positívos - , había dicho el doctor.
Durante dos semánas me serví de pajear a mi papá que aun estándo dopádo me devolvía el estímulo positivo con unas sémi erecciónes inténsas.
Lo trajéron a casa con la cabéza vendáda hasta los ójos y con sedántes hasta nuevo avíso.
- Depénde de ustedes en todo por dos semánas ...-, le díjo el médico a mi abuéla.
-Yo lo alimento y lo cuído y vos lo higienizás y esas cósas...- me ordenó mi abuéla... sin yó haber entendido bien... hasta la hora del baño donde me alcanzó un fuentón con agua tíbia y una espónja... - Dále una refrescada a tu padre...hasta "el culo y las bólas"... que él no se dá cuenta... no sábe...-
Fué así que esa pieza de carne magnífica de mi padre estába a mi alcánce y con el permíso de mi abuéla.
Duránte el segundo baño intensívo, asegurado de que mi viejo no era conciente de lo que sucedía pero respondía a los estímulos, me dediqué a sobarle la verga y sentir con mis mános el tamaño real de esa pija negra que hacía estremecer a las hémbras... le agarrába la pija por el médio con una mano sobre la otra haciendo presión suáve para que el capullo dejara la cabecita roja al descubierto.
Esa misma cabecita en carne víva que había visto escurriendosé en rajítas hambrientas y golósas estába entre mis mános.
-Sólo estímulos positívos - , había dicho el doctor.
Durante dos semánas me serví de pajear a mi papá que aun estándo dopádo me devolvía el estímulo positivo con unas sémi erecciónes inténsas.
4 comentarios - Estímulos positívos", pajas a papá