De fiestas en Uruguay. Con motivo de las fiestas mucha gentesale por ahí, entre ellos yo.
Como siempre, cada vez que puedo, no me pierdo la oportunidadde salir a caminar por la calle o por alguna playa con las calzas mostrando lacolita.
En este caso fue una tardecita en balneario kiyú.
Ya anochecía (serían las nueve de la noche aproximadamente),salí de la casa donde estaba a seis cuadras de la playa con unas calzas azules.
En esa parte no había mucho movimiento, solo algunas casascon luces y poca cosa más, entonces decidí bajar los barrancos a la playa, peromedio lejos del bullicio.
No hacía mucho calor por suerte, entonces, se podía caminarbien.
En esa veo dos muchachos de unos 18 años, tal vez 19 quevenían caminando en dirección opuesta, iban muy juntos por lo que presumí se trataba de una pareja, paso mediocerca, meneando la cola (hay que decirlo, estaban lindos los dos), cuando pasonoto que se dan vuelta y uno hace el ruido de un beso, lo escucho, muevo lacola un poco más y empiezo a caminar mas lento.
En eso siento pasos en la arena, miro para atrás y los dosque venían hacia mí, se frenan a unos diez metros. Sigo caminando, paré un pocomás la cola, pero caminaba lentamente, yendo hacia el lado de los barrancos.
Ya los noto casi atrás mío y siento que en voz baja uno ledice al otro” cuanto que le doy un beso”, no terminó de decirlo que lo teníaadelante mío queriendo darme un beso, obviamente se lo seguí, veo que quieresoltarme y yo seguí besándolo entonces, el otro me toma de atrás y empieza arefregarme mientras siento que se le va parando por abajo del short.
- Vamos para ahí, dice uno
Y fuimos a una parte que el barranco hace como una entrada yque estaba bien oscuro y no pasaba nadie.
Cuando llegamos los dos se bajan el short y tenían la vergaal mango, yo empiezo a agarrar una con cada mano, me agacho y empiezo a chupárselaa uno un rato, al otro después, hasta que tenía las dos vergas en la bocajuntas. En esa, miro de reojo para arriba y ellos se estaban besando. Me excitómás aún, seguí con más ganas, durante un rato.
En un momento, uno la sacó y fue para atrás, el otro sesentó entonces yo quedé en cuatro, chupándosela a uno, el otro me bajó lacalza, empezó a buscar mi agujero y ahí fue entrando lentamente ante mis jadeosde placer. Mientras me bombeaba, se estiraba para besar a su pareja, así unbuen rato hasta que prácticamente se vinieron a la vez, uno en mi cola, el otroen mi boca. La verdad, me puso tan loc@ que se la limpié bien y la tragué toda.
Quedamos un rato, donde me acariciaban y me besaban, sebesaban entre ellos hasta que decidimos darnos un chapuzón en el agua. Eso fueunos diez minutos después.
En el agua, estaba oscuro no se veía casi nada, el otro metoma por atrás y con la verga parada nuevamente empieza a moverse dentro mío,hasta que me la mete, el toro me empieza a besar, así me cogieron de vuelta enel agua.
Salimos, me sequé con el buzo porque no tenía toalla, mepuse las calzas, me siguieron besando y refregando un rato más y me fui.
Quedamos de vernos al día siguiente, pero esa es otra historia.
Como siempre, cada vez que puedo, no me pierdo la oportunidadde salir a caminar por la calle o por alguna playa con las calzas mostrando lacolita.
En este caso fue una tardecita en balneario kiyú.
Ya anochecía (serían las nueve de la noche aproximadamente),salí de la casa donde estaba a seis cuadras de la playa con unas calzas azules.
En esa parte no había mucho movimiento, solo algunas casascon luces y poca cosa más, entonces decidí bajar los barrancos a la playa, peromedio lejos del bullicio.
No hacía mucho calor por suerte, entonces, se podía caminarbien.
En esa veo dos muchachos de unos 18 años, tal vez 19 quevenían caminando en dirección opuesta, iban muy juntos por lo que presumí se trataba de una pareja, paso mediocerca, meneando la cola (hay que decirlo, estaban lindos los dos), cuando pasonoto que se dan vuelta y uno hace el ruido de un beso, lo escucho, muevo lacola un poco más y empiezo a caminar mas lento.
En eso siento pasos en la arena, miro para atrás y los dosque venían hacia mí, se frenan a unos diez metros. Sigo caminando, paré un pocomás la cola, pero caminaba lentamente, yendo hacia el lado de los barrancos.
Ya los noto casi atrás mío y siento que en voz baja uno ledice al otro” cuanto que le doy un beso”, no terminó de decirlo que lo teníaadelante mío queriendo darme un beso, obviamente se lo seguí, veo que quieresoltarme y yo seguí besándolo entonces, el otro me toma de atrás y empieza arefregarme mientras siento que se le va parando por abajo del short.
- Vamos para ahí, dice uno
Y fuimos a una parte que el barranco hace como una entrada yque estaba bien oscuro y no pasaba nadie.
Cuando llegamos los dos se bajan el short y tenían la vergaal mango, yo empiezo a agarrar una con cada mano, me agacho y empiezo a chupárselaa uno un rato, al otro después, hasta que tenía las dos vergas en la bocajuntas. En esa, miro de reojo para arriba y ellos se estaban besando. Me excitómás aún, seguí con más ganas, durante un rato.
En un momento, uno la sacó y fue para atrás, el otro sesentó entonces yo quedé en cuatro, chupándosela a uno, el otro me bajó lacalza, empezó a buscar mi agujero y ahí fue entrando lentamente ante mis jadeosde placer. Mientras me bombeaba, se estiraba para besar a su pareja, así unbuen rato hasta que prácticamente se vinieron a la vez, uno en mi cola, el otroen mi boca. La verdad, me puso tan loc@ que se la limpié bien y la tragué toda.
Quedamos un rato, donde me acariciaban y me besaban, sebesaban entre ellos hasta que decidimos darnos un chapuzón en el agua. Eso fueunos diez minutos después.
En el agua, estaba oscuro no se veía casi nada, el otro metoma por atrás y con la verga parada nuevamente empieza a moverse dentro mío,hasta que me la mete, el toro me empieza a besar, así me cogieron de vuelta enel agua.
Salimos, me sequé con el buzo porque no tenía toalla, mepuse las calzas, me siguieron besando y refregando un rato más y me fui.
Quedamos de vernos al día siguiente, pero esa es otra historia.
1 comentarios - de calzas en la playa