Tenía 30 años. Era heterosexual, pero virgen. Vivía solo en un depto, tenía un buen trabajo, pero no tenía éxito con las mujeres; algo por lo cual no me hacía mucho problema. Sabía que en algún momento iba a encontrar la adecuada. Pero tenía sed de sexo y vivía en una ciudad bastante chica como para encontrar a una escort decente (las que había eran de dudosa procedencia). Y al no tener tantas alternativas, hambreado de sexo, empecé a tener fantasías con trans. Me masturbaba viendo videos, los post de Poringa sobre sissys me llevaban a la locura y nació un deseo homosexual; de ser una nena, de chupar una pija y que me la metan -solo en la intimidad-.
Como tampoco había trans buenas en la ciudad, esperé a consumar esa fantasía en una ciudad más grande -donde tenía amigos-. Me puse a bucear en redes porno, discretas, buscando a alguien dispuesto a ser discreto también y a experimentar de todo (un hombre o un pibe, claro). Estuve mucho tiempo dando vueltas, acordaba con alguien, pero terminaba arrugando y no me animaba. Pero un día todo cambió y me animé; acordé y le dije que venga a mi departamento.
Ya había hablado con este pibe, pero no habíamos concretado nada. No sabía quien era. Llegó y fue un momento tenso. Desde arriba del auto me miró, sonrió y dijo "¿Me bajo?". Le dije que sí, que estacione el auto y entre. Era todo nervios, nos conocíamos de vista. Yo sabía quién era y él también, pero ambos nos mostrábamos ante la sociedad como tipos comunes (heterosexuales).
Pete, paja y una breve cogida vergonzosa
Nos sentamos en el sillón, nos bajamos los pantalones. Él tenía una pija gorda, hermosa, robusta pero no tan grande. Se la agarré de prepo, lo pajeaba mientras él me pajeaba a mí. La mía no se paraba, me intentó chupar un ratito y nada. ¡La de él estaba al palo!
Me puse nervioso, él se dio cuenta y me tranquilizó, pero mi pija no se paraba (era notoriamente más chica que la de él y eso también me inhibió). Ahí fue cuando entendí, que tenía que hacer otra cosa. Que tenía que dejarme llevar e ir por lo que siempre había fantaseado. Me arrodillé y puse esa pija en la boca, a la cual traté con delicadeza, con mucha lubricación y a él le encantó. Me acarició, me tranquilizó y yo se la chupé con todo el amor del mundo. Sé que le gustó. Pero mi nerviosismo otra vez me jugó una mala pasada, él quería que se la chupe (y pensándolo bien después me arrepentí de no haber seguido. De no haber dejado que su néctar inunde mi boca virgen.
Le dije que me coja. Intenté sentarme sobre su verga, no funcionó. Me di vueltas y le dije que me la meta en cuatro. Me lubriqué y me puse firme sacando cola. Me di cuenta que en eso no tenía mucha experiencia porque fue brusco, intentó meterla fuerte y lo tuve que frenar, no coordinaba bien. Me acomodé de nuevo y le dije: "Despacio". Me hizo caso y entró mejor, le gustó porque entró toda. La sentí deslizarse dentro de mi culo, me dolió un poquito pero el goce era monumental. Y empezó a moverse, yo pensé que me iba a doler más, pero no. Sus embestidas no eran de un experto, pero a mí me encantaba. Me abrazó, siguió cogiéndome con amor. Yo mientras me masturbaba y él se movía con fuerza metiendo y sacando esa pija que calzaba perfecto para mi culo. Era un sueño.
Ahí vi mi pija al palo y eso me excitó. Le dije que pare, que lo quería coger a él. Me pidió que se la chupe, pero no, yo quería cogerlo. No opuso resistencia y rápidamente se puso en cuatro, le lubriqué el culo pero otra vez la mía no quiso saber nada. No se me paraba, no me excitaba. Me molesté y cortamos todo ahí, él entendió y me quiso tranquilizar; pero se cambió rápido para irse. Me aseguró discreción, nos saludamos. Todo bien, y se fue.
Apenas cerró la puerta, me di cuenta que esa había sido mi primera vez. Con muchos nervios y sin mucha satisfacción, pero como dije en el título "UN VIAJE DE IDA". Después de un rato, me puse a ver videos de sissys y pibes, y acabé de un par de sacudidas. Sabía que no iba a ser la última vez, sabía que este pibe era discreto y que iba a haber una segunda vez. Había mucho por hacer.
Al día siguiente, mi teoría se comprobó. Me escribió, me preguntó si daba verse de nuevo. Me dijo que me tranquilizara y que no me haga problema por la discreción, que lo hagamos más lento. Sonriéndole al celular, me hice un poco el duro y le pedí que venga. Que esta vez iba a ser... hasta el final.
SEGUNDA PARTE (click acá)
Es mi primer relato. Una historia real. Comenten si gusta, y sino también. Si les parece que puedo agregar algo al relato, mejor.
Como tampoco había trans buenas en la ciudad, esperé a consumar esa fantasía en una ciudad más grande -donde tenía amigos-. Me puse a bucear en redes porno, discretas, buscando a alguien dispuesto a ser discreto también y a experimentar de todo (un hombre o un pibe, claro). Estuve mucho tiempo dando vueltas, acordaba con alguien, pero terminaba arrugando y no me animaba. Pero un día todo cambió y me animé; acordé y le dije que venga a mi departamento.
Ya había hablado con este pibe, pero no habíamos concretado nada. No sabía quien era. Llegó y fue un momento tenso. Desde arriba del auto me miró, sonrió y dijo "¿Me bajo?". Le dije que sí, que estacione el auto y entre. Era todo nervios, nos conocíamos de vista. Yo sabía quién era y él también, pero ambos nos mostrábamos ante la sociedad como tipos comunes (heterosexuales).
Pete, paja y una breve cogida vergonzosa
Nos sentamos en el sillón, nos bajamos los pantalones. Él tenía una pija gorda, hermosa, robusta pero no tan grande. Se la agarré de prepo, lo pajeaba mientras él me pajeaba a mí. La mía no se paraba, me intentó chupar un ratito y nada. ¡La de él estaba al palo!
Me puse nervioso, él se dio cuenta y me tranquilizó, pero mi pija no se paraba (era notoriamente más chica que la de él y eso también me inhibió). Ahí fue cuando entendí, que tenía que hacer otra cosa. Que tenía que dejarme llevar e ir por lo que siempre había fantaseado. Me arrodillé y puse esa pija en la boca, a la cual traté con delicadeza, con mucha lubricación y a él le encantó. Me acarició, me tranquilizó y yo se la chupé con todo el amor del mundo. Sé que le gustó. Pero mi nerviosismo otra vez me jugó una mala pasada, él quería que se la chupe (y pensándolo bien después me arrepentí de no haber seguido. De no haber dejado que su néctar inunde mi boca virgen.
Le dije que me coja. Intenté sentarme sobre su verga, no funcionó. Me di vueltas y le dije que me la meta en cuatro. Me lubriqué y me puse firme sacando cola. Me di cuenta que en eso no tenía mucha experiencia porque fue brusco, intentó meterla fuerte y lo tuve que frenar, no coordinaba bien. Me acomodé de nuevo y le dije: "Despacio". Me hizo caso y entró mejor, le gustó porque entró toda. La sentí deslizarse dentro de mi culo, me dolió un poquito pero el goce era monumental. Y empezó a moverse, yo pensé que me iba a doler más, pero no. Sus embestidas no eran de un experto, pero a mí me encantaba. Me abrazó, siguió cogiéndome con amor. Yo mientras me masturbaba y él se movía con fuerza metiendo y sacando esa pija que calzaba perfecto para mi culo. Era un sueño.
Ahí vi mi pija al palo y eso me excitó. Le dije que pare, que lo quería coger a él. Me pidió que se la chupe, pero no, yo quería cogerlo. No opuso resistencia y rápidamente se puso en cuatro, le lubriqué el culo pero otra vez la mía no quiso saber nada. No se me paraba, no me excitaba. Me molesté y cortamos todo ahí, él entendió y me quiso tranquilizar; pero se cambió rápido para irse. Me aseguró discreción, nos saludamos. Todo bien, y se fue.
Apenas cerró la puerta, me di cuenta que esa había sido mi primera vez. Con muchos nervios y sin mucha satisfacción, pero como dije en el título "UN VIAJE DE IDA". Después de un rato, me puse a ver videos de sissys y pibes, y acabé de un par de sacudidas. Sabía que no iba a ser la última vez, sabía que este pibe era discreto y que iba a haber una segunda vez. Había mucho por hacer.
Al día siguiente, mi teoría se comprobó. Me escribió, me preguntó si daba verse de nuevo. Me dijo que me tranquilizara y que no me haga problema por la discreción, que lo hagamos más lento. Sonriéndole al celular, me hice un poco el duro y le pedí que venga. Que esta vez iba a ser... hasta el final.
SEGUNDA PARTE (click acá)
Es mi primer relato. Una historia real. Comenten si gusta, y sino también. Si les parece que puedo agregar algo al relato, mejor.
1 comentarios - Mi primera vez, nervios y un viaje de ida (relato gay)