La semana anterior había clasificado para un torneo Intercolegial de atletismo que se iba a realizar en Concepción del Uruguay durante el próximo fin de semana. También había calificado Gerardo, un conocido que iba un año más adelantado que yo.
Gerardo vivía cerca de casa y si bien no éramos amigos, solía invitarme a sus cumpleaños.
El Viernes por la tarde emprendimos el viaje en ómnibus junto a la delegación del colegio y compartimos el asiento.
En el viaje fuimos hablando de nuestras pruebas y de cómo encararíamos el torneo cuando la charla derivó en la cola de una de las chicas que viajaban con nosotros. Risas, miradas cómplices ... nuestra compañera de viaje bailaba mientras los otros cantaban sin darse cuenta en ningún momento que le "comíamos" el culo con los ojos.
Nuestras pijas se endurecieron al momento y, casi sin querer, nos encontramos tocándonos por encima del pantalón, tratando obviamente de que nadie se percatara de ello.
Luego de dos horas de viaje llegamos al hotel, donde se designaron las habitaciones y como jugada del destino, nos tocó dormir juntos.
Luego de la cena fuimos al centro a conocer un poco el movimiento de la ciudad, y cerca de las 10.30 de la noche nos dispusimos a descansar.
Era el mes de septiembre y el calor se estaba haciendo sentir por lo que nos acostamos solo con calzoncillos.
Comenzamos a recordar el culo de nuestra compañera y no tardamos en endurecernos... me liberé de mi ropa y acariciando mi pija empecé una suave paja. Gerardo hizo lo mismo.
A pesar de ser rellenito tenía una buena pija, de tamaño normal, con pelitos de adolescente y grandes huevos.
Con la cabeza le hice señas para que viniera a pajearme pero no entendió o se hizo el boludo, por lo que me levanté y sentándome en el borde de la cama agarré su pija y comencé a masturbarlo.
Gerardo se corrió hacia el centro de su cama y aproveché y me puse de cuclillas entre sus piernas.
Lo pajeaba fuerte, tirando su piel hacia abajo con violencia... al parecer le gustaba por sus gemidos, y en un descuido levanté un poco sus piernas y las acomodé alrededor de mi cintura, y mientras seguía pajeándolo puse mi pija entre sus nalgas.
El culo de Gerardo era una delicia de carne blanca y redonda e intenté arrimar la punta de mi pija a su agujerito, pero hacía un movimiento y me dejaba descolocado. Jugué una última carta: me agaché y empecé a chuparle la pija, subiendo y bajando rápidamente, lo que hizo que me llenara la boca de leche a los dos segundos.
Aprovechando ese momento glorioso para él y después de limpiar con la lengua todo el contorno de su pija, avancé sobre su culo tratando de meter la cabeza y cogérmelo. Me dijo que no, que le dolía ... entonces salí de esa posición y me senté sobre su pecho ofreciéndole mi verga para que la chupe.
Me empezó a pajear y se la llevó a la boca ... hizo un par de succiones pero no le gustó ... la retiró de sus labios y me dijo que me iba a pajear ... me negué diciéndole que yo me había tragado su leche, que esperaba lo mismo de él o al menos que me hiciera acabar con la boca pero tiraba el chorro afuera ...
volvió a tomarla con su mano y se la llevó a la boca ... la chupó un rato y insistió que no le gustaba, que le daba asco..y fue entonces que me dijo: "... probá metermela despacio ..." ...
Bajé hasta su blanco y carnoso culo y lamí su agujerito por varios minutos, y una vez ensalivado y algo dilatado lo puse de costado y calcé mi cabeza en la entrada de su ano.
Empujé despacio hasta que su mano me detuvo: le estaba doliendo ... la retiré y volví a embestir, esta vez entró hasta la mitad. Gerardo hizo un movimiento como queriendo salirse y al agarrarlo de la cintura para retenerlo, lo ensarté hasta los huevos. Gritó ... lo abracé fuerte para que no se moviera y le dije que ya había entrado toda, que se quedara quieto un rato hasta que se acostumbrara a tenerla adentro.
Así, inmovilizados los dos, empecé a acariciarle la espalda ... fue entonces cuando me preguntó si yo cogía con alguien más ... le conté que sí, entonces me dijo: "... el día de mi cumple en casa pasé por el lavadero y te lo estabas cogiendo a tu primo ... me encantó verlos y mientras vos lo culeabas me hice una paja..."
Ese comentario me calentó sobremanera y empecé a bombearlo ritmicamente, entrando y saliendo de su culo mientras besaba su espalda.
"... esto es lo que querías entonces... sentir mi verga adentro tuyo ...?" le pregunté.
"... no sé ... nunca pensé que se iba a dar la oportunidad ... y cuando nos tocamos en el colectivo pensaba en cómo seguir para que pasase algo ..." balbuceó entre gemidos.
Lo acomodé boca abajo y puse la almohada bajo su vientre levantado su cola para poder empinarlo y moverme mejor.
Le llené el culo de leche ... a él parece que no le disgustó para nada el momento y movía sus caderas para sacarme mas leche. ... No pegamos un ojo en toda la noche: cogimos a mas no poder ... obviamente a la mañana siguiente el cansancio nos gobernó: perdimos en nuestras series y quedamos eliminados de la competencia. Lo bueno de esto fue que tuvimos dos días para nosotros en la habitación ya que al no competir no nos obligaban a ir al club.
Al regresar prometimos seguirla: a mi no me disgustaba tragar su leche y a él tampoco sentirla llenando su culo.
Gerardo vivía cerca de casa y si bien no éramos amigos, solía invitarme a sus cumpleaños.
El Viernes por la tarde emprendimos el viaje en ómnibus junto a la delegación del colegio y compartimos el asiento.
En el viaje fuimos hablando de nuestras pruebas y de cómo encararíamos el torneo cuando la charla derivó en la cola de una de las chicas que viajaban con nosotros. Risas, miradas cómplices ... nuestra compañera de viaje bailaba mientras los otros cantaban sin darse cuenta en ningún momento que le "comíamos" el culo con los ojos.
Nuestras pijas se endurecieron al momento y, casi sin querer, nos encontramos tocándonos por encima del pantalón, tratando obviamente de que nadie se percatara de ello.
Luego de dos horas de viaje llegamos al hotel, donde se designaron las habitaciones y como jugada del destino, nos tocó dormir juntos.
Luego de la cena fuimos al centro a conocer un poco el movimiento de la ciudad, y cerca de las 10.30 de la noche nos dispusimos a descansar.
Era el mes de septiembre y el calor se estaba haciendo sentir por lo que nos acostamos solo con calzoncillos.
Comenzamos a recordar el culo de nuestra compañera y no tardamos en endurecernos... me liberé de mi ropa y acariciando mi pija empecé una suave paja. Gerardo hizo lo mismo.
A pesar de ser rellenito tenía una buena pija, de tamaño normal, con pelitos de adolescente y grandes huevos.
Con la cabeza le hice señas para que viniera a pajearme pero no entendió o se hizo el boludo, por lo que me levanté y sentándome en el borde de la cama agarré su pija y comencé a masturbarlo.
Gerardo se corrió hacia el centro de su cama y aproveché y me puse de cuclillas entre sus piernas.
Lo pajeaba fuerte, tirando su piel hacia abajo con violencia... al parecer le gustaba por sus gemidos, y en un descuido levanté un poco sus piernas y las acomodé alrededor de mi cintura, y mientras seguía pajeándolo puse mi pija entre sus nalgas.
El culo de Gerardo era una delicia de carne blanca y redonda e intenté arrimar la punta de mi pija a su agujerito, pero hacía un movimiento y me dejaba descolocado. Jugué una última carta: me agaché y empecé a chuparle la pija, subiendo y bajando rápidamente, lo que hizo que me llenara la boca de leche a los dos segundos.
Aprovechando ese momento glorioso para él y después de limpiar con la lengua todo el contorno de su pija, avancé sobre su culo tratando de meter la cabeza y cogérmelo. Me dijo que no, que le dolía ... entonces salí de esa posición y me senté sobre su pecho ofreciéndole mi verga para que la chupe.
Me empezó a pajear y se la llevó a la boca ... hizo un par de succiones pero no le gustó ... la retiró de sus labios y me dijo que me iba a pajear ... me negué diciéndole que yo me había tragado su leche, que esperaba lo mismo de él o al menos que me hiciera acabar con la boca pero tiraba el chorro afuera ...
volvió a tomarla con su mano y se la llevó a la boca ... la chupó un rato y insistió que no le gustaba, que le daba asco..y fue entonces que me dijo: "... probá metermela despacio ..." ...
Bajé hasta su blanco y carnoso culo y lamí su agujerito por varios minutos, y una vez ensalivado y algo dilatado lo puse de costado y calcé mi cabeza en la entrada de su ano.
Empujé despacio hasta que su mano me detuvo: le estaba doliendo ... la retiré y volví a embestir, esta vez entró hasta la mitad. Gerardo hizo un movimiento como queriendo salirse y al agarrarlo de la cintura para retenerlo, lo ensarté hasta los huevos. Gritó ... lo abracé fuerte para que no se moviera y le dije que ya había entrado toda, que se quedara quieto un rato hasta que se acostumbrara a tenerla adentro.
Así, inmovilizados los dos, empecé a acariciarle la espalda ... fue entonces cuando me preguntó si yo cogía con alguien más ... le conté que sí, entonces me dijo: "... el día de mi cumple en casa pasé por el lavadero y te lo estabas cogiendo a tu primo ... me encantó verlos y mientras vos lo culeabas me hice una paja..."
Ese comentario me calentó sobremanera y empecé a bombearlo ritmicamente, entrando y saliendo de su culo mientras besaba su espalda.
"... esto es lo que querías entonces... sentir mi verga adentro tuyo ...?" le pregunté.
"... no sé ... nunca pensé que se iba a dar la oportunidad ... y cuando nos tocamos en el colectivo pensaba en cómo seguir para que pasase algo ..." balbuceó entre gemidos.
Lo acomodé boca abajo y puse la almohada bajo su vientre levantado su cola para poder empinarlo y moverme mejor.
Le llené el culo de leche ... a él parece que no le disgustó para nada el momento y movía sus caderas para sacarme mas leche. ... No pegamos un ojo en toda la noche: cogimos a mas no poder ... obviamente a la mañana siguiente el cansancio nos gobernó: perdimos en nuestras series y quedamos eliminados de la competencia. Lo bueno de esto fue que tuvimos dos días para nosotros en la habitación ya que al no competir no nos obligaban a ir al club.
Al regresar prometimos seguirla: a mi no me disgustaba tragar su leche y a él tampoco sentirla llenando su culo.
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