Mis iniciadóres fuéron unos ejempláres de varón adulto en una época donde el sexo era tabú y todo se hacía a "escondidas", la "censúra social" empujába el deséo y las calentúras a la promiscuidad y el exéso...
Señores grandes que olfateában mi sexualidad prematúra y mi gusto por la pija. Cuando tenían oportunidad se hacían "la maña" de quedar un buen rato a sólas conmigo...poniendo a mi disposición unas vergas curtidas, negras y gomósas, pelúdas y... con una piel que le cubría la cabeza como envolviendo una fresa de carne enorme .
Todos esos chabónes adúltos y pajéros lo primero que me enseñaban era a mover y deslizar la envoltura de sus caramélos de carne y a descubrir el aróma y el sabór de cada uno...
Esa carne divína convertía cada verga en una " delicia sorpresa", una pija kinder...
Cada una con un aróma y un sabor particular.
Era delicioso verlos, escucharlos y sentirlos gozar cuando les corría con mucha maña esa piel empujando suavemente con los labios...
Aprendí enseguida lo sensíble que éran esa carne y lo delicado del capúllo rojo y palpitante que cubrían...
Cada una de esas envolturas me descubría un manjar de arómas y sabóres que no dejaba de estimular con la boca hasta que me escupían todo su sémen tíbio en la lengua
Señores grandes que olfateában mi sexualidad prematúra y mi gusto por la pija. Cuando tenían oportunidad se hacían "la maña" de quedar un buen rato a sólas conmigo...poniendo a mi disposición unas vergas curtidas, negras y gomósas, pelúdas y... con una piel que le cubría la cabeza como envolviendo una fresa de carne enorme .
Todos esos chabónes adúltos y pajéros lo primero que me enseñaban era a mover y deslizar la envoltura de sus caramélos de carne y a descubrir el aróma y el sabór de cada uno...
Esa carne divína convertía cada verga en una " delicia sorpresa", una pija kinder...
Cada una con un aróma y un sabor particular.
Era delicioso verlos, escucharlos y sentirlos gozar cuando les corría con mucha maña esa piel empujando suavemente con los labios...
Aprendí enseguida lo sensíble que éran esa carne y lo delicado del capúllo rojo y palpitante que cubrían...
Cada una de esas envolturas me descubría un manjar de arómas y sabóres que no dejaba de estimular con la boca hasta que me escupían todo su sémen tíbio en la lengua
7 comentarios - Hombres y prepúcios... Mega Post GLTB