Después de un mes sin sexo, desde hace dos días estoy de viaje de trabajo en otra ciudad a la mía, a 500 kilómetros concrétamente. En los últimos días he estado leyendo algunos de estos relatos y viendo vídeos y he estado muy caliente. Cuando llegué al hotel después de un día de trabajo me metí en la ducha y comencé a masturbarme. Al salir seguía muy caliente, así que pensé en llamar a un servicio de compañía, total allí nadie se iba a enterar. Sin embargo, al pensar en que no me conocía nadie, decidí mirar en internet bares de ambiente gay de la ciudad, allí seguro que conocería a alguien con el que echar un polvo. Vi un bar que parecía algo más elegante y que estaba en la lista de bares gays. Después de cenar, me dirigí allí. El bar era como en las fotos, aunque era tranquilo no de fiesta. Me senté en la barra y pedí una copa. Estuve allí durante media hora y el sitio estaba muy muerto. Había dos sentados en una mesa charlando, un grupo de 4 apoyados sobre una columna... Cuando ya estaba pensando en irme, aparecio un tipo que tendría unos 5 años más que yo. Era fuerte, más bajito que yo y tenía rapada la cabeza. Saludó al camarero con un pico, se pidió una copa y vio como estaba el local. De repente se me quedó mirando, se me acercó y me dijo, "Perdona, tu eres Jaime?" Le dije que no. Entonces me dijo que perdonara que es que había quedado con alguien por el chat y que su descripción era parecida a la mía. El se fue otra vez a su sitio, se sentó y se empezó a tomar la copa. Yo me terminé la mía y cuando iba a pagar dijo él "No te preocupes, pídete otra, que te invito yo", "no gracias, se me está haciendo tarde" contesté. El insistió llamó al camarero e hizo que me pusieran una. Le di las gracias, y desde su sitio me preguntó "Tu no vienes mucho por aquí no?" No quise dar muchas explicaciones, le dije que estaba por trabajo y que me quedaba un par de días. Me preguntó el nombre, se lo dije y el me dijo el suyo, Hugo.
Tras esas pequeñas palabras me dijo, "Voy a esperar a este chico en una mesa, si quieres puedes sentarte y seguimos hablando". Acepté su oferta, nos sentamos en una mesa cuyos asientos eran sofás. En un principio cada uno estaba en un extremo de la mesa. La verdad es que no era un tipo guapo de cara, pero era sexy. Me estuvo hablando de la ciudad, de bares... En un momento me dijo, "parece que se retrasa, he quedado con él hace ya una hora". Pedimos un par de copas más... yo empecé a sospechar que ese tal Jaime no iba a aparecer, y menos después de que cada vez se fuera acercando más a mi. A mi la verdad, es que no me importaba, todo lo contrario, había salido a eso. Me empezó a explicar que llevaba tiempo sin estar con un chico, y que había decidido intentarlo por internet, y así conoció a Jaime y decidieron quedar hoy. SIn embargo, yo seguía sin creerme esa historia porque cada vez se acercaba más, hasta tal punto en que se puso justo a mi lado, ronzando las piernas. Yo me empecé a poner caliente, veía que esta noche iba a follarme a Hugo, y no me importaba. Se puso justo al lado, bebió un sorbo y me preguntó "Bueno, y tu tienes pareja, estás con alguien..." le dije que no, que salí a ver si conocía a alguien interesante. Al escuchar eso, empezó a poner la mano en mi pierna y a acercar su cabeza. Me preguntó ¿Y qué te gustaría hacer? Yo me empecé a calentar, también acerqué la cabeza y al oido le dije "Ahora mismo me apetecería llevarte al hotel y que me pusieras a 20 uñas" Entonces, nos comenzamos a enrrollar. Era la primera vez que delante de otra gente me comía la boca con un tío. Estuvimos unos minutos comiéndonos la boca y acariciándonos los cuerpos. Yo le acariciaba el abdomen, su pecho, su trasero... El a mi no dejó de tocarme el mío. Paramos un momento le propuse ir ya al hotel y me dijo, "nos pedimos la última y vamos". Estuvimos un rato besándonos, bebiendo y hablando. De pronto, entró en el bar un chico alto, moreno y atlético. MIró por todo el bar, se sentó en la barra, pidió y siguió mirando. Entonces yo caí en la cuenta y le dije a Hugo, "¿puede ser ese Jaime?". El se levantó y le preguntó. Efectivamente, era Jaime. En ese momento vi que se me complicaba la noche. Pensé que, si no me lo quitaba, por lo menos iba a retrasar el que me fuera con Hugo a mi hotel. Hugo le invitó a sentarse en la mesa, me lo presentó y pedimos una ronda más. Yo ya iba que veía doble, iba muy borracho. Nos tomamos dos más y decidí ir al baño. Al volver, me encontré a los dos comiéndose la boca como dos posesos. Llegué algo decepcionado a la mesa, pensando en irme ya. Llegué y les dije, "bueno yo me voy a ir a mi hotel que es tarde" "¿Tarde?, si son las 2" dijo Hugo. "Tu no te vas, nos vamos los tres a tomar una a otro sitio que conozco". Jaime asentía con la cabeza, yo mientras me negaba a ver como ellos dos se comían la boca durante toda la noche. Le volvía decir que no y el me dijo "Que sí, que tu te vienes a tomar una y luego nos vamos los tres a tu hotel a tomar la última ¿Qué os parece?" Entonces, comprendí por donde iban los tiros de Hugo, quería montarse un trío. Jaime aceptó esa oferta, solo faltaba yo... En principio me acojoné pensando en qué diría la recepcionista del hotel al verme entrar con dos tíos. Sin embargo, me pudo más la excitación que llevaba encima y acepté irme con ellos.
Cuando llegamos nos pedimos algo, comenzamos a bailar y pronto ellos dos volvieron a comerse la boca. Yo volví a dudar en si lo que querían era quedarse los dos solos, o que yo también entrara en el juego. Todo se resolvió a los pocos minutos, cuando vi que se decían algo al oído, me miraron riéndose y se me acercaron. Me abrazaron los dos y me dijo Hugo "Hemos decidido que hoy vas a ser nuestra putita". Yo me puse super caliente, me iban a follar dos tíos atractivos... Entonces, comencé a comerle la boca a Jaime, mientras Hugo me besaba en el cuello. No sé que pensaría la gente del bar pero en ese rato que estuvimos en el bar, sólo nos faltó desnudarnos y ponernos a follar allí mismo. Salimos del bar y nos fuimos al hotel, aunque haciendo pequeñas paradas para comernos la boca.
Llegamos a mi hotel, efectivamente la recepcionista nos miró mal, sabiendo que allí iba a pasar algo... Yo la dije, "son unos compañeros de trabajo, vamos a tomar una y se van". Ella dijo, "no hay problema, mientras no molesten a ningún huésped". La dijimos que no se preocupara, que iba a ser muy tranquilo. Subimos a la habitación, y nada más llegar fuimos al tema. Me abrazaron cada uno a cada lado y comenzamos a besarnos. Yo empecé a acariciar el paquete a Hugo, deseoso de quitárselo y comerle la polla. Ellos, por su parte, me empezaron a desnudar, uno me quitaba la camisa y el otro los pantalones. Yo le quité la camisa a Hugo, le desabroché el cinturón, le desabroché el primer botón y le metí la mano en la polla mientras me morreaba con Jaime. Le saqué la polla y se la empecé a machacar. Tenía una polla completamente erecta, no era muy grande, pero sí gorda, cosa que ya me hacía intuir que iba a costar que entrase en mi culo de primeras.
Sin dejar de masturbar a Jaime, desabroché el pantalón de Hugo y se lo bajé con una mano. Comencé a comerle la boca, Jaime me ayudó a desnudarlo. Parecía mentira, pero Jaime tenía más ganas de follar de lo que parecía. Fue el primero que se agachó y comenzó a chuparle la polla a Hugo. Yo me quedé mirando cómo lo hacía mientras Hugo gemía de placer. Me quité la camisa y le empecé a acariciar la cabeza a Jaime mientras se la chupaba a Hugo. Volví a besar a Hugo mientras él me bajaba poco a poco los pantalones y los calzoncillos. Apenas le dio tiempo a tocarmela un poco, porque Jaime tardó poco en meterse mi polla en su boca mientras es la machacaba a Hugo. Yo quería chupar alguna polla así que dije a Jaime "Deja alguna para los demás no?" Así que dejó de chupármela, se levantó y yo bajé poco a poco hasta llegar a su polla. Le dí dos lenguetazos al glande y me la metí en la boca. Mientras engullía aquel pene, oía como esos dos se comían la boca, y que Jaime le meneaba la polla a Hugo. De repente, noté que Jaime comenzaba a dar pequeñas contracciones, así que me la saqué de la boca y justo en ese momento su leche comenzó a salpicarme en la cara. Me sequé los ojos y las mejillas mientras Hugo se reía y me invitaba, con la mano en mi cabeza, a probar de su polla. Oí que Jaime decía que se iba al baño a limpiarme, tiempo en el que Hugo aprovechó para tumbarme poca abajo sobre la cama y comenzó a comerme el culo. Poco rato estuvo, ya que, seguidamente, se puso de rodillas sobre la cama y me la clavó. Me dolió horrores, apenas tenía el culo dilatado y esa polla había entrado hasta el fondo abriendose paso a la fuerza. Pegué un grito y le dije "Despacio, seré vuestra putita, pero de primeras ten cuidado siquieres que dure". Empezó a embestirme cada vez con más fuerza, sin tener piedad con mi pobre culo. Yo mordía la almohada intentando contener los gritos de daño y de dolor que me provocaba su polla. En ese momento, vino Jaime, se puso en un extremo de la cama, de rodillas, me agarró del pelo y me metió de nuevo su polla en mi boca. Comenzó a follarme la boca mientras Hugo empezaba a cebarse con mi culo. Era tal el dolor que sentía, que pensaba que se me estaba desgarrando el ano. De repente, noté como Hugo se corría dentro de mi culo. Me la sacó tras unos segundos y se tumbó al lado mío. Mi culo estaba reventado, me metí un dedo por si me lo había desgarrado. Lo noté totalmente abierto, tocaba líquido, pero era la corrida de Hugo, estaba dolorido, pero no desgarrado. Por su parte, Jaime seguía follándome la boca sin darme tregua, no había perdido erección tras su corrida. En ese momento, Hugo le dijo a Jaime "No veas qué culo más tragón tiene aquí el amigo. Será mejor que lo pruebes". En ese momento, Jaime sacó su polla de mi boca, se tumbó boca arriba y dijo "A ver si es verdad".
Yo me senté encima de él, exhausto tras la follada de Hugo. Pero esta vez, el culo estaba abierto, y no costó nada meterla. Esta vez lo gozé mucho más. Empecé a subir y bajar sobre su pene. Miraba a Hugo, nos miraba con envidia, viendo que yo lo estaba cabalgando como una yegua. Su pene ya no estaba erecto así que cojí y empecé a machacársela. "Sigues queriendo que esta te de guerra no?" ASí que cojió, se incorporó un poco a la cama y me besó. Mientras me puso la mano en la cintura intentando marcar un paso más fuerte en mis cabalgadas. "Eso es, cabalga zorrita" me decía. En ese momento, cogió y me dio un cachete en las nalgas mientras yo pegué un pequeño grito. Jaime también se animó y con sus dos manos comenzó a cachetearme a la vez el trasero. La polla de Hugo volvía a estar erecta, así que cogió y dijo. "Oye Jaime, por qué no dejas que me cabalgue a mí también mientras tu le follas la boca?". Dicho y echo, pero en vez de ponerme a cabalgarle mirándole a la cara, le cabalgué de espaldas mientras Jaime, de pie, en frente de mí, me follaba la boca. Así estuvimos unos minutos. Yo estaba gozando como una auténtica prostituta, Hugo me estaba petando el culo y la polla de Jaime, que me estaba encantando, llegaba cada vez más lejos en mi garganta. Llegó un momento que no era yo quien cabalgaba, sino que era Hugo el que me pegaba embestidas que llegaban hasta mis entrañas.
Después de un rato, en el que yo ya no podía más, Hugo dijo "Vamos a hacerle un bukake a esta zorra". Me tumbaron en el suelo y empezaron a masturbarse. Estuvieron unos pocos minutos, hasta que Hugo comenzó a correrse sobre mi cuerpo, me caía su leche por mi cara, por mis piernas, por mi pelo... Eso debió poner cachondo a Jaime y también empezó a derramar su leche sobre mí. Yo, que también me estaba masturbando, me corrí sobre mi abdomen. "Extiéndetela por tu cuerpo" Dijo Jaime. Yo me quedé allí tumbado mientras ellos miraban con satisfacción. En el suelo me sentía como una jodida puta a la que acababan de usar, un auténtico vicioso del sexo al que había follado dos extraños y que habían corrido como un auténtico sumiso. Eso me hacía sentir como una mierda por un lado, pero muy cachondo por otro. Me veía allí tumbado, totalmente en pelotas mientras ellos apuraban las últimas gotas de semen que caían de sus penes. Hugo me ofreció la mano, me ayudó a levantarme sonriendo y los tres nos abrazamos y besamos. "Ha sido un gran polvo, verdad?" dijo Jaime. "Al final sí que he sido una buena puta no?" Dije yo, corroborando lo que había sido la noche. Nos fuimos a la ducha, sin hablar de nada. Yo me enjabonada mientras ellos se besaban y acariciaban apasionadamente. Me sentía totalmente utilizado, pero no me importaba, era lo que buscaba. Salimos de la ducha, comenzaron a vestirse y yo, con la toalla puesta les invité a quedarse a dormir. Los dos respondieron con negativas. Habían quedado saciados, no creían que pudieran hacer mucho más allí, así que se despidieron y se fueron. Antes de salir, Hugo dijo riéndose "Si vuelves por aquí, ya sabes donde estamos".
Tras esas pequeñas palabras me dijo, "Voy a esperar a este chico en una mesa, si quieres puedes sentarte y seguimos hablando". Acepté su oferta, nos sentamos en una mesa cuyos asientos eran sofás. En un principio cada uno estaba en un extremo de la mesa. La verdad es que no era un tipo guapo de cara, pero era sexy. Me estuvo hablando de la ciudad, de bares... En un momento me dijo, "parece que se retrasa, he quedado con él hace ya una hora". Pedimos un par de copas más... yo empecé a sospechar que ese tal Jaime no iba a aparecer, y menos después de que cada vez se fuera acercando más a mi. A mi la verdad, es que no me importaba, todo lo contrario, había salido a eso. Me empezó a explicar que llevaba tiempo sin estar con un chico, y que había decidido intentarlo por internet, y así conoció a Jaime y decidieron quedar hoy. SIn embargo, yo seguía sin creerme esa historia porque cada vez se acercaba más, hasta tal punto en que se puso justo a mi lado, ronzando las piernas. Yo me empecé a poner caliente, veía que esta noche iba a follarme a Hugo, y no me importaba. Se puso justo al lado, bebió un sorbo y me preguntó "Bueno, y tu tienes pareja, estás con alguien..." le dije que no, que salí a ver si conocía a alguien interesante. Al escuchar eso, empezó a poner la mano en mi pierna y a acercar su cabeza. Me preguntó ¿Y qué te gustaría hacer? Yo me empecé a calentar, también acerqué la cabeza y al oido le dije "Ahora mismo me apetecería llevarte al hotel y que me pusieras a 20 uñas" Entonces, nos comenzamos a enrrollar. Era la primera vez que delante de otra gente me comía la boca con un tío. Estuvimos unos minutos comiéndonos la boca y acariciándonos los cuerpos. Yo le acariciaba el abdomen, su pecho, su trasero... El a mi no dejó de tocarme el mío. Paramos un momento le propuse ir ya al hotel y me dijo, "nos pedimos la última y vamos". Estuvimos un rato besándonos, bebiendo y hablando. De pronto, entró en el bar un chico alto, moreno y atlético. MIró por todo el bar, se sentó en la barra, pidió y siguió mirando. Entonces yo caí en la cuenta y le dije a Hugo, "¿puede ser ese Jaime?". El se levantó y le preguntó. Efectivamente, era Jaime. En ese momento vi que se me complicaba la noche. Pensé que, si no me lo quitaba, por lo menos iba a retrasar el que me fuera con Hugo a mi hotel. Hugo le invitó a sentarse en la mesa, me lo presentó y pedimos una ronda más. Yo ya iba que veía doble, iba muy borracho. Nos tomamos dos más y decidí ir al baño. Al volver, me encontré a los dos comiéndose la boca como dos posesos. Llegué algo decepcionado a la mesa, pensando en irme ya. Llegué y les dije, "bueno yo me voy a ir a mi hotel que es tarde" "¿Tarde?, si son las 2" dijo Hugo. "Tu no te vas, nos vamos los tres a tomar una a otro sitio que conozco". Jaime asentía con la cabeza, yo mientras me negaba a ver como ellos dos se comían la boca durante toda la noche. Le volvía decir que no y el me dijo "Que sí, que tu te vienes a tomar una y luego nos vamos los tres a tu hotel a tomar la última ¿Qué os parece?" Entonces, comprendí por donde iban los tiros de Hugo, quería montarse un trío. Jaime aceptó esa oferta, solo faltaba yo... En principio me acojoné pensando en qué diría la recepcionista del hotel al verme entrar con dos tíos. Sin embargo, me pudo más la excitación que llevaba encima y acepté irme con ellos.
Cuando llegamos nos pedimos algo, comenzamos a bailar y pronto ellos dos volvieron a comerse la boca. Yo volví a dudar en si lo que querían era quedarse los dos solos, o que yo también entrara en el juego. Todo se resolvió a los pocos minutos, cuando vi que se decían algo al oído, me miraron riéndose y se me acercaron. Me abrazaron los dos y me dijo Hugo "Hemos decidido que hoy vas a ser nuestra putita". Yo me puse super caliente, me iban a follar dos tíos atractivos... Entonces, comencé a comerle la boca a Jaime, mientras Hugo me besaba en el cuello. No sé que pensaría la gente del bar pero en ese rato que estuvimos en el bar, sólo nos faltó desnudarnos y ponernos a follar allí mismo. Salimos del bar y nos fuimos al hotel, aunque haciendo pequeñas paradas para comernos la boca.
Llegamos a mi hotel, efectivamente la recepcionista nos miró mal, sabiendo que allí iba a pasar algo... Yo la dije, "son unos compañeros de trabajo, vamos a tomar una y se van". Ella dijo, "no hay problema, mientras no molesten a ningún huésped". La dijimos que no se preocupara, que iba a ser muy tranquilo. Subimos a la habitación, y nada más llegar fuimos al tema. Me abrazaron cada uno a cada lado y comenzamos a besarnos. Yo empecé a acariciar el paquete a Hugo, deseoso de quitárselo y comerle la polla. Ellos, por su parte, me empezaron a desnudar, uno me quitaba la camisa y el otro los pantalones. Yo le quité la camisa a Hugo, le desabroché el cinturón, le desabroché el primer botón y le metí la mano en la polla mientras me morreaba con Jaime. Le saqué la polla y se la empecé a machacar. Tenía una polla completamente erecta, no era muy grande, pero sí gorda, cosa que ya me hacía intuir que iba a costar que entrase en mi culo de primeras.
Sin dejar de masturbar a Jaime, desabroché el pantalón de Hugo y se lo bajé con una mano. Comencé a comerle la boca, Jaime me ayudó a desnudarlo. Parecía mentira, pero Jaime tenía más ganas de follar de lo que parecía. Fue el primero que se agachó y comenzó a chuparle la polla a Hugo. Yo me quedé mirando cómo lo hacía mientras Hugo gemía de placer. Me quité la camisa y le empecé a acariciar la cabeza a Jaime mientras se la chupaba a Hugo. Volví a besar a Hugo mientras él me bajaba poco a poco los pantalones y los calzoncillos. Apenas le dio tiempo a tocarmela un poco, porque Jaime tardó poco en meterse mi polla en su boca mientras es la machacaba a Hugo. Yo quería chupar alguna polla así que dije a Jaime "Deja alguna para los demás no?" Así que dejó de chupármela, se levantó y yo bajé poco a poco hasta llegar a su polla. Le dí dos lenguetazos al glande y me la metí en la boca. Mientras engullía aquel pene, oía como esos dos se comían la boca, y que Jaime le meneaba la polla a Hugo. De repente, noté que Jaime comenzaba a dar pequeñas contracciones, así que me la saqué de la boca y justo en ese momento su leche comenzó a salpicarme en la cara. Me sequé los ojos y las mejillas mientras Hugo se reía y me invitaba, con la mano en mi cabeza, a probar de su polla. Oí que Jaime decía que se iba al baño a limpiarme, tiempo en el que Hugo aprovechó para tumbarme poca abajo sobre la cama y comenzó a comerme el culo. Poco rato estuvo, ya que, seguidamente, se puso de rodillas sobre la cama y me la clavó. Me dolió horrores, apenas tenía el culo dilatado y esa polla había entrado hasta el fondo abriendose paso a la fuerza. Pegué un grito y le dije "Despacio, seré vuestra putita, pero de primeras ten cuidado siquieres que dure". Empezó a embestirme cada vez con más fuerza, sin tener piedad con mi pobre culo. Yo mordía la almohada intentando contener los gritos de daño y de dolor que me provocaba su polla. En ese momento, vino Jaime, se puso en un extremo de la cama, de rodillas, me agarró del pelo y me metió de nuevo su polla en mi boca. Comenzó a follarme la boca mientras Hugo empezaba a cebarse con mi culo. Era tal el dolor que sentía, que pensaba que se me estaba desgarrando el ano. De repente, noté como Hugo se corría dentro de mi culo. Me la sacó tras unos segundos y se tumbó al lado mío. Mi culo estaba reventado, me metí un dedo por si me lo había desgarrado. Lo noté totalmente abierto, tocaba líquido, pero era la corrida de Hugo, estaba dolorido, pero no desgarrado. Por su parte, Jaime seguía follándome la boca sin darme tregua, no había perdido erección tras su corrida. En ese momento, Hugo le dijo a Jaime "No veas qué culo más tragón tiene aquí el amigo. Será mejor que lo pruebes". En ese momento, Jaime sacó su polla de mi boca, se tumbó boca arriba y dijo "A ver si es verdad".
Yo me senté encima de él, exhausto tras la follada de Hugo. Pero esta vez, el culo estaba abierto, y no costó nada meterla. Esta vez lo gozé mucho más. Empecé a subir y bajar sobre su pene. Miraba a Hugo, nos miraba con envidia, viendo que yo lo estaba cabalgando como una yegua. Su pene ya no estaba erecto así que cojí y empecé a machacársela. "Sigues queriendo que esta te de guerra no?" ASí que cojió, se incorporó un poco a la cama y me besó. Mientras me puso la mano en la cintura intentando marcar un paso más fuerte en mis cabalgadas. "Eso es, cabalga zorrita" me decía. En ese momento, cogió y me dio un cachete en las nalgas mientras yo pegué un pequeño grito. Jaime también se animó y con sus dos manos comenzó a cachetearme a la vez el trasero. La polla de Hugo volvía a estar erecta, así que cogió y dijo. "Oye Jaime, por qué no dejas que me cabalgue a mí también mientras tu le follas la boca?". Dicho y echo, pero en vez de ponerme a cabalgarle mirándole a la cara, le cabalgué de espaldas mientras Jaime, de pie, en frente de mí, me follaba la boca. Así estuvimos unos minutos. Yo estaba gozando como una auténtica prostituta, Hugo me estaba petando el culo y la polla de Jaime, que me estaba encantando, llegaba cada vez más lejos en mi garganta. Llegó un momento que no era yo quien cabalgaba, sino que era Hugo el que me pegaba embestidas que llegaban hasta mis entrañas.
Después de un rato, en el que yo ya no podía más, Hugo dijo "Vamos a hacerle un bukake a esta zorra". Me tumbaron en el suelo y empezaron a masturbarse. Estuvieron unos pocos minutos, hasta que Hugo comenzó a correrse sobre mi cuerpo, me caía su leche por mi cara, por mis piernas, por mi pelo... Eso debió poner cachondo a Jaime y también empezó a derramar su leche sobre mí. Yo, que también me estaba masturbando, me corrí sobre mi abdomen. "Extiéndetela por tu cuerpo" Dijo Jaime. Yo me quedé allí tumbado mientras ellos miraban con satisfacción. En el suelo me sentía como una jodida puta a la que acababan de usar, un auténtico vicioso del sexo al que había follado dos extraños y que habían corrido como un auténtico sumiso. Eso me hacía sentir como una mierda por un lado, pero muy cachondo por otro. Me veía allí tumbado, totalmente en pelotas mientras ellos apuraban las últimas gotas de semen que caían de sus penes. Hugo me ofreció la mano, me ayudó a levantarme sonriendo y los tres nos abrazamos y besamos. "Ha sido un gran polvo, verdad?" dijo Jaime. "Al final sí que he sido una buena puta no?" Dije yo, corroborando lo que había sido la noche. Nos fuimos a la ducha, sin hablar de nada. Yo me enjabonada mientras ellos se besaban y acariciaban apasionadamente. Me sentía totalmente utilizado, pero no me importaba, era lo que buscaba. Salimos de la ducha, comenzaron a vestirse y yo, con la toalla puesta les invité a quedarse a dormir. Los dos respondieron con negativas. Habían quedado saciados, no creían que pudieran hacer mucho más allí, así que se despidieron y se fueron. Antes de salir, Hugo dijo riéndose "Si vuelves por aquí, ya sabes donde estamos".
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