Antes, cuando era más chico (tengo 26, a los 17-18), me veía con un chico de la localidad de donde soy, que era mucho más grande, tendría unos 36/37 años, y me decía pendejito como cariñosamente, pero cada vez que cogiamos me hacía sentir ese cariño de la forma más exitante posible.
imagínense con 17/18 años las hormonas a full, este papi que con su metro 83, me agarraba del cuello, me pasaba sus dedos suavemente por los labios, me hacía chuparselos uno por uno, para después comerme la boca.
mera rato, porque era definitivamente fuerte su forma de besar, pero a su vez lento, húmedo y con un ritmo muy marcado, al cual acompañaba con pequeños arrimones de su pija contra mi pelvis
ni hablar de esa pija, tiesa, más gorda que larga, pesada. Con mis manos sentía que podía meterme todo eso en la boca pero honestamente no entraba toda. Me hacía doler y el disfrutaba verme intentando y no rendirme para poder complacerlo, mientras le dejaba toda la base de la pija húmeda con cada arcada y cada intento
entretanto, lo que a él más le exitaba, era que yo, con mi aspecto y actitud masculina, me pusiera ropa de nena, y terminara siendo su puta. Por eso me regalo tangas, polleritas, y estas redes.
siempre disfrutaba de hacerme sentar en su regazo y agarrarme con ambas manos bien fuerte de las nalgas. Jugueteaba pasando un dedo por algún agujero de las medias buscando por mi agujero, para escupirse, mojarmelo y metérmelo bien profundo. Disfrutaba ver mi cara de placer mientras el lo hacía, y yo, yo estaba en la gloria.
imagínense con 17/18 años las hormonas a full, este papi que con su metro 83, me agarraba del cuello, me pasaba sus dedos suavemente por los labios, me hacía chuparselos uno por uno, para después comerme la boca.
mera rato, porque era definitivamente fuerte su forma de besar, pero a su vez lento, húmedo y con un ritmo muy marcado, al cual acompañaba con pequeños arrimones de su pija contra mi pelvis
ni hablar de esa pija, tiesa, más gorda que larga, pesada. Con mis manos sentía que podía meterme todo eso en la boca pero honestamente no entraba toda. Me hacía doler y el disfrutaba verme intentando y no rendirme para poder complacerlo, mientras le dejaba toda la base de la pija húmeda con cada arcada y cada intento
entretanto, lo que a él más le exitaba, era que yo, con mi aspecto y actitud masculina, me pusiera ropa de nena, y terminara siendo su puta. Por eso me regalo tangas, polleritas, y estas redes.
siempre disfrutaba de hacerme sentar en su regazo y agarrarme con ambas manos bien fuerte de las nalgas. Jugueteaba pasando un dedo por algún agujero de las medias buscando por mi agujero, para escupirse, mojarmelo y metérmelo bien profundo. Disfrutaba ver mi cara de placer mientras el lo hacía, y yo, yo estaba en la gloria.
5 comentarios - Como me queda la ropita de nena? + relato
TE COMO ESA COLA!