Buenas noches, tardes o días, dependiendo del horario que lean esto. Hoy, vengo a comentarles algo que anduvo en mi mente por un tiempo. "¿Por qué el título, Gaby? ¿Estás triste?" No va por ahí el asunto.
La cosa es la siguiente, me acordé de un montón de anécdotas en las que se me encendió la llamita de la lujuria en lugares que no podía, ni debía. Como por ejemplo, me he sentido muy caliente en una cena con mi chongo y unos invitados, amigos de él, en las que... me tentaba mucho que nos atrapen en esa situación. Me re morboseaba.
O quizás la ves que estaba sólita por una calle, y me dieron ganitas. Me picaba la colita, quería un buen pedazo de carne que me rasque por dentro. Espero me comprendan (yo creo que sí jajaj). La cuestión es que se me mezclaban esa calentura con el morbo de que me vean y quieran de mí. Me pone muy al palo (de hecho, me estoy acordando y me pongo bien PUTA). Así que, paré en una calle solitaria, me empecé a tocar la cola. En una de esas, se me arrima un auto con dos pibes dentro que me miran y me llaman con el dedo. Me les acerco. Uno me dice: "¿no querés subir y tocarme la palanca de cambios? ¿no te copás en un trío?". Generalmente no cojo con cualquiera, pero la calentura, me arrastró a aceptar y embarcarme en esa situación super excitante.
O también, cuando era muy adolescente y tenía fantasías con irme a la parte bien alta del cole (en plenos exámenes de Marzo, claro, cuando no había nadie) que pase el que limpia, me vea en tanga y me quiera clavar bien duro. Era un morocho madurito hermoso y MACHISIMO. Casi que se lo propongo, pero no era tan caradura en ese entonces jajaj.
Se me vienen anécdotas de mis compañeros pelándome la verga en el baño o por chat jajaj (aclaro que no tengo SIDA, siempre usé protección). Creo que eso era porque en gimnasia me ponía tanga y arriba un joggin que me quedaba ajustado, casi como tanga.
En fin, se me vienen tantas anécdotas sexuales de cabezas, digo... a la cabeza, que me gustaría contarlas todas. Bueh.. se hacía la garchada suprema jajaj. Pero no, no fueron tantas tampoco. Pero creo que hubo mas morbo que otra cosa en esos polvos.
Ahora, ¿por qué el título? Simplemente porque la calentura es muy cruel cuando es mucha y solo te acompaña la soledad.
A fines de cuenta, los que cuentan, son solo los ratones que pasean por mi mente, haciendo que me despierte la diablita entangada que llevo dentro. La putita tragaleche que suelo ser en la cama.
Quizás mas adelante, no cuelgue tanto y suba algunas anécdotas si quieren.
Muchos besos en sus cabezas.
La cosa es la siguiente, me acordé de un montón de anécdotas en las que se me encendió la llamita de la lujuria en lugares que no podía, ni debía. Como por ejemplo, me he sentido muy caliente en una cena con mi chongo y unos invitados, amigos de él, en las que... me tentaba mucho que nos atrapen en esa situación. Me re morboseaba.
O quizás la ves que estaba sólita por una calle, y me dieron ganitas. Me picaba la colita, quería un buen pedazo de carne que me rasque por dentro. Espero me comprendan (yo creo que sí jajaj). La cuestión es que se me mezclaban esa calentura con el morbo de que me vean y quieran de mí. Me pone muy al palo (de hecho, me estoy acordando y me pongo bien PUTA). Así que, paré en una calle solitaria, me empecé a tocar la cola. En una de esas, se me arrima un auto con dos pibes dentro que me miran y me llaman con el dedo. Me les acerco. Uno me dice: "¿no querés subir y tocarme la palanca de cambios? ¿no te copás en un trío?". Generalmente no cojo con cualquiera, pero la calentura, me arrastró a aceptar y embarcarme en esa situación super excitante.
O también, cuando era muy adolescente y tenía fantasías con irme a la parte bien alta del cole (en plenos exámenes de Marzo, claro, cuando no había nadie) que pase el que limpia, me vea en tanga y me quiera clavar bien duro. Era un morocho madurito hermoso y MACHISIMO. Casi que se lo propongo, pero no era tan caradura en ese entonces jajaj.
Se me vienen anécdotas de mis compañeros pelándome la verga en el baño o por chat jajaj (aclaro que no tengo SIDA, siempre usé protección). Creo que eso era porque en gimnasia me ponía tanga y arriba un joggin que me quedaba ajustado, casi como tanga.
En fin, se me vienen tantas anécdotas sexuales de cabezas, digo... a la cabeza, que me gustaría contarlas todas. Bueh.. se hacía la garchada suprema jajaj. Pero no, no fueron tantas tampoco. Pero creo que hubo mas morbo que otra cosa en esos polvos.
Ahora, ¿por qué el título? Simplemente porque la calentura es muy cruel cuando es mucha y solo te acompaña la soledad.
A fines de cuenta, los que cuentan, son solo los ratones que pasean por mi mente, haciendo que me despierte la diablita entangada que llevo dentro. La putita tragaleche que suelo ser en la cama.
Quizás mas adelante, no cuelgue tanto y suba algunas anécdotas si quieren.
Muchos besos en sus cabezas.
2 comentarios - La desventaja de mi soledad.