A los 14 terminé viviendo en la casa de mi abuela, cósa que al principio no me resultaba buena idéa porque ya llevaba seis méses de espiar a mi viejo cojiendo y creía que en la casa de mi abuela se me iba a cortar ese vício secreto...
De tódos módos no me podía negar, asi que de buenas a primeras en marzo del 78 terminé viviendo con mi abuela, tres tios y un tio postizo; cuatro varónes que íban de los 19 a los 31, tódos milicos... Altos sementáles héterosexuales, buénos cojedóres.
Al principio, acostumbrado a los espectáculos de sexo en vivo que gozába espiando a mi viejo, suponía que me iba a aburrir; hasta que estudiando los movimientos y costumbres de cada uno pude descubrir un universo entéro de placeres que iban desde mirar cuando se bañaban, hasta verlos en acción con sus amiguitas...
Estudié al detalle cada una de las rutínas de mis tios, sabiendo que otro de los mayóres placéres que me producían era verlos desnudos y al natural mientras se bañaban y para la mayor de mis delicias eso sucedía a diario...
Me escabullía en los téchos y los miraba desde la claraboya o los tragalúces mientras se higienizaban desde que se quitában la ropa hasta que se volvían a vestir y me imaginaba el placer de las conchas que se podian comer esas pijas bien "macházas".
Había aprendido a masturbarme con esas visiónes, a tocarme con un placer extrémo mirando la desnudéz de esos típos hermosos que exhibian tremendas píjas pelúdas con un par de huévos hermósos y bien viríles...
Confiados por mi edad en "mi inocéncia", los tios no tenían sospéchas de mi actividad... Éran mis objéto de deséo y los tenía a diario dándome placer sin imaginar que dia trás dia los "abusaba" sirviendome de sus genitales y de su desnudéz...
Cada dia, cuatro véces al dia tenía el espectaculo tremendo de esos típos en bolas paseandosé desnudo por sus cuartos y sus baños...
De tódos módos no me podía negar, asi que de buenas a primeras en marzo del 78 terminé viviendo con mi abuela, tres tios y un tio postizo; cuatro varónes que íban de los 19 a los 31, tódos milicos... Altos sementáles héterosexuales, buénos cojedóres.
Al principio, acostumbrado a los espectáculos de sexo en vivo que gozába espiando a mi viejo, suponía que me iba a aburrir; hasta que estudiando los movimientos y costumbres de cada uno pude descubrir un universo entéro de placeres que iban desde mirar cuando se bañaban, hasta verlos en acción con sus amiguitas...
Estudié al detalle cada una de las rutínas de mis tios, sabiendo que otro de los mayóres placéres que me producían era verlos desnudos y al natural mientras se bañaban y para la mayor de mis delicias eso sucedía a diario...
Me escabullía en los téchos y los miraba desde la claraboya o los tragalúces mientras se higienizaban desde que se quitában la ropa hasta que se volvían a vestir y me imaginaba el placer de las conchas que se podian comer esas pijas bien "macházas".
Había aprendido a masturbarme con esas visiónes, a tocarme con un placer extrémo mirando la desnudéz de esos típos hermosos que exhibian tremendas píjas pelúdas con un par de huévos hermósos y bien viríles...
Confiados por mi edad en "mi inocéncia", los tios no tenían sospéchas de mi actividad... Éran mis objéto de deséo y los tenía a diario dándome placer sin imaginar que dia trás dia los "abusaba" sirviendome de sus genitales y de su desnudéz...
Cada dia, cuatro véces al dia tenía el espectaculo tremendo de esos típos en bolas paseandosé desnudo por sus cuartos y sus baños...
1 comentarios - Dios Pija... El poder del placer...