Cómo les dije, andába por la barriada con mucha discreción y siléncio; callado "comía dos véces" y más cuando pintába la calentúra.
Una selección de vergas curtídas, morcillonas con cabézas enormes y pelúdas que olías a sudor
Vergas saládas que olían a hombre y contagiában una sensación tan extréma que me ponían a gemir del solo placer de sentir como se endurecian con el estímulo de mi lengua y mis lábios ensalivádos que sabían muy bien pelar la cabéza y mamar como cachórro hambriento... con suavidad, pero inténso.
No existían las píjas féas o "pequeñas", había gente sin dedicación. Nó, esos tipos no eran gays... para nada, pero no se querían perder ese placer de sentirse homenajeados en la píja.
Una selección de vergas curtídas, morcillonas con cabézas enormes y pelúdas que olías a sudor
Vergas saládas que olían a hombre y contagiában una sensación tan extréma que me ponían a gemir del solo placer de sentir como se endurecian con el estímulo de mi lengua y mis lábios ensalivádos que sabían muy bien pelar la cabéza y mamar como cachórro hambriento... con suavidad, pero inténso.
No existían las píjas féas o "pequeñas", había gente sin dedicación. Nó, esos tipos no eran gays... para nada, pero no se querían perder ese placer de sentirse homenajeados en la píja.
1 comentarios - "Ellos, no gays" 2, hombrezuélos en pija