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[Relato Gay] Me cogí a mi hermano

Antes de comenzar quiero agradecer por los comentarios que recibí en mi relato anterior. Me dieron el valor de narrarles otra experiencia sexual hiper bizarra de mi vida.


Esto hace pasó hace algunos años ya, en el verano. Mi hermano es casi 10 años más grande que yo, así que para ese momento él estaba recién entrado en los 30 y yo empezando la veintena. En esa época me dedicaba full time al estudio, pero como era verano me decidí a tomarme un par de semanas antes de ponerme a preparar algún examen. Vivía con mi hermano y mis padres, que como trabajaban me dejaban la casa para mi solo gran parte del día.

Una tarde de principios de enero yo estaba en el patio cuando escuché que la puerta se abría y alguien entraba a casa. Era mi hermano, que había salido un par de horas antes del trabajo. En ese momento vivíamos en una casa no muy grande pero que tenía patio, en el que armábamos una vieja pileta de lona para intentar refrescarnos un poco al menos. 

Saludé a mi hermano y charlamos un poco, hasta que decidí que era hora de un chapuzón. Fui a mi pieza y me puse el short de baño. Le pregunté a mi hermano si se iba a meter y me dijo que si. Fue a la pieza y volvió en bóxer y con una toalla. No me llamó mucho la atención que no se pusiera una maya, cuando estábamos solos solíamos hacer eso.

Nos metimos, charlamos un poco y él se puso a flotar y hacer la plancha en el agua. No había mucho espacio, ya que era una pileta de lona no muy grande, así que yo me quede sentado en una punta, mirando a la nada y pensando en mis cosas cuando de golpe mi vista se posa en el cuerpo de mi hermano y en su intento de plancha. El calzoncillo se le había bajado casi todo y tenia prácticamente toda la pija afuera. Mi primera reacción fue casi una risa tonta. La realidad es que, si bien cuando era más chico a veces se bañaba conmigo o nos cambiábamos en el mismo lugar, cuando crecí empezó a ser más vergonzoso conmigo, al punto de pedirme que espere afuera del cuarto mientras él se cambiaba.

Francamente yo nunca tuve el morbo de querer estar con algún miembro de mi familia. Pero a veces las cosas pasan sin que uno las quiera o se las proponga. En fin. Siguió flotando un rato más en la pileta hasta que se paró y salió. “Me voy a acostar un rato” me dijo sin mucha preocupación por lo que acababa de pasar. Claramente no estaba preocupado, porque se secó un poco y ahí nomás en el medio del patio se sacó el bóxer y lo colgó en el tender. Ahora si, lo estaba viendo totalmente desnudo por primera vez.

Si bien hasta ese momento nunca había reparado en él de una forma sexual, puedo decir que verlo desnudo no me desagradó para nada. No era especialmente lindo, era más bien un chico normal. Alto, con pelo negro y, quizás lo más atractivo, ojos verdes. En esa época tenía barba. Su contextura era normal también. Para nada atlético, pero el fútbol que jugaba con sus amigos 2 veces a la semana no era en vano.

Se metió adentro mientras yo seguía ahí sentado en agua, incrédulo, preguntando qué mosca le habría picado al que hasta hace unos días no le gustaba ni siquiera que lo vea sin camisa. No sé si fue instinto o pura curiosidad, pero me paré y fui a la pieza atrás de él. Y ahí me lo encontré, acostado y desnudo. Si alguien me lo hubiera contado no le hubiera creído.

“¿Te vas a acostar un rato?” Me preguntó. No lo había pensado, pero no me venía mal una siesta. Asentí, y sin dudar me propuso que me acueste en su cama con él, así no desarmaba también la mía ya que nuestra madre siempre se quejaba de que desordenábamos las camas antes de la noche todo el tiempo. En eso tenía toda la razón, y ya habíamos compartido cama muchas veces antes por esto mismo, pero hasta ahora siempre con ropa. Si bien compartíamos la habitación, era un cuarto grande y los dos teníamos una cama de dos plazas.

Me saqué el short de baño mojado y me acosté al lado de él. Era una situación tan extraña que no sabía bien qué hacer, actuaba por instinto. Mi hermano cerró los ojos y se puso a dormitar boca arriba. Yo intenté hacer lo mismo, pero no podía mantener los ojos cerrados. Intenté mirar para otro lado, pero mis ojos volvían hacia él. Traté de concentrarme en otras partes de su cuerpo, pero terminaba por mirarle el pito. Noté que no estaba muerto del todo. En efecto, de a poco subía y no tardó en estar totalmente erecto. Me pregunté si estaba teniendo algún sueño erótico.

Para distraerme de esos pensamientos tomé la decisión que sellaría nuestro destino: me puse de costado, dándole la espalda. Casi como si fuera un acto reflejo él se dio vuelta también y me abrazó. Pensé en intentar zafarme, me daba vergüenza pensar que pasaría si se despertara y nos viera así. Apenas pude pensar algo cuando sentí como sus manos me separaban las nalgas y me metía el pene adentro.

Gire la cabeza para verle la cara. Y ahí estaba, con los ojos cerrados, mientras su pija se paseaba por adentro de mi culo, hasta que se paró justo en mi ano e hizo fuerza para metérmela adentro. La falta de lubricación y mi muy escasa actividad sexual hasta la fecha hicieron que eso sea bastante doloroso para mi. Reprimí el grito y en su lugar apreté la sábana y mordí la almohada. Giré la cabeza de nuevo. ¿De verdad estaría durmiendo? Siguió luchando por meterme la pija hasta que entró un poquito. Siguió haciendo fuerza hasta que entró más y me cogió así por un rato, hasta que la sacó.

A los pocos segundos me volvió a abrir las nalgas y me la metió de nuevo, y esta vez me dolió un poco más, a pesar de que entró más fácil. Después de un rato de tener su pija metida adentro de mi culo estrecho, se volteó y quedó cabeza arriba de nuevo. Como si cogida me daba más dolor que placer hice lo mismo, pero en un segundo acto reflejo me puso la mano atrás de la cabeza y me la llevó a su ingle. Atiné justo a abrir la boca y apuntar a su pija para evitar un golpe. Fue tal la fuerza que hizo que me la metí toda adentro de una. Sin querer me enseñó la garganta profunda.

Volví a mirarle la cara. Los ojos seguían cerrados, como en un profundo sueño. Hasta que su boca empezó a moverse. Al principio no escuché lo que decía, pero distinguí el nombre Natalia. Era la novia con la cual había cortado hace muy pocos días. “Chupala Natalia”. Yo no era Natalia pero por las dudas se la chupé igual. No paraba de preguntarme cómo alguien dormido podía hacer todo eso. Le siguió pidiendo a Natalia que se la chupe y siguió gimiendo, mientras yo se la seguía chupando. Y así un largo rato hasta que los gemidos se volvieron más intensos y me la vi venir aunque reaccione tarde, y una generosa cantidad de semen empezó a brotar de su pija y entró en mi boca. Traté de tomarla toda y tragarla para que no le caigan gotas a él. Me parecía raro que esté dormido en serio pero al menos le daba el beneficio de la duda.

Cuando terminé de tragar, me acosté boca arriba de nuevo y se puso de costado, dándome la espalda. Empezó a roncar suavemente, y a la media hora se despertó y fue al baño. Yo aproveché para masturbarme y vestirme. 

Nunca hablamos de ese día ni tuve el valor de preguntarle. Creo que es de esas cosas que es mejor no saber. Como dije, nunca tuve el morbo de coger con parientes, más bien se dio en un par de ocasiones pero no fue algo que me quite el sueño. En caso de que se lo pregunten, si, después de ese día volvió a la normalidad y a “tenerme vergüenza” excepto en dos ocasiones en las que me dejó verlo desnudo cuando se cambiaba y otra vez que como había invitados dormimos juntos y en un momento de la noche me comí un tremendo apoye, pero esa vez si puede que haya estado dormido...

2 comentarios - [Relato Gay] Me cogí a mi hermano

mgm67 +1
Yo creo que estaba muy consciente de lo que pasaba pero que jamás te lo va admitir.
Me gusto como contaste la historia. Van 10pts
FefeSosa
Tremendo.
Estaba muy conciente jaja nadie es capaz de estar taaaan dormido así como para no darse cuenta de eso