Hola a todos... Aquí otra vez, inspirado en recordar y contar anécdotas que me pasaron...
Era el año 2016 y me llamaron para un laburito en una empresa química (donde hacen lavandina, perfumes, venenos, etc.). Un día me llaman para firmar el contrato de trabajo junto a otros dos compañeros que quedaron seleccionados: Jorge, el callado, correcto, bajito, el tipo común; y Santiago, el colorado (pelirrojo), charlatán, flaco, alto y un poco burlisto (bully). Los tres quedamos para realizar tareas administrativa.
El primer día de trabajo me cayó muy bien Santiago. Charlaba mucho. Ahí me enteré que vivía a unas cuadras de mi casa, que tenía 28 años (yo 25 en ese entonces), que tenía novia (al igual que yo), le gustaba la cerveza, hincha de River y amaba el porro. Fue generar confianza en el primer día. Con Jorge, poco y nada. Incluso un mudo hablaba más que él. Sin embargo era muy correcto y un poco juzgador.
A medida que pasaban los días, generamos mucha confianza con el Colo. Me llevaba al laburo algunas flores o porritos, todo a escondidas de Jorge.
Teníamos que realizar archivos en un sector de la empresa que estaba alejado, casi nadie entraba en ese galpón salvo nosotros tres, y eventualmente nuestro jefe.
Siempre veía el bulto del colo, en forma disimulada, imaginando cómo podía ser su pija y sus bolas, por el simple hecho de ser colorado. Pero nunca me atreví a preguntarle debido a Jorge.
Una vez, luego de almorzar, el colo se acerca a mi, y delante de Jorge me pregunta:
- Che Juan, ¿vos te hiciste la circuncisión?.
- Nooo... le respondí, un poco ahogado por la vergüenza de que Jorge nos miraba ante esa pregunta desubicada. No quise preguntar el porqué ni nada, para no generar sospechas.
Sin embargo el resto de la tarde, me quedé pensando en esa pregunta. ¿Por qué la había hecho? ¿Qué buscaba? ¿Por qué delante de Jorge y no sólos? Eran reflexiones dentro de mí, que no encontraban respuestas pero si, generaban mucho morbo.
En otro orden, teníamos dos baños grandes dentro de la empresa. Uno muy lindo, limpio y con todos los adornos. Y el otro era un asco, ya que no tenía agua, estaba todo roto, no había separadores para orinar ni nada. Nadie iba a este último.
Al finalizar la jornada laboral tipo 17hs, debíamos de ir al baño a cambiarnos de ropa. Jorge se había retirado unos minutos antes debido a un problema familiar. Quedamos Santiago y yo.
Cuando nos vamos a cambiar, fuimos al baño bonito pero hacían fila para cambiarse. Entonces nos fuimos al baño feo, donde nunca había nadie.
Apenas entró el colo, fue acercarse a los mingitorios a mear. Yo me puse a su par, y empecé a mear, mientras hablábamos del problema que había tenido Jorge.
En el aire se olía a nerviosismo, ninguno de los dos nos animábamos a ver nuestras vergas. Nos mirábamos los ojos, mientras charlábamos y orinábamos.
En eso el colo se sacude y se saca la ropa delante mío, quedando en bóxer, mientras yo seguía orinando y lo miraba.
Agarré valor y le dije:
- Che, ¿por qué me preguntaste si me había circuncidado?.
-Santiago me respondió: jajaja... pasa que a mi me circuncidaron de niño, y me da curiosidad como es una verga no circuncidada.
- Ah,... Yo no soy circuncidado, y me da curiosidad los pibes que se han circuncidado. En realidad no conozco ninguno. Pero no sé... Me imagino que es incomodo, que te raspa.
- Claro. ¿Querés que te muestre? ¿y vos me mostras?.
-Dale. Le dije.
Me empecé a sacar la ropa, quedé en boxer al igual que él. Pero escuchamos que venían unos obreros. Así, rápido nos cambiamos y salimos del baño.
Ambos quedamos en silencio, subimos al colectivo y nos sentamos juntos.
- Che Juan, me quedé con la curiosidad. Mi viejo vuelve mañana de un viaje. Si querés vamos a mi casa, comparamos unas cervezas y nos fumamos uno porros.
- Si de una. Le dije.
Llegamos a su casa, subimos al departamento. Voy a pegarme una ducha, acá tenés el control, mirá algo en la tele. Me dijo el colo.
Puse MTV mientras el colo se duchaba... De pronto salió un poco mojado con el toallón blanco a la cintura. Lo veía y era increible, me calentaba mucho... Les dejo una foto para que lo vean
Se fue a la heladera, vino con una cerveza, la abrió, tomó un trago y me convido del pico. Se sentó en el sillón frente a mí, abriendo un poco las piernas. De reojo se podía ver sus bolas que colgaban.
- ¿Estas bien?. Te veo acalorado. ¿Queres ducharte? te presto una toalla.
- Si, hace calor. Dale préstame así me ducho.
- Dale, anda a la ducha, ahora te la paso. Me dijo.
Fui a bañarme con agua fria...
De pronto Colo entra al baño y me deja la toalla sobre el lavamanos y me charlaba, mientras me miraba (podía verlo a través de la cortina de baño).
- Disculpa, se me apagó el calefón y solo hay agua fria... Seguro se te puso maní.. Jajaja.
- Si bolo, re fria el agua. Le dije.
- Toma la toalla, salí. Me dijo.
Salí todo mojado. Él me vio desnudo, pero no me pasaba la toalla.
-¿Me pasas el toallón colo?.
- Si toma. A la mierda que la tenés chica. Jajajaja.
- Y si.. Jajaja y vos? a ver mostra.
Dejó caer su toalla y vi su verga. Era muy peluda, con los pelos rojos al igual que las bolas. El pene era pequeño, debido al frio. Estaba circuncidado.
- Maní también. Jajaja. Secate vamos al living. Dijo.
Me sequé, salí al living y me senté a su par. Tomamos más cervezas...
- ¿Che y parada como la tenés? Le dije.
- Grande y venosa. Jaajaja. Dijo. ¿Quéres ver?.
De pronto se soltó la toalla. Y vi que la tenía gomosa. Se empezó a tocar la verga y los huevos mientras se le paraba. Yo no podía dejar de ver ese cuadro artístico, mientras se me paraba a mi también (igual que ahora).
Pasó su mano sobre mi verga, y me la apretó, diciendo: ¿Te calienta mi verga? ¿Nos pajeamos?.
Yo me saqué el toallón y le toque la verga, era muy dura, sin prepucio, colorada con muchos pelos. Mientras él hacia lo mismo.
Nos pajeamos unos minutos y me dice: ¿te gusta mi pija? ¿te animas a chuparla?
Me arrodille frente a él y empecé a mamar esa verga pelirroja y dura.
Estaba muy jugosa, la disfrutaba de tener en mi boca.... Estuve haciéndole un pete por unos minutos, hasta que me dijo. Parate, me toca. Me puse de pie, y él sentado en el sofá, empezó a chupar mi pija. Yo le agarraba el pelo y se la metía hasta el fondo.
De pronto su lengua bajo a mis bolas, luego a mi ano. Sentía el cielo por esa barba pelirroja.
-Vení, sentate en mi pija. Me dijo.
Hice caso, y me senté sobre él mirándolo, mientras me la metía despacio. Cada centímetro que entraba era la gloria, me sentía en el cielo y no podía resistir los gemidos. Estaba muy caliente.
Me cogió así un rato. Luego me dio la vuelta, dándole la espalda y me puso en cuatro. ahí me cogió rápido y fuerte. Él estaba de pie y yo en cuatro. Sentía como en mi cola chocaban sus bolas que colgaban llena de leche.
-Vení, tomate mi leche, me dijo.
Me di la vuelta, abrí la boca, saque la lengua y salió un chorro de leche con mucha potencia.
Me llenó la lengua y la nariz de leche. Se acercó y empezó a pasarme la lengua, tomándose su propia leche mientras nos besábamos.
Parate, quiero tu leche. Me dijo.
Me puse de pie, y empezó a petearme y pajearme con mucha fuerza. A los minutos le metí la verga hasta el fondo de la garganta y le llene de semen.
- Que rico amigo. Vení a verme cuando quieras. Dijo.
Luego me cambié y me fui a mi casa.
De ahí, siempre íbamos al baño del trabajo, donde nos pajeabamos en los migitorios.
Espero que les haya gustado mi historia y estén al re palo. Suban fotos de sus pijas para ver si son circuncidados o no.
Saludos poringueros....
Era el año 2016 y me llamaron para un laburito en una empresa química (donde hacen lavandina, perfumes, venenos, etc.). Un día me llaman para firmar el contrato de trabajo junto a otros dos compañeros que quedaron seleccionados: Jorge, el callado, correcto, bajito, el tipo común; y Santiago, el colorado (pelirrojo), charlatán, flaco, alto y un poco burlisto (bully). Los tres quedamos para realizar tareas administrativa.
El primer día de trabajo me cayó muy bien Santiago. Charlaba mucho. Ahí me enteré que vivía a unas cuadras de mi casa, que tenía 28 años (yo 25 en ese entonces), que tenía novia (al igual que yo), le gustaba la cerveza, hincha de River y amaba el porro. Fue generar confianza en el primer día. Con Jorge, poco y nada. Incluso un mudo hablaba más que él. Sin embargo era muy correcto y un poco juzgador.
A medida que pasaban los días, generamos mucha confianza con el Colo. Me llevaba al laburo algunas flores o porritos, todo a escondidas de Jorge.
Teníamos que realizar archivos en un sector de la empresa que estaba alejado, casi nadie entraba en ese galpón salvo nosotros tres, y eventualmente nuestro jefe.
Siempre veía el bulto del colo, en forma disimulada, imaginando cómo podía ser su pija y sus bolas, por el simple hecho de ser colorado. Pero nunca me atreví a preguntarle debido a Jorge.
Una vez, luego de almorzar, el colo se acerca a mi, y delante de Jorge me pregunta:
- Che Juan, ¿vos te hiciste la circuncisión?.
- Nooo... le respondí, un poco ahogado por la vergüenza de que Jorge nos miraba ante esa pregunta desubicada. No quise preguntar el porqué ni nada, para no generar sospechas.
Sin embargo el resto de la tarde, me quedé pensando en esa pregunta. ¿Por qué la había hecho? ¿Qué buscaba? ¿Por qué delante de Jorge y no sólos? Eran reflexiones dentro de mí, que no encontraban respuestas pero si, generaban mucho morbo.
En otro orden, teníamos dos baños grandes dentro de la empresa. Uno muy lindo, limpio y con todos los adornos. Y el otro era un asco, ya que no tenía agua, estaba todo roto, no había separadores para orinar ni nada. Nadie iba a este último.
Al finalizar la jornada laboral tipo 17hs, debíamos de ir al baño a cambiarnos de ropa. Jorge se había retirado unos minutos antes debido a un problema familiar. Quedamos Santiago y yo.
Cuando nos vamos a cambiar, fuimos al baño bonito pero hacían fila para cambiarse. Entonces nos fuimos al baño feo, donde nunca había nadie.
Apenas entró el colo, fue acercarse a los mingitorios a mear. Yo me puse a su par, y empecé a mear, mientras hablábamos del problema que había tenido Jorge.
En el aire se olía a nerviosismo, ninguno de los dos nos animábamos a ver nuestras vergas. Nos mirábamos los ojos, mientras charlábamos y orinábamos.
En eso el colo se sacude y se saca la ropa delante mío, quedando en bóxer, mientras yo seguía orinando y lo miraba.
Agarré valor y le dije:
- Che, ¿por qué me preguntaste si me había circuncidado?.
-Santiago me respondió: jajaja... pasa que a mi me circuncidaron de niño, y me da curiosidad como es una verga no circuncidada.
- Ah,... Yo no soy circuncidado, y me da curiosidad los pibes que se han circuncidado. En realidad no conozco ninguno. Pero no sé... Me imagino que es incomodo, que te raspa.
- Claro. ¿Querés que te muestre? ¿y vos me mostras?.
-Dale. Le dije.
Me empecé a sacar la ropa, quedé en boxer al igual que él. Pero escuchamos que venían unos obreros. Así, rápido nos cambiamos y salimos del baño.
Ambos quedamos en silencio, subimos al colectivo y nos sentamos juntos.
- Che Juan, me quedé con la curiosidad. Mi viejo vuelve mañana de un viaje. Si querés vamos a mi casa, comparamos unas cervezas y nos fumamos uno porros.
- Si de una. Le dije.
Llegamos a su casa, subimos al departamento. Voy a pegarme una ducha, acá tenés el control, mirá algo en la tele. Me dijo el colo.
Puse MTV mientras el colo se duchaba... De pronto salió un poco mojado con el toallón blanco a la cintura. Lo veía y era increible, me calentaba mucho... Les dejo una foto para que lo vean
Se fue a la heladera, vino con una cerveza, la abrió, tomó un trago y me convido del pico. Se sentó en el sillón frente a mí, abriendo un poco las piernas. De reojo se podía ver sus bolas que colgaban.
- ¿Estas bien?. Te veo acalorado. ¿Queres ducharte? te presto una toalla.
- Si, hace calor. Dale préstame así me ducho.
- Dale, anda a la ducha, ahora te la paso. Me dijo.
Fui a bañarme con agua fria...
De pronto Colo entra al baño y me deja la toalla sobre el lavamanos y me charlaba, mientras me miraba (podía verlo a través de la cortina de baño).
- Disculpa, se me apagó el calefón y solo hay agua fria... Seguro se te puso maní.. Jajaja.
- Si bolo, re fria el agua. Le dije.
- Toma la toalla, salí. Me dijo.
Salí todo mojado. Él me vio desnudo, pero no me pasaba la toalla.
-¿Me pasas el toallón colo?.
- Si toma. A la mierda que la tenés chica. Jajajaja.
- Y si.. Jajaja y vos? a ver mostra.
Dejó caer su toalla y vi su verga. Era muy peluda, con los pelos rojos al igual que las bolas. El pene era pequeño, debido al frio. Estaba circuncidado.
- Maní también. Jajaja. Secate vamos al living. Dijo.
Me sequé, salí al living y me senté a su par. Tomamos más cervezas...
- ¿Che y parada como la tenés? Le dije.
- Grande y venosa. Jaajaja. Dijo. ¿Quéres ver?.
De pronto se soltó la toalla. Y vi que la tenía gomosa. Se empezó a tocar la verga y los huevos mientras se le paraba. Yo no podía dejar de ver ese cuadro artístico, mientras se me paraba a mi también (igual que ahora).
Pasó su mano sobre mi verga, y me la apretó, diciendo: ¿Te calienta mi verga? ¿Nos pajeamos?.
Yo me saqué el toallón y le toque la verga, era muy dura, sin prepucio, colorada con muchos pelos. Mientras él hacia lo mismo.
Nos pajeamos unos minutos y me dice: ¿te gusta mi pija? ¿te animas a chuparla?
Me arrodille frente a él y empecé a mamar esa verga pelirroja y dura.
Estaba muy jugosa, la disfrutaba de tener en mi boca.... Estuve haciéndole un pete por unos minutos, hasta que me dijo. Parate, me toca. Me puse de pie, y él sentado en el sofá, empezó a chupar mi pija. Yo le agarraba el pelo y se la metía hasta el fondo.
De pronto su lengua bajo a mis bolas, luego a mi ano. Sentía el cielo por esa barba pelirroja.
-Vení, sentate en mi pija. Me dijo.
Hice caso, y me senté sobre él mirándolo, mientras me la metía despacio. Cada centímetro que entraba era la gloria, me sentía en el cielo y no podía resistir los gemidos. Estaba muy caliente.
Me cogió así un rato. Luego me dio la vuelta, dándole la espalda y me puso en cuatro. ahí me cogió rápido y fuerte. Él estaba de pie y yo en cuatro. Sentía como en mi cola chocaban sus bolas que colgaban llena de leche.
-Vení, tomate mi leche, me dijo.
Me di la vuelta, abrí la boca, saque la lengua y salió un chorro de leche con mucha potencia.
Me llenó la lengua y la nariz de leche. Se acercó y empezó a pasarme la lengua, tomándose su propia leche mientras nos besábamos.
Parate, quiero tu leche. Me dijo.
Me puse de pie, y empezó a petearme y pajearme con mucha fuerza. A los minutos le metí la verga hasta el fondo de la garganta y le llene de semen.
- Que rico amigo. Vení a verme cuando quieras. Dijo.
Luego me cambié y me fui a mi casa.
De ahí, siempre íbamos al baño del trabajo, donde nos pajeabamos en los migitorios.
Espero que les haya gustado mi historia y estén al re palo. Suban fotos de sus pijas para ver si son circuncidados o no.
Saludos poringueros....
2 comentarios - Mi compañero de trabajo EL COLO