Mis padres habían decidido ir a vacacionar a Córdoba ese verano, alquilaron una cabaña en un complejo en las sierras y como mi hermano debía estudiar para dar exámenes en la universidad, solamente yo los acompañaría, por lo que imaginé unas muy aburridas vacaciones.
Llegamos al complejo en medio de la nada, eran cabañas de madera estilo alpinas, con lugar para guardar el auto, una planta baja que contenía sala, cocina-comedor y un baño, en la parte superior estaban los dormitorios con extensos balcones con vista a las sierras, también constaba de un baño.
Salimos a caminar ni bien llegamos y saludamos a nuestros vecinos de la cabaña contigua, era un matrimonio con un hijo un poco más chico de edad que yo, con pinta de chico de departamento: tez demasiado blanca que no ven el sol durante el año, grandes anteojos, delgado en extremo y cero deporte ... al menos tendría contacto con alguien de mi edad - pensé - para que pasaran los días más rápido.
Se llamaba Martín, era de Tucumán, me enteré esa tarde después de almorzar y encontrármelo en el gran jardín que se encontraba en el complejo ... me acerqué lo saludé y comenzamos a charlar.
Me dijo que también había venido "medio obligado" por sus padres pero que esperaba encontrar algo que lo distrajera.
Quedamos en ir a caminar a la mañana siguiente y así lo hicimos ... mientras caminábamos nos contábamos cosas de nuestras vidas, evidentemente no tenía muchos amigos ya que no paraba de hablar, diciendo a cada rato que "nunca tuvo novia" y que los amigos eran todos estúpidos y que no salía porque no se divertía, etc, etc.
Había algo en él que no me cerraba ... no sé si su forma de hablar, el movimiento de sus manos, su manía de sacudir su cabello a cada instante ... no sabía, algo raro intuía, hasta que apareció en nuestra conversación el tema sexo.... Martín tenía cero experiencia en ese tema y se mostraba interesado cada vez que yo decía algo sobre eso.
Mis padres habían salido a caminar también por lo que le propuse fuésemos hasta mi cabaña que allí tenía unas revistas Playboy y podríamos hacernos la paja ... Martín me miró sorprendido pero aceptó.
Subimos a mi habitación y fui directo a sacar las revistas del bolso ... Martín se había sentado en la cama... me senté junto a él y ubiqué entre nosotros la revista ... saqué mi pija y Martín observaba...
" ... dale ... sacá la pija y empezá !! ..." le grité mientras me la manoseaba.
Martín estaba quieto, solo miraba lo que yo hacía ...
" Martín ! .. hey !! dalee !! .." volví a insistir
" ... no...no quiero ... dale vos nomás .." dijo con voz apenas audible.
Continué con mi paja y al rato dije que iba a acabar ... me levanté y me dirigí al baño y largué mi leche en el inodoro. me lavé y volví a la cama.
" ... qué te pasó ? ..." lo interrogué
" ... nada, nada ... no tenía ganas ... otro día capaz te acompaño ..." dijo bajando su cabeza.
Guardé la revista y salimos de la cabaña.
"... te hacés seguido la paja ? ...solo o con amigos ? ..." preguntó mientras nos dirigíamos a sentarnos en el jardín.
" ... a veces solos ... a veces con amigos ... a veces yo se la hago a un amigo y él me la hace a mí ..." traté de explicar lo que yo daba por sentado él tendría que saber.
Seguimos hablando de cualquier otra cosa y al despedirnos quedamos en que iría a su cabaña mañana por la mañana.
Martín me estaba esperando, saludé a sus padres, agarramos una gaseosa y nos fuimos a su habitación.
Charlamos de "la vida", escuela, amistades, gustos, cuando su padre se asomó y dijo que iban hasta la ciudad a hacer revisar el auto, que volvían cerca del mediodía.
Quedamos solos ... puso música a un volumen bastante alto y empezó a bailar ... yo me reía y le festejaba cada uno de sus bailes hasta que un momento se apoyó en el vidrio de la puerta del balcón, bailaba y movía su cadera ... veía su imagen a contraluz contorneándose. Me paré y me acerqué ...me puse a bailar atrás de él ... tiró su cola hacia atrás y quedé pegado a él ... seguía moviéndose y mi pija despertó al instante ... lo tomé de la cintura y al ritmo de la música comencé a frotarla en su culo ... Martín no decía nada, seguía bailando.
Pegado a él levanté su remera sacándola por completo ... también tiré a un costado la mía ... era un contacto de piel a piel ... corrí su cabello y lamí su cuello ... Martín se afirmó sobre el vidrio... mi mano buscó su pija que también había cobrado dureza ... lo acaricié y baje lentamente su short hasta hacerlo caer al piso... hice lo mismo con el mío mientras seguía con besos en su nuca y lamidas de oído, él sólo se dejaba hacer y gemía.
Levanté un poco con mi mano uno de sus piernas tomándolo por el muslo ... mi pija encontró lo que buscaba ... intenté penetrarlo y me dijo que nunca había estado con nadie, que tuviese cuidado.
La dejé entre sus nalgas y seguí acariciándolo, besándolo, pajeándolo ...
Le pedí que fuésemos a la cama y dándose vuelta nos besamos en la boca por primera vez.
Lo acosté boca arriba y besé sus tetillas, su vientre ... jugué con mi lengua en su glande, Martín gemía fuertemente y arqueaba su espalda... chupé un buen rato y tomándolo por los tobillos levanté sus piernas para dejar lugar a mi pija.
Empujé y entró la puntita ... Martín volvió a decirme que tuviese cuidado, que yo era el primero que lo iba a clavar ... lo besé profundamente y bajé a lamer su culo ... cuando noté que había dilatado algo apunté y hundí la cabeza en si interior ... hizo un pequeño movimiento, como una especie de salto, lo que permitió que mi verga entrase hasta la mitad ... Se quejó gritando fuerte y poniendo sus manos en mi pecho para que no avanzara ... le dije que se quedara quieto.
Sus manos buscaron mi cara para besarme y al inclinarme se enterró mi pija hasta tocar fondo.
En ese momento me pareció que dejaba de respirar !!! ... le hablaba al oído para calmar su dolor, lo besaba, no sabía que hacer para aliviarlo ... nos quedamos quietos por un largo rato... Martín hundió sus uñas en mi espalda cuando comencé a moverme ... tardó bastante en acostumbrarse a mi pija... su culo parecía apretar y soltar mi miembro y apuré un poco mis movimientos que de a poco fue asimilando... estaba gozando, ya no se quejaba.
Levanté un poco más sus piernas y me ubiqué de rodillas para poder pajearlo. Acabó a los segundos ... mucha leche... mi pija entraba y salía como por una avenida, hasta que descargué dentro de él.
Quedamos cansados, transpirados ... todo había durado media hora que según dijo le había sido eterna por el dolor.
Salí de él y me acosté a su lado ... me dijo que hacía mucho tiempo que quería probar estar con otro chico pero no se había animado a decírselo a algún conocido suyo por miedo a que contara algo a los demás.
Le conté que yo tenía "de novia" a mi primo, que cogíamos todas las semanas cada vez que podíamos.
Hizo un millón de preguntas y ya repuestos de nuestra primera experiencia nos empezamos a acariciar de nuevo.
Me acomodé al revés y le indiqué que me chupara la pija, y en posición de 69 comencé a comérsela y enseñarle cómo se hacía.
Después de un rato lo puse en cuatro patas, me afirmé sobre su espalda hundiéndola para que empinase el culo ... lamí hasta dilatarlo para penetrarlo por segunda vez en menos de una hora ... esta vez, entró algo más fácil pero igualmente le dolía..
" ... tenemos varios días para que se acostumbre al tamaño ..." dijo riéndose y empujando para que entre más rápido.
lo tomé de la cintura y calzó hasta los huevos ... me bajé de la cama para quedar parado y su culo en el borde ... eso me permitía meter y sacar más fácilmente.
Martín acabó sobre las sábanas ... sin sacársela subí con las rodillas en la cama y nos desplazamos hasta cerca del respaldo ...
" ... subite y cabalgame..." le pedí
Me acomodé boca arriba y pasó sus piernas sobre mi estómago ... agarró mi pija y la fue metiendo dentro suyo despacio hasta lograr quedar sentado ... se afirmó de los barrotes del respaldo ...le dolía pero se la aguantaba ... lo agarré de la cintura y guié su sube y baja hasta que tomó un ritmo constante ... para sorpresa de los dos no tardó en acabar nuevamente, esta vez sobre mi pecho y estómago ... nos reímos. Luego de unos minutos dejé mi leche en sus tripas.
A la tarde volvimos a coger en un lugar apartado que encontramos subiendo una colina ... lo hice mi mujer hasta el último día que duró nuestra quincena de vacaciones... cada vez le gustaba más ser penetrado y además probó el sabor de mi leche.
Volví a mi casa sin una dirección y sin siquiera saber su apellido, nunca más supe de él ni nos volvimos a encontrar en esas cabañas a las que volvimos dos veces más a vacacionar...
Me queda el dulce recuerdo de haber sido el primero en su vida, quien lo inició en todo lo que nunca se había animado a probar con sus amigos ... y le gustó.
Llegamos al complejo en medio de la nada, eran cabañas de madera estilo alpinas, con lugar para guardar el auto, una planta baja que contenía sala, cocina-comedor y un baño, en la parte superior estaban los dormitorios con extensos balcones con vista a las sierras, también constaba de un baño.
Salimos a caminar ni bien llegamos y saludamos a nuestros vecinos de la cabaña contigua, era un matrimonio con un hijo un poco más chico de edad que yo, con pinta de chico de departamento: tez demasiado blanca que no ven el sol durante el año, grandes anteojos, delgado en extremo y cero deporte ... al menos tendría contacto con alguien de mi edad - pensé - para que pasaran los días más rápido.
Se llamaba Martín, era de Tucumán, me enteré esa tarde después de almorzar y encontrármelo en el gran jardín que se encontraba en el complejo ... me acerqué lo saludé y comenzamos a charlar.
Me dijo que también había venido "medio obligado" por sus padres pero que esperaba encontrar algo que lo distrajera.
Quedamos en ir a caminar a la mañana siguiente y así lo hicimos ... mientras caminábamos nos contábamos cosas de nuestras vidas, evidentemente no tenía muchos amigos ya que no paraba de hablar, diciendo a cada rato que "nunca tuvo novia" y que los amigos eran todos estúpidos y que no salía porque no se divertía, etc, etc.
Había algo en él que no me cerraba ... no sé si su forma de hablar, el movimiento de sus manos, su manía de sacudir su cabello a cada instante ... no sabía, algo raro intuía, hasta que apareció en nuestra conversación el tema sexo.... Martín tenía cero experiencia en ese tema y se mostraba interesado cada vez que yo decía algo sobre eso.
Mis padres habían salido a caminar también por lo que le propuse fuésemos hasta mi cabaña que allí tenía unas revistas Playboy y podríamos hacernos la paja ... Martín me miró sorprendido pero aceptó.
Subimos a mi habitación y fui directo a sacar las revistas del bolso ... Martín se había sentado en la cama... me senté junto a él y ubiqué entre nosotros la revista ... saqué mi pija y Martín observaba...
" ... dale ... sacá la pija y empezá !! ..." le grité mientras me la manoseaba.
Martín estaba quieto, solo miraba lo que yo hacía ...
" Martín ! .. hey !! dalee !! .." volví a insistir
" ... no...no quiero ... dale vos nomás .." dijo con voz apenas audible.
Continué con mi paja y al rato dije que iba a acabar ... me levanté y me dirigí al baño y largué mi leche en el inodoro. me lavé y volví a la cama.
" ... qué te pasó ? ..." lo interrogué
" ... nada, nada ... no tenía ganas ... otro día capaz te acompaño ..." dijo bajando su cabeza.
Guardé la revista y salimos de la cabaña.
"... te hacés seguido la paja ? ...solo o con amigos ? ..." preguntó mientras nos dirigíamos a sentarnos en el jardín.
" ... a veces solos ... a veces con amigos ... a veces yo se la hago a un amigo y él me la hace a mí ..." traté de explicar lo que yo daba por sentado él tendría que saber.
Seguimos hablando de cualquier otra cosa y al despedirnos quedamos en que iría a su cabaña mañana por la mañana.
Martín me estaba esperando, saludé a sus padres, agarramos una gaseosa y nos fuimos a su habitación.
Charlamos de "la vida", escuela, amistades, gustos, cuando su padre se asomó y dijo que iban hasta la ciudad a hacer revisar el auto, que volvían cerca del mediodía.
Quedamos solos ... puso música a un volumen bastante alto y empezó a bailar ... yo me reía y le festejaba cada uno de sus bailes hasta que un momento se apoyó en el vidrio de la puerta del balcón, bailaba y movía su cadera ... veía su imagen a contraluz contorneándose. Me paré y me acerqué ...me puse a bailar atrás de él ... tiró su cola hacia atrás y quedé pegado a él ... seguía moviéndose y mi pija despertó al instante ... lo tomé de la cintura y al ritmo de la música comencé a frotarla en su culo ... Martín no decía nada, seguía bailando.
Pegado a él levanté su remera sacándola por completo ... también tiré a un costado la mía ... era un contacto de piel a piel ... corrí su cabello y lamí su cuello ... Martín se afirmó sobre el vidrio... mi mano buscó su pija que también había cobrado dureza ... lo acaricié y baje lentamente su short hasta hacerlo caer al piso... hice lo mismo con el mío mientras seguía con besos en su nuca y lamidas de oído, él sólo se dejaba hacer y gemía.
Levanté un poco con mi mano uno de sus piernas tomándolo por el muslo ... mi pija encontró lo que buscaba ... intenté penetrarlo y me dijo que nunca había estado con nadie, que tuviese cuidado.
La dejé entre sus nalgas y seguí acariciándolo, besándolo, pajeándolo ...
Le pedí que fuésemos a la cama y dándose vuelta nos besamos en la boca por primera vez.
Lo acosté boca arriba y besé sus tetillas, su vientre ... jugué con mi lengua en su glande, Martín gemía fuertemente y arqueaba su espalda... chupé un buen rato y tomándolo por los tobillos levanté sus piernas para dejar lugar a mi pija.
Empujé y entró la puntita ... Martín volvió a decirme que tuviese cuidado, que yo era el primero que lo iba a clavar ... lo besé profundamente y bajé a lamer su culo ... cuando noté que había dilatado algo apunté y hundí la cabeza en si interior ... hizo un pequeño movimiento, como una especie de salto, lo que permitió que mi verga entrase hasta la mitad ... Se quejó gritando fuerte y poniendo sus manos en mi pecho para que no avanzara ... le dije que se quedara quieto.
Sus manos buscaron mi cara para besarme y al inclinarme se enterró mi pija hasta tocar fondo.
En ese momento me pareció que dejaba de respirar !!! ... le hablaba al oído para calmar su dolor, lo besaba, no sabía que hacer para aliviarlo ... nos quedamos quietos por un largo rato... Martín hundió sus uñas en mi espalda cuando comencé a moverme ... tardó bastante en acostumbrarse a mi pija... su culo parecía apretar y soltar mi miembro y apuré un poco mis movimientos que de a poco fue asimilando... estaba gozando, ya no se quejaba.
Levanté un poco más sus piernas y me ubiqué de rodillas para poder pajearlo. Acabó a los segundos ... mucha leche... mi pija entraba y salía como por una avenida, hasta que descargué dentro de él.
Quedamos cansados, transpirados ... todo había durado media hora que según dijo le había sido eterna por el dolor.
Salí de él y me acosté a su lado ... me dijo que hacía mucho tiempo que quería probar estar con otro chico pero no se había animado a decírselo a algún conocido suyo por miedo a que contara algo a los demás.
Le conté que yo tenía "de novia" a mi primo, que cogíamos todas las semanas cada vez que podíamos.
Hizo un millón de preguntas y ya repuestos de nuestra primera experiencia nos empezamos a acariciar de nuevo.
Me acomodé al revés y le indiqué que me chupara la pija, y en posición de 69 comencé a comérsela y enseñarle cómo se hacía.
Después de un rato lo puse en cuatro patas, me afirmé sobre su espalda hundiéndola para que empinase el culo ... lamí hasta dilatarlo para penetrarlo por segunda vez en menos de una hora ... esta vez, entró algo más fácil pero igualmente le dolía..
" ... tenemos varios días para que se acostumbre al tamaño ..." dijo riéndose y empujando para que entre más rápido.
lo tomé de la cintura y calzó hasta los huevos ... me bajé de la cama para quedar parado y su culo en el borde ... eso me permitía meter y sacar más fácilmente.
Martín acabó sobre las sábanas ... sin sacársela subí con las rodillas en la cama y nos desplazamos hasta cerca del respaldo ...
" ... subite y cabalgame..." le pedí
Me acomodé boca arriba y pasó sus piernas sobre mi estómago ... agarró mi pija y la fue metiendo dentro suyo despacio hasta lograr quedar sentado ... se afirmó de los barrotes del respaldo ...le dolía pero se la aguantaba ... lo agarré de la cintura y guié su sube y baja hasta que tomó un ritmo constante ... para sorpresa de los dos no tardó en acabar nuevamente, esta vez sobre mi pecho y estómago ... nos reímos. Luego de unos minutos dejé mi leche en sus tripas.
A la tarde volvimos a coger en un lugar apartado que encontramos subiendo una colina ... lo hice mi mujer hasta el último día que duró nuestra quincena de vacaciones... cada vez le gustaba más ser penetrado y además probó el sabor de mi leche.
Volví a mi casa sin una dirección y sin siquiera saber su apellido, nunca más supe de él ni nos volvimos a encontrar en esas cabañas a las que volvimos dos veces más a vacacionar...
Me queda el dulce recuerdo de haber sido el primero en su vida, quien lo inició en todo lo que nunca se había animado a probar con sus amigos ... y le gustó.
6 comentarios - Las vacaciones menos esperadas
van 10