Todo comenzó, cuando era un adolescente, mis pensamientos diversos me llevaban a pensar en el ser sexual tanto con mujeres como hombres, si bien, en la etapa de los 10 a los 13 años, tuve algún tipo de experiencias con algunos amigos cercanos de las que no pasaba mas allá de unos besos y caricias, no se me dio la oportunidad.
En el año 2009, a inicios del verano el ventilador de techo sufría las consecuencias de un caluroso verano que se aproximaba, todo el día encendido en mi habitación, encendí la computadora, y mi curiosidad me llevo a entrar a un chat, el cual lo usaba mucho hasta el año anterior cuando buscaba amigos y amigas con quien chatear, esta vez buscaba algo distinto, sexo, y con un chico.
Si bien al entrar al chat, solo había chicos de otras ciudades, sobre las 3 de la tarde se conecto alguien de mi ciudad, lo cual me llamo la atención, debido a que ese chat no era muy popular en esta calurosa ciudad, de inmediato le escribí.
Yo con 18 años cumplidos, luego de pasar un año fuera de mi ciudad por mis estudios universitarios, comencé a indagar a su edad, y si por alguna razón podríamos conocernos de antes, la discreción aún la manejo muy bien y en ese entonces, un solo rumor en mi ciudad, se convertiría en una verdad eterna.
Me dijo que también tenia 18 años, pero nunca iba escuchado su nombre anteriormente, la tarde seguía y el chat también, ya eran las 5 de la tarde y nuestra charla se fue afianzando hasta que me anime en un momento a preguntarle, ¿Qué estás buscando? a lo cual me respondió, que buscaba pasarla bien.
Con esa simple respuesta, entendí todo. Había llegado el momento que tantas noches y masturbaciones de por medio había soñado, mi debut sexual con un chico.
Me pregunto si era pasivo o activo, dos palabras que no entendía en ese momento, le respondí que quería también pasarla bien, a lo cual planeamos un encuentro ese mismo día.
En ese momento, mis piernas temblaban, mucho miedo a que fuera alguien conocido, y miedo a todo el ansiado momento.
Salí de casa, eran las 6 de la tarde, el sol seguía con todo su esplendor, anochece muy tarde y con el cambio de hora más tarde aún.
El encuentro fue pactado en un lugar, cercano a casa, un gran parque en el cual en mi adolescencia debíamos practicar gimnasia pues quedaba cercano a la escuela a la que iba.
8.30 de la noche el sol se oculto, me fui acercando a las gradas que bordean una pista de atletismo, a lo lejos lo vi llegar, en bicicleta, mi corazón latía más y más, temblaba de nervios, si bien era un lugar alejado, el miedo y la adrenalina, estaba a la orden del día.
Hasta que el llego, en su bicicleta de color bordo, la estaciono y comenzó a subir escalón por escalón hasta la ultima grada en donde estaba yo, nos saludamos con la mano.
Yo no sabía como seguir una charla pues estaba muy nervioso, el me dijo para ir debajo de las gradas, había un pequeño deposito donde se guardaban pelotas y redes para las otras actividades.
Bajamos y entramos, una pequeña habitación donde apenas entrabamos los dos, el con mucha mas experiencia que yo, comenzó a tocarme mis caderas con sus manos, yo me acerque a su boca y lo besé.
El me beso despacio, mi pene estaba ya erecto, el miedo y la ansiedad se transformaron en erección.
El lentamente bajo su mano por mi cadera y llego a mi pene, apenas lo rozo y se dio cuenta que estaba a mil, tomo mi mano derecha y la llevo a su pene, era fino, pero estaba muy grande también.
Luego me bajo el pantalón y sus manos nuevamente tocaban mi pene, que se salía de mi ropa interior. Yo por su parte seguía dándole muchos besos, en el cuello y en la boca.
Luego, me dio vuelta y puse mi cola contra su pene, su roce me volvió loco, bajo mi ropa interior, y su ropa interior no se en que momento, pero ya no estaba, se puso su condón y empezó a rozarme nuevamente, con sus dedos comenzó a tocarme la cola, ingreso uno de sus dedos lentamente por mi ano, yo sentía un dolor impresionante, pero me contuve de gritar o pedirle que parara, mi sueño se estaba cumpliendo.
Luego puso su pene contra mi ano y lentamente como si supiera que era mi primera vez, comenzó despacio a entrar, muy despacio, pero cada milímetro que entraba me dolía mucho, entendí que así debería ser por lo que aguante, cuando finalmente entro, empezó agarrándome las caderas y su movimiento me hizo gritar de dolor, pero automáticamente me calle, no quería que ese dolor, provocara otro grito y nos descubrieran y se terminara eso que tanto había soñado.
Me penetro hasta acabar, yo no pude acabar si bien me masturbaba cuando podía, estábamos en un lugar inhóspito para tener sexo, y más cuando es la primera vez de uno de los dos.
Apenas acabo, me levante, con mucho dolor camine rumbo a mi casa, el me acompaño un trayecto dentro del parque, nos saludamos y nunca mas nos vimos.
Mi recuerdo para ese sábado 19 de diciembre de 2009.
En el año 2009, a inicios del verano el ventilador de techo sufría las consecuencias de un caluroso verano que se aproximaba, todo el día encendido en mi habitación, encendí la computadora, y mi curiosidad me llevo a entrar a un chat, el cual lo usaba mucho hasta el año anterior cuando buscaba amigos y amigas con quien chatear, esta vez buscaba algo distinto, sexo, y con un chico.
Si bien al entrar al chat, solo había chicos de otras ciudades, sobre las 3 de la tarde se conecto alguien de mi ciudad, lo cual me llamo la atención, debido a que ese chat no era muy popular en esta calurosa ciudad, de inmediato le escribí.
Yo con 18 años cumplidos, luego de pasar un año fuera de mi ciudad por mis estudios universitarios, comencé a indagar a su edad, y si por alguna razón podríamos conocernos de antes, la discreción aún la manejo muy bien y en ese entonces, un solo rumor en mi ciudad, se convertiría en una verdad eterna.
Me dijo que también tenia 18 años, pero nunca iba escuchado su nombre anteriormente, la tarde seguía y el chat también, ya eran las 5 de la tarde y nuestra charla se fue afianzando hasta que me anime en un momento a preguntarle, ¿Qué estás buscando? a lo cual me respondió, que buscaba pasarla bien.
Con esa simple respuesta, entendí todo. Había llegado el momento que tantas noches y masturbaciones de por medio había soñado, mi debut sexual con un chico.
Me pregunto si era pasivo o activo, dos palabras que no entendía en ese momento, le respondí que quería también pasarla bien, a lo cual planeamos un encuentro ese mismo día.
En ese momento, mis piernas temblaban, mucho miedo a que fuera alguien conocido, y miedo a todo el ansiado momento.
Salí de casa, eran las 6 de la tarde, el sol seguía con todo su esplendor, anochece muy tarde y con el cambio de hora más tarde aún.
El encuentro fue pactado en un lugar, cercano a casa, un gran parque en el cual en mi adolescencia debíamos practicar gimnasia pues quedaba cercano a la escuela a la que iba.
8.30 de la noche el sol se oculto, me fui acercando a las gradas que bordean una pista de atletismo, a lo lejos lo vi llegar, en bicicleta, mi corazón latía más y más, temblaba de nervios, si bien era un lugar alejado, el miedo y la adrenalina, estaba a la orden del día.
Hasta que el llego, en su bicicleta de color bordo, la estaciono y comenzó a subir escalón por escalón hasta la ultima grada en donde estaba yo, nos saludamos con la mano.
Yo no sabía como seguir una charla pues estaba muy nervioso, el me dijo para ir debajo de las gradas, había un pequeño deposito donde se guardaban pelotas y redes para las otras actividades.
Bajamos y entramos, una pequeña habitación donde apenas entrabamos los dos, el con mucha mas experiencia que yo, comenzó a tocarme mis caderas con sus manos, yo me acerque a su boca y lo besé.
El me beso despacio, mi pene estaba ya erecto, el miedo y la ansiedad se transformaron en erección.
El lentamente bajo su mano por mi cadera y llego a mi pene, apenas lo rozo y se dio cuenta que estaba a mil, tomo mi mano derecha y la llevo a su pene, era fino, pero estaba muy grande también.
Luego me bajo el pantalón y sus manos nuevamente tocaban mi pene, que se salía de mi ropa interior. Yo por su parte seguía dándole muchos besos, en el cuello y en la boca.
Luego, me dio vuelta y puse mi cola contra su pene, su roce me volvió loco, bajo mi ropa interior, y su ropa interior no se en que momento, pero ya no estaba, se puso su condón y empezó a rozarme nuevamente, con sus dedos comenzó a tocarme la cola, ingreso uno de sus dedos lentamente por mi ano, yo sentía un dolor impresionante, pero me contuve de gritar o pedirle que parara, mi sueño se estaba cumpliendo.
Luego puso su pene contra mi ano y lentamente como si supiera que era mi primera vez, comenzó despacio a entrar, muy despacio, pero cada milímetro que entraba me dolía mucho, entendí que así debería ser por lo que aguante, cuando finalmente entro, empezó agarrándome las caderas y su movimiento me hizo gritar de dolor, pero automáticamente me calle, no quería que ese dolor, provocara otro grito y nos descubrieran y se terminara eso que tanto había soñado.
Me penetro hasta acabar, yo no pude acabar si bien me masturbaba cuando podía, estábamos en un lugar inhóspito para tener sexo, y más cuando es la primera vez de uno de los dos.
Apenas acabo, me levante, con mucho dolor camine rumbo a mi casa, el me acompaño un trayecto dentro del parque, nos saludamos y nunca mas nos vimos.
Mi recuerdo para ese sábado 19 de diciembre de 2009.
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