Sin apologías a nada, sólo relatandoles mis priméras vivencias sexúales a la edad en que otros píbes jugában a Bonanza o se disfrazában de Zorro; Yo estaba bien al tanto de "éso" que los adúltos escondían...
Éra mi secréto mayor y más oculto, mi tesóro... "My precious", éra un pequeño mirón pajéro que pasába desapercibido mientras jugaba por las casas vecínas estudiando los movimientos de los "grandes" para observarlos en su intimidad, sabía que éra "cojer" y cómo se hacía...
Mis priméras víctimas fuéron mi padre, sus tres hermános y un hijo adoptivo de mi abuela que vivía con nosotros.
La casa "chorízo" de mi abuela tenía 8 habitaciónes dormitório y cuatro bános compartidos cada dos cuartos. Puertas enormes con celosías rematádas con ventiluces de vidrio transparentes.
Tenía estudiado los movimientos de ésos cuatro varónes al detálle, cuando dormían, cuando se bañaban, cuando recibían a sus "amigas" y se encerraban "a charlar en la pieza"...para no molestar...
Me ocultaba en los muébles o me subía a los ropéros, miraba por las cerraduras o por los ventilúces , por las clarabóyas en la terraza...
Me sabía todas la rutínas de esos tipos de los que iba aprendiendo el arte de complacer sin que ningúno sospechára de mí, sigilóso... discretísimo
Éra mi secréto mayor y más oculto, mi tesóro... "My precious", éra un pequeño mirón pajéro que pasába desapercibido mientras jugaba por las casas vecínas estudiando los movimientos de los "grandes" para observarlos en su intimidad, sabía que éra "cojer" y cómo se hacía...
Mis priméras víctimas fuéron mi padre, sus tres hermános y un hijo adoptivo de mi abuela que vivía con nosotros.
La casa "chorízo" de mi abuela tenía 8 habitaciónes dormitório y cuatro bános compartidos cada dos cuartos. Puertas enormes con celosías rematádas con ventiluces de vidrio transparentes.
Tenía estudiado los movimientos de ésos cuatro varónes al detálle, cuando dormían, cuando se bañaban, cuando recibían a sus "amigas" y se encerraban "a charlar en la pieza"...para no molestar...
Me ocultaba en los muébles o me subía a los ropéros, miraba por las cerraduras o por los ventilúces , por las clarabóyas en la terraza...
Me sabía todas la rutínas de esos tipos de los que iba aprendiendo el arte de complacer sin que ningúno sospechára de mí, sigilóso... discretísimo
1 comentarios - Espiándo... Fetiche iniciático
a espiar