Esto que les relato a continuación sucedió a mediados de los 80, espero les guste ....
Ricardo ingresó en el último año de la secundaria proveniente del Liceo Militar ... era rubio, alto, cabeza en alto, muy buen físico, soberbio ... todas enseñanzas que le habían marcado los 4 años de colegio militar.
Su padre era dueño de una cadena de heladerías, por lo que la soberbia también venía del poder adquisitivo de su familia.
Con el único que se hablaba era conmigo producto de que compartíamos asiento en el aula.
Llegaba a la escuela en una moto Kawasaki 440 de color rojo, un maquinón para la época y obviamente las chicas del curso andaban como moscas a su alrededor, pero a él no parecía importarle mucho.
Para las vacaciones de Julio me invitó a pasar unos días en una quinta propiedad de su familia, la idea era acampar fuera de la casa (algo muy militar pensé), irían dos ex-compañeros del Liceo.
Como no tenía muchas opciones para elegir le dije que sí a su propuesta y dos días después de culminar las clases nos fuimos de campamento.
La casa quinta era inmensa, hermosa ... una gran arboleda rodeaba todo el predio. Armamos las carpas (en una dormían sus amigos y en la otra él y yo) y pasamos ese primer día jugando fútbol y mini golf (había una pequeña cancha de golf de 9 hoyos a un costado).
Llegada la noche hicimos una fogata y sentados alrededor empezamos a contar historias de terror y demás, hasta llegar al tema sexo. Todos contamos nuestras experiencias y anécdotas - muchas de ellas inventadas- hasta que Rubén -uno de sus amigos- propuso pelar todos las pijas y medir a ver quién la tenía más grande.
A pesar del frío todos nos bajamos los pantalones y empezamos a tocarnos para poner nuestras pijas duras y poder medirlas.
A mis 17 años mi pija era igual que ahora, es decir medía 19 cm, por lo que logré la admiración del grupo y declarándome ganador hicieron un sorteo para determinar quién me haría acabar con una paja.
Y el ganador fue ... Ricardo !!
Se empinó un trago de vodka y me acarició los huevos, los demás lo alentaban... comenzó a pajearme despacio, pero luego de unos minutos y a pesar de que le insistían a los gritos dijo que él no era puto y que no me iba a seguir pajeando.
Todos lo abucheamos, pero volcando agua sobre el fuego ordenó que nos fuésemos a dormir.
Ya acostados cada uno en su colchoneta, seguimos hablando e intercambiando sorbos de vodka cuando en un momento retiro la colcha de mí y agarrándome la pija que estaba totalmente dura le digo:
" ... Ricky ... mirá cómo me dejaste !!! ... ahora voy a tener que terminar yo de pajearme porque así no puedo dormir ..."
Se rió y no dijo nada, mientras yo comenzaba el sube y baja de mi piel a ritmo lento.
Se levantó y sacando su cabeza fuera de la carpa para observar algo, entró y cerró la cremallera de la nuestra.
" ... parece que se durmieron ..." dijo y se acercó a mi colchoneta.
Se escupió la mano y retirando la mía comenzó a pajearme.
Puse mis manos tras mi cabeza y me relajé, deseando que siguiera así y me hiciera terminar.
Aceleraba y paraba de golpe, me apretaba los huevos ... volvía a repetir el movimiento ... yo gozaba...
Se acomodó más cerca mío quedando literalmente pegados nuestros cuerpos ... corrió su colcha y se empezó a tocar con la otra mano ... estiré unos de mis brazos y comencé a acariciarle la cola, no dijo nada.
Mi pija estaba con las venas marcadas, en su máximo esplendor ... Ricardo la soltó para apurar su propia paja y acabar, dándose vuelta para largar la leche fuera de la colchoneta.
Aproveché el movimiento para abrazarlo por detrás dejándole mi pija entre sus nalgas.
Intentó zafar pero lo único que logró fue apretar mi verga ... le dije que se quedara quieto... me tiró un manotazo a la cara pero no llegó a destino ... lo empujé y giré quedando ahora si encima suyo.
La respiración agitada de ambos era el único ruido en la carpa.
Estiró su mano y agarrándome la pija la condujo a su agujerito, yo estaba quieto, lo dejé hacer ...
Intentó un par de veces hasta que logró entrar la puntita ... dio un pequeño salto de dolor.
Fui empujando yo ...él me detenía a cada envión diciendo que no, que le dolía.
Giré y quedé de espaldas, boca arriba.
" ... sentate encima mío ... andá metiéndotela despacito vos mismo ..." le dije
Ricky pasó su pierna sobre mi y quedó sentado en mi estómago con su culo a milímetros de mi pija.
" ... estarán dormidos los de al lado ?..." preguntó
Le tomé las piernas para ubicarlo bien y buscó mi pija con su mano comenzando a metérsela lentamente.
" ... dejá a los de al lado dormir ... vos metétela hasta donde aguantes, apurate porque estoy por acabar, no creo que dure mucho ..." contesté casi suplicando.
Hizo dos o tres movimientos y entró casi por completo ... su pija había tomado fuerzas y otra vez estaba firme. Lo empecé a pajear ... Ricky con sus ojos cerrados - parte dolor, parte placer- también comenzó a saltar logrando una penetración total... ahora sí se escuchaba el !plap, plap ! de su culo golpeando en mis huevos.
Cuando comencé a largar mi leche él también roció mi pecho con la suya ... después de ese momento nos quedamos quietos, hasta que su culo liberó mi pija naturalmente.
Con una de la remeras limpiamos nuestros jugos. Ricky corrió un poco su colchoneta y sin decir nada se acostó dándome la espalda.
Tal vez habría transcurrido una hora y no me podía dormir pensando en que me había cogido al nene rico y bonito de la clase, que mi leche descansaba dentro de sus intestinos.
Mi pija acusó recibo y en segundos estaba dura nuevamente.
Giré mi cabeza y él seguía de espaldas a mí.
Me acerqué y corriendo la colcha me puse tras él abrazándolo, obviamente mi pija entre sus nalgas.
" ... pará ... qué hacés ?!!! ... dijo con tono enojado.
" ... tengo ganas de repetir ... hoy fue rápido, ahora podemos hacerlo tranquilo ..." le dije manoteando su pija que se encontraba dura, lo que era una buena señal
" ... no Alex ... ya está ...hoy estábamos borrachos y calientes ... me dejaste el culo ardiendo ..."
" ... ahora estamos algo menos borrachos, pero seguimos calientes no ? ..." le decía al oído sin dejar de pajearlo.
Se quedó quieto ... lo moví para que quedara en 4 patas, él se acomodó
" ... pasale la lengua con mucha saliva así se lubrica ..." le ordené.
Acercó su lengua y lamió
" ... no, que asco !! ... dijo
" ... ponele mucha saliva así no sentís el gusto ... pero sino te va a doler como hoy..." respondí
Ricky giró un poco más y dio dos lamidas y se la metió en la boca...unos segundos y estaba empapada de su saliva.
Me acomodé detrás de su culo... pasé mi lengua para lubricarlo y gimió como una gata ... apunté y hundí la cabeza sin pausa, Dio un respingo poniendo su mano en mi estómago.
" ... más despacio ... arde ..." rogó.
Volví a sacar y escupir más saliva sobre su hoyo. Enterré la cabeza y en una sola maniobra se la puse hasta los huevos.
Nos caímos hacia adelante ... él apretaba su culo haciéndome doler ...
" ... quedate quieto, la tenés bien adentro ... ya va a pasar ..." intenté consolarlo.
Después de un rato Ricky se incorporó y quedamos en 4. pegados como siameses...
Comencé el traqueteo y a los segundos acabó sobre su colchoneta, yo seguí dándole sin pausa ... ahora Ricky estaba gozando, me pedía que me moviera de tal o cual manera, más rápido o que bajara la intensidad ... hasta que volví a llenarle el culo con mi leche.
Después nos dormimos.
El día siguiente transcurrió como si nada, volvimos a jugar fútbol y a la hora de la siesta sorteamos qué pareja iría a buscar leña para la fogata nocturna. Salimos favorecidos así que los otros dos amigos agarraron las bolsas y el machete y se fueron a buscar.
Cuando quedamos solos y sin que yo dijese algo Ricky me hizo señas para que fuésemos a nuestra carpa.
Allí lo cogí sin tantas vueltas, y eso incluyó un pete sin quejas.
Volvimos de las vacaciones al colegio y de vez en cuando nos escapábamos a la quinta a coger, sobre todo los viernes después de clases.
El viaje a Bariloche fue un recuerdo que nunca olvidaremos ni Ricky Ricón ni yo.
Ricardo ingresó en el último año de la secundaria proveniente del Liceo Militar ... era rubio, alto, cabeza en alto, muy buen físico, soberbio ... todas enseñanzas que le habían marcado los 4 años de colegio militar.
Su padre era dueño de una cadena de heladerías, por lo que la soberbia también venía del poder adquisitivo de su familia.
Con el único que se hablaba era conmigo producto de que compartíamos asiento en el aula.
Llegaba a la escuela en una moto Kawasaki 440 de color rojo, un maquinón para la época y obviamente las chicas del curso andaban como moscas a su alrededor, pero a él no parecía importarle mucho.
Para las vacaciones de Julio me invitó a pasar unos días en una quinta propiedad de su familia, la idea era acampar fuera de la casa (algo muy militar pensé), irían dos ex-compañeros del Liceo.
Como no tenía muchas opciones para elegir le dije que sí a su propuesta y dos días después de culminar las clases nos fuimos de campamento.
La casa quinta era inmensa, hermosa ... una gran arboleda rodeaba todo el predio. Armamos las carpas (en una dormían sus amigos y en la otra él y yo) y pasamos ese primer día jugando fútbol y mini golf (había una pequeña cancha de golf de 9 hoyos a un costado).
Llegada la noche hicimos una fogata y sentados alrededor empezamos a contar historias de terror y demás, hasta llegar al tema sexo. Todos contamos nuestras experiencias y anécdotas - muchas de ellas inventadas- hasta que Rubén -uno de sus amigos- propuso pelar todos las pijas y medir a ver quién la tenía más grande.
A pesar del frío todos nos bajamos los pantalones y empezamos a tocarnos para poner nuestras pijas duras y poder medirlas.
A mis 17 años mi pija era igual que ahora, es decir medía 19 cm, por lo que logré la admiración del grupo y declarándome ganador hicieron un sorteo para determinar quién me haría acabar con una paja.
Y el ganador fue ... Ricardo !!
Se empinó un trago de vodka y me acarició los huevos, los demás lo alentaban... comenzó a pajearme despacio, pero luego de unos minutos y a pesar de que le insistían a los gritos dijo que él no era puto y que no me iba a seguir pajeando.
Todos lo abucheamos, pero volcando agua sobre el fuego ordenó que nos fuésemos a dormir.
Ya acostados cada uno en su colchoneta, seguimos hablando e intercambiando sorbos de vodka cuando en un momento retiro la colcha de mí y agarrándome la pija que estaba totalmente dura le digo:
" ... Ricky ... mirá cómo me dejaste !!! ... ahora voy a tener que terminar yo de pajearme porque así no puedo dormir ..."
Se rió y no dijo nada, mientras yo comenzaba el sube y baja de mi piel a ritmo lento.
Se levantó y sacando su cabeza fuera de la carpa para observar algo, entró y cerró la cremallera de la nuestra.
" ... parece que se durmieron ..." dijo y se acercó a mi colchoneta.
Se escupió la mano y retirando la mía comenzó a pajearme.
Puse mis manos tras mi cabeza y me relajé, deseando que siguiera así y me hiciera terminar.
Aceleraba y paraba de golpe, me apretaba los huevos ... volvía a repetir el movimiento ... yo gozaba...
Se acomodó más cerca mío quedando literalmente pegados nuestros cuerpos ... corrió su colcha y se empezó a tocar con la otra mano ... estiré unos de mis brazos y comencé a acariciarle la cola, no dijo nada.
Mi pija estaba con las venas marcadas, en su máximo esplendor ... Ricardo la soltó para apurar su propia paja y acabar, dándose vuelta para largar la leche fuera de la colchoneta.
Aproveché el movimiento para abrazarlo por detrás dejándole mi pija entre sus nalgas.
Intentó zafar pero lo único que logró fue apretar mi verga ... le dije que se quedara quieto... me tiró un manotazo a la cara pero no llegó a destino ... lo empujé y giré quedando ahora si encima suyo.
La respiración agitada de ambos era el único ruido en la carpa.
Estiró su mano y agarrándome la pija la condujo a su agujerito, yo estaba quieto, lo dejé hacer ...
Intentó un par de veces hasta que logró entrar la puntita ... dio un pequeño salto de dolor.
Fui empujando yo ...él me detenía a cada envión diciendo que no, que le dolía.
Giré y quedé de espaldas, boca arriba.
" ... sentate encima mío ... andá metiéndotela despacito vos mismo ..." le dije
Ricky pasó su pierna sobre mi y quedó sentado en mi estómago con su culo a milímetros de mi pija.
" ... estarán dormidos los de al lado ?..." preguntó
Le tomé las piernas para ubicarlo bien y buscó mi pija con su mano comenzando a metérsela lentamente.
" ... dejá a los de al lado dormir ... vos metétela hasta donde aguantes, apurate porque estoy por acabar, no creo que dure mucho ..." contesté casi suplicando.
Hizo dos o tres movimientos y entró casi por completo ... su pija había tomado fuerzas y otra vez estaba firme. Lo empecé a pajear ... Ricky con sus ojos cerrados - parte dolor, parte placer- también comenzó a saltar logrando una penetración total... ahora sí se escuchaba el !plap, plap ! de su culo golpeando en mis huevos.
Cuando comencé a largar mi leche él también roció mi pecho con la suya ... después de ese momento nos quedamos quietos, hasta que su culo liberó mi pija naturalmente.
Con una de la remeras limpiamos nuestros jugos. Ricky corrió un poco su colchoneta y sin decir nada se acostó dándome la espalda.
Tal vez habría transcurrido una hora y no me podía dormir pensando en que me había cogido al nene rico y bonito de la clase, que mi leche descansaba dentro de sus intestinos.
Mi pija acusó recibo y en segundos estaba dura nuevamente.
Giré mi cabeza y él seguía de espaldas a mí.
Me acerqué y corriendo la colcha me puse tras él abrazándolo, obviamente mi pija entre sus nalgas.
" ... pará ... qué hacés ?!!! ... dijo con tono enojado.
" ... tengo ganas de repetir ... hoy fue rápido, ahora podemos hacerlo tranquilo ..." le dije manoteando su pija que se encontraba dura, lo que era una buena señal
" ... no Alex ... ya está ...hoy estábamos borrachos y calientes ... me dejaste el culo ardiendo ..."
" ... ahora estamos algo menos borrachos, pero seguimos calientes no ? ..." le decía al oído sin dejar de pajearlo.
Se quedó quieto ... lo moví para que quedara en 4 patas, él se acomodó
" ... pasale la lengua con mucha saliva así se lubrica ..." le ordené.
Acercó su lengua y lamió
" ... no, que asco !! ... dijo
" ... ponele mucha saliva así no sentís el gusto ... pero sino te va a doler como hoy..." respondí
Ricky giró un poco más y dio dos lamidas y se la metió en la boca...unos segundos y estaba empapada de su saliva.
Me acomodé detrás de su culo... pasé mi lengua para lubricarlo y gimió como una gata ... apunté y hundí la cabeza sin pausa, Dio un respingo poniendo su mano en mi estómago.
" ... más despacio ... arde ..." rogó.
Volví a sacar y escupir más saliva sobre su hoyo. Enterré la cabeza y en una sola maniobra se la puse hasta los huevos.
Nos caímos hacia adelante ... él apretaba su culo haciéndome doler ...
" ... quedate quieto, la tenés bien adentro ... ya va a pasar ..." intenté consolarlo.
Después de un rato Ricky se incorporó y quedamos en 4. pegados como siameses...
Comencé el traqueteo y a los segundos acabó sobre su colchoneta, yo seguí dándole sin pausa ... ahora Ricky estaba gozando, me pedía que me moviera de tal o cual manera, más rápido o que bajara la intensidad ... hasta que volví a llenarle el culo con mi leche.
Después nos dormimos.
El día siguiente transcurrió como si nada, volvimos a jugar fútbol y a la hora de la siesta sorteamos qué pareja iría a buscar leña para la fogata nocturna. Salimos favorecidos así que los otros dos amigos agarraron las bolsas y el machete y se fueron a buscar.
Cuando quedamos solos y sin que yo dijese algo Ricky me hizo señas para que fuésemos a nuestra carpa.
Allí lo cogí sin tantas vueltas, y eso incluyó un pete sin quejas.
Volvimos de las vacaciones al colegio y de vez en cuando nos escapábamos a la quinta a coger, sobre todo los viernes después de clases.
El viaje a Bariloche fue un recuerdo que nunca olvidaremos ni Ricky Ricón ni yo.
2 comentarios - Educando a Ricky Ricón ...