Estaba enamorádo de la verga descomunal de mi tio, era mi juguéte sexuál, lo chantajeaba con lo que sabía.
Lo tenía "agarrado" pero ya no me bastába verlo desnudo o cojiendo; lo quería tocar, me obsesionába la idéa de sentir el placer de sus hembras cuando esa vára de carne encendida las llenaba.
Asi que doblándo la apuésta acorralé a mi tio exigiendolé que me dejára tocarlo desnudo para seguir "guardando su secréto"...
-Estás seguro ? -, - Eso querés...? -, me dijo con timidéz ante mi idéa lóca.
Viendo que cedía, le dije que sí bien firme.
Mientras él entre el morbo y la complacencia cumpliendo su parte del trato se dejába extorsionar y ponía entre mis deditos adolescentes una pija negra y morcillóna, cabezúda y sensíble para que la pudiera tocar "a gusto"
Era nuestro "pácto", esa pija hermosa grosa y curtída que había espiádo tántas noches obsequiando placer del buéno ahóra era mía y estába a mi antójo
Lo tenía "agarrado" pero ya no me bastába verlo desnudo o cojiendo; lo quería tocar, me obsesionába la idéa de sentir el placer de sus hembras cuando esa vára de carne encendida las llenaba.
Asi que doblándo la apuésta acorralé a mi tio exigiendolé que me dejára tocarlo desnudo para seguir "guardando su secréto"...
-Estás seguro ? -, - Eso querés...? -, me dijo con timidéz ante mi idéa lóca.
Viendo que cedía, le dije que sí bien firme.
Mientras él entre el morbo y la complacencia cumpliendo su parte del trato se dejába extorsionar y ponía entre mis deditos adolescentes una pija negra y morcillóna, cabezúda y sensíble para que la pudiera tocar "a gusto"
Era nuestro "pácto", esa pija hermosa grosa y curtída que había espiádo tántas noches obsequiando placer del buéno ahóra era mía y estába a mi antójo
3 comentarios - La Pija del Tio Páyo y Yo.