Mi compadre

Siempre nos juntabamos con mi compadre a tomar unas cervezas. Mucha charla de por medio. 
Una noche me dice "che hace una banda no tomamos unas birras" Entonces como ese finde no hacía nada, le digo que se llegue a casa. Sábado por la noche, preparó las birras, una mesita y dos sillas en la galería. 
Hablabamos de varios temas y llegamos al sexo. Me cuenta sus experiencias con minas, cómo le gustaba garchar, cuál fue su lugar más raro donde cogió. Yo le contaba de mis experiencias con vagos  no con mucho detalle porque al ser hetero no lo quería espantar. 
Íbamos unas 4 birras, ya con charlas copadas y calientes. 
En una de sus tantas veces de volver del baño  esta vez se sienta en la silla y noto que su bragueta del pantalón estaba bajada. Me río y le digo "boludo, tenes el cierre bajado, se te va a escapar el tonto". Se ríe el tambien, me mira y me dice, subimelo. 
En ese momento me descolocó la respuesta, era mi compadre. Nunca habíamos tenido ningún tipo de insinuaciones, ni el ni yo por todo lo que nuestra relación significaba. 
No la pienso mucho y aprovecho la oportunidad que me estaba dando. Cuando le quiero subir el cierre con una mano, sin querer le toco la chota, medio dormida pero se notaba gruesa. Juego un poquito con ella, tocandola por arriba y le subo el cierre. Me mira y de ríe nuevamente. Para cortar el momento me fui a traer otra birra. 
Siguiendo con la charla sexual, me comenta que su pija era medio doblada, que era difícil garchar así. 
Vuelve una vez más del baño, otra vez con el cierre abajo. Nuevamente una invitación para que yo me prenda de esa poronga. 
Como estábamos en la galería, le digo "vamos adentro". Conas luces del living apagadas lo hago sentar en una silla y me arrodillo, poniendo mi cara en su entre pierna. 
Empiezo a olerlo, a besar un poco la pija por encima del pantalón. Cuando miro hacia arriba, me estaba observando, como ansioso de lo que iba a pasar. Quería probar si todo lo que le comenté cuando hablabamos, de que la chupaba muy bien, era realmente cierto. 
Le desabotono el pantalón, lo bajo hasta sus rodillas y lo dejo con el boxer puesto. 
Podía sentir un poco más un Rico olor a macho. Le saqué la pija por el costado del boxer y comencé a besarle la cabeza. Linda poronga, dobladita un poco, cabezona, venosa. Al parecer se pasa la máquina porque no tenía muchos pelos, hermosa! 
Cuando noto que estaba bien parada, le bajo el boxer y empiezo a tragarmela de a poco. Jugaba con mi lengua mientras estaba atragantado con su pija. Él se quejaba despacito, como para no hacer tanto ruido. 
A medida que la chupaba, se la iba babeando más y más. El empezaba a quejarse un poquito más fuerte y de paso, hacia unos sorbos al vaso de birra. Lo disfrutaba, se notaba. 
Una vez que la veo bien ensalivada, me la trago entera y me quedo un ratito ahí, el aprovecha y creo que por reflejo, mueve su pelvis, como queriendo atragantarme más. En ese momento le digo "cogeme la boca". Al parecer no comprendió asique le agarré las piernas e hice el movimiento que le pedía. Me agarró la nuca y comenzó a garcharme la boca, cada vez con más rapidez. 
Cuando noto que se cansa, yo continúo el ritmo y siento un disparo en mi garganta  con sabor agridulce, me estaba acabando en la boca!!!.
Empiezo a gemir, como asintiendo que recibí su lechita, tibia, Rica. La trago y comienzo a limpiarle la cabeza, asegurandome de tomarla toda. 
Me mira y me dice " Tanto te va a gustar la pija" Y se ríe. 
Una vez que acabó, le di papel para sercarse un poco mi saliva. Se subió el boxer, el pantalón, tomó un vaso más de birra y se fué. 
Al otro día compartimos un asadito con la familia como si nada. 
Seguro tomamos más birras pronto. 


Espero les haya gustado mi relato. 
Se vienen más, pronto.