Éramos un grupode 4 ó 5 amigos de 14 ó 15 años, nos la pasábamos hablando de sexo, aunque hasta esa época ninguno tenía experiencia alguna.
Una noche, en unahabitación trasera de la casa de uno, mirando unas imágenes apenas sugerentes (en aquellos tiempos el porno era inaccesible) empezamos a pelar nuestras pijas y masturbarnos. Era casi una travesura. Lo serio era Francisco, cuando se bajó los pantalones lo que apareció nos dejó a todos muy impresionados. Era una pija muy, muy grande e increíblemente bella para mi gusto.
Particularmente trataba de que no atrapara mi atención pero me fue imposible no dedicarle unas cuantas miradas cargadas de deseo.
Cada uno fue terminando y la cosa quedó así, medio entre risas, medio entre cierto aire -porlo menos en algunos- de haber querido ir un poco más allá.
En las semanas siguientes creo que le dediqué varias pajas a Francisco y su magnífica pija.
Tiempo después, más o menos el mismo grupo, tuvimos la idea de hacer algo novedoso paranosotros.
Comprar preservativos y hacernos la paja con los condones puestos. Sería la primera vez que forraríamos nuestras jóvenes pijas. “Paja de lujo” le decíamos.
Una vez que loscompramos enfilamos para la parte trasera de una estación de servicios donde pensábamos llevar a cabo nuestra pequeña “orgía”.
Esperábamos encontrarnos con un solar oscuro, pero lamentablemente, al llegar, descubrimosque lo habían iluminado. Nos quedamos sin lugar. A los pocos minutos se largó una lluvia muy fuerte y nos desbandamos.
Yo fui a mi casa, mis padres no estaban. Me calcé el preservativo y disfruté de una paja novedosa.
Listo, pensé...
Salí de mi casa, la lluvia había parado y decicí ir al club para ver si encontraba a alguien. En la esquina me encontré con Francisco.
Comenzamos acharlar.
- ¿Te pajeaste?
- Sí, en mi casa ,mis viejos no están. ¿Vos?
- No, ¿no me dejás que me pajee en tu casa?
- Dale, vamos
Entramos y lo acompañé al baño. Se paró en el lavatorio, frente al espejo y peló su enorme pija ya durísima. Hizo todo con mucha lentitud mientras yo lo miraba casi fuerade mí. Desenvolvió el preservativo, se lo puso parsimoniosamente y comenzó apajearse muy, muy despacio.
- Agarrala flaco.Yo temblaba por dentro y me costó mucho pero le dije que no.
Me fui al living, me bajé los pantalones y comencé a masturbarme. Volaba, deseaba esa pija de una manera descontrolada, pensé en apurarme y acabar lo antes posible, pero medetuve y me fui al baño y sin decir palabra tomé suavemente su pija y lo empecéa pajear.
Estaba durísima, parecía que iba a explotar. La cabeza era del tamaño de un durazno.
- ¿Te gusta? me dijo en tono provocativo.
Yo subí laapuesta: - Me encanta, estoy recaliente. Mientras empezaba a jugar con mi dedo pulgar marcando las formas de esa hermosa cabeza.
- Chupala
No le contesté, me senté sobre el sanitario y él se paró frente a mí. Empecé a chuparla con desesperación, sentía que era genial. El me tomó suavemente de la cabeza y yo con mi mano sujetaba la base del tronco de su pija. El movía mi cabeza a modo de cogerme por la boca.
Así, despacito,estuvimos un rato. Justo en el momento en que le iba a pedir que se quitara elforro para chuparla a pelo y que me acabe en la boca, me dice:
- Parate, ahorame toca a mí.
No lo podía creer,si al él también le gustaba seguramente iba a mantener esto en la reserva y probablemente lo podríamos repetir muchas veces.
En un momento nos miramos a los ojos y me ofreció su lengua. Nos comimos las bocas. En aquel tiempo yo pensaba que jamás haría eso, pero con la excitación que tenía eracapáz de todo.
Después la siguió mamando con muchas ganas, casi con desesperación. La tomaba del tronco y se golpeaba la cara. Yo le pedía que lo hiciera despacio por temor a acabar. Entonces… se dio vuelta, se afirmó sobre el sanitario y me dijo: metémela.
Costó, pero pude penetrarlo y empezar a cogerlo con muchas ganas. Gemía. Me decía montones de cosas lindas. Al poco tiempo sentí que me venía, se lo dije y me dijo: llename el culo de leche.
Quedé exhausto encima de él. Siempre había temido por ese momento. Ese corte abrupto, esa baja en la calentura. Sospechaba que me iba a arrepentir de todo lo hecho. Sin embargo, y a pesar de haber eyaculado hacía poco tiempo, vi que empezaba a pajearse para acabar y sentí que no quería desperdiciar semejante verga. Se latomé, lo besé, y empecé a chuparla y pajearla hasta que me lleno la boca y la cara de su rica leche.
Había pasado bastante tiempo. Nos lavamos, nos cambiamos y dejamos mi casa. Fuimos a laesquina y nos sentamos en un tapial. Fumamos. La humedad de la lluvia se levantaba y estaba fresco.
- Francisco, megustaría que lo sigamos haciendo.
- Tengo todas lastardes libres en mi casa, espero que vengas siempre flaco.
- Quiero que me cojas Francisco, pero tu pija es enorme, ¿me va a entrar?
- Si, con paciencia y si te gusta te va a entrar.
Nos fuimos al bar, era muy tarde, encontramos a los otros del grupo, cada uno contó qué habíahecho.
Yo dije que lo había hecho en mi casa y Francisco dijo que no, que no había encontrado lugar, que lo dejaba para cuando llegara a la suya.
Esta pija no es la de Francisco, pero me la recuerda mucho:
Mi historia con Francisco es muy larga. En próximas entregas, si les gusta, les sigo contando.
Una noche, en unahabitación trasera de la casa de uno, mirando unas imágenes apenas sugerentes (en aquellos tiempos el porno era inaccesible) empezamos a pelar nuestras pijas y masturbarnos. Era casi una travesura. Lo serio era Francisco, cuando se bajó los pantalones lo que apareció nos dejó a todos muy impresionados. Era una pija muy, muy grande e increíblemente bella para mi gusto.
Particularmente trataba de que no atrapara mi atención pero me fue imposible no dedicarle unas cuantas miradas cargadas de deseo.
Cada uno fue terminando y la cosa quedó así, medio entre risas, medio entre cierto aire -porlo menos en algunos- de haber querido ir un poco más allá.
En las semanas siguientes creo que le dediqué varias pajas a Francisco y su magnífica pija.
Tiempo después, más o menos el mismo grupo, tuvimos la idea de hacer algo novedoso paranosotros.
Comprar preservativos y hacernos la paja con los condones puestos. Sería la primera vez que forraríamos nuestras jóvenes pijas. “Paja de lujo” le decíamos.
Una vez que loscompramos enfilamos para la parte trasera de una estación de servicios donde pensábamos llevar a cabo nuestra pequeña “orgía”.
Esperábamos encontrarnos con un solar oscuro, pero lamentablemente, al llegar, descubrimosque lo habían iluminado. Nos quedamos sin lugar. A los pocos minutos se largó una lluvia muy fuerte y nos desbandamos.
Yo fui a mi casa, mis padres no estaban. Me calcé el preservativo y disfruté de una paja novedosa.
Listo, pensé...
Salí de mi casa, la lluvia había parado y decicí ir al club para ver si encontraba a alguien. En la esquina me encontré con Francisco.
Comenzamos acharlar.
- ¿Te pajeaste?
- Sí, en mi casa ,mis viejos no están. ¿Vos?
- No, ¿no me dejás que me pajee en tu casa?
- Dale, vamos
Entramos y lo acompañé al baño. Se paró en el lavatorio, frente al espejo y peló su enorme pija ya durísima. Hizo todo con mucha lentitud mientras yo lo miraba casi fuerade mí. Desenvolvió el preservativo, se lo puso parsimoniosamente y comenzó apajearse muy, muy despacio.
- Agarrala flaco.Yo temblaba por dentro y me costó mucho pero le dije que no.
Me fui al living, me bajé los pantalones y comencé a masturbarme. Volaba, deseaba esa pija de una manera descontrolada, pensé en apurarme y acabar lo antes posible, pero medetuve y me fui al baño y sin decir palabra tomé suavemente su pija y lo empecéa pajear.
Estaba durísima, parecía que iba a explotar. La cabeza era del tamaño de un durazno.
- ¿Te gusta? me dijo en tono provocativo.
Yo subí laapuesta: - Me encanta, estoy recaliente. Mientras empezaba a jugar con mi dedo pulgar marcando las formas de esa hermosa cabeza.
- Chupala
No le contesté, me senté sobre el sanitario y él se paró frente a mí. Empecé a chuparla con desesperación, sentía que era genial. El me tomó suavemente de la cabeza y yo con mi mano sujetaba la base del tronco de su pija. El movía mi cabeza a modo de cogerme por la boca.
Así, despacito,estuvimos un rato. Justo en el momento en que le iba a pedir que se quitara elforro para chuparla a pelo y que me acabe en la boca, me dice:
- Parate, ahorame toca a mí.
No lo podía creer,si al él también le gustaba seguramente iba a mantener esto en la reserva y probablemente lo podríamos repetir muchas veces.
En un momento nos miramos a los ojos y me ofreció su lengua. Nos comimos las bocas. En aquel tiempo yo pensaba que jamás haría eso, pero con la excitación que tenía eracapáz de todo.
Después la siguió mamando con muchas ganas, casi con desesperación. La tomaba del tronco y se golpeaba la cara. Yo le pedía que lo hiciera despacio por temor a acabar. Entonces… se dio vuelta, se afirmó sobre el sanitario y me dijo: metémela.
Costó, pero pude penetrarlo y empezar a cogerlo con muchas ganas. Gemía. Me decía montones de cosas lindas. Al poco tiempo sentí que me venía, se lo dije y me dijo: llename el culo de leche.
Quedé exhausto encima de él. Siempre había temido por ese momento. Ese corte abrupto, esa baja en la calentura. Sospechaba que me iba a arrepentir de todo lo hecho. Sin embargo, y a pesar de haber eyaculado hacía poco tiempo, vi que empezaba a pajearse para acabar y sentí que no quería desperdiciar semejante verga. Se latomé, lo besé, y empecé a chuparla y pajearla hasta que me lleno la boca y la cara de su rica leche.
Había pasado bastante tiempo. Nos lavamos, nos cambiamos y dejamos mi casa. Fuimos a laesquina y nos sentamos en un tapial. Fumamos. La humedad de la lluvia se levantaba y estaba fresco.
- Francisco, megustaría que lo sigamos haciendo.
- Tengo todas lastardes libres en mi casa, espero que vengas siempre flaco.
- Quiero que me cojas Francisco, pero tu pija es enorme, ¿me va a entrar?
- Si, con paciencia y si te gusta te va a entrar.
Nos fuimos al bar, era muy tarde, encontramos a los otros del grupo, cada uno contó qué habíahecho.
Yo dije que lo había hecho en mi casa y Francisco dijo que no, que no había encontrado lugar, que lo dejaba para cuando llegara a la suya.
Esta pija no es la de Francisco, pero me la recuerda mucho:
Mi historia con Francisco es muy larga. En próximas entregas, si les gusta, les sigo contando.
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