En ese monastério se había extendido tanto mi fama de complaciente, obediente y experto en el arte de manejar y disfrutar de la verga de un hombre que los frailes, curas jubilados y novicios mayóres se disputaban tenerme una noche para "las oraciones vespertinas" y "las confesiones"...
El "Padre Felix" tenía prioridad, era el "Superior" de ese convento en Cordoba alejado de toda diversión "mundana"; Él me tomó la primera confesión enterandosé al detalle de mis experiencias sexuales...de cómo a mis trece años ya tenía bien claro "el pecado de la fornicación"...
Le confesé que habían sido muchas las veces en que me había escondido en los muebles o en cualquier sítio para ver como mi padre viudo, mis 3 tios, sus amigos y mi padrino se "cojían" a sus amigas.
Los curitas "célibes" pajéros y culpósos indagaban a fondo cada detalle que les relataba .
Como "perdón" y expiación a todos mis pecádos y todos esos frailes solitarios y bien dotádos me ofrecían noches de sexo inténso pero culpóso... donde les daba placer y se complacian con mi entrega...
Yo me les entregaba a cada uno con la misma intensidad buscando recrear ese paroxísmo terrible y contagioso que sentían todas esas conchas que mi viejo y los amigos disfrutaban de penetrar
El "Padre Felix" tenía prioridad, era el "Superior" de ese convento en Cordoba alejado de toda diversión "mundana"; Él me tomó la primera confesión enterandosé al detalle de mis experiencias sexuales...de cómo a mis trece años ya tenía bien claro "el pecado de la fornicación"...
Le confesé que habían sido muchas las veces en que me había escondido en los muebles o en cualquier sítio para ver como mi padre viudo, mis 3 tios, sus amigos y mi padrino se "cojían" a sus amigas.
Los curitas "célibes" pajéros y culpósos indagaban a fondo cada detalle que les relataba .
Como "perdón" y expiación a todos mis pecádos y todos esos frailes solitarios y bien dotádos me ofrecían noches de sexo inténso pero culpóso... donde les daba placer y se complacian con mi entrega...
Yo me les entregaba a cada uno con la misma intensidad buscando recrear ese paroxísmo terrible y contagioso que sentían todas esas conchas que mi viejo y los amigos disfrutaban de penetrar
1 comentarios - Post Gay, "Frailecitos Ardientes"