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La noche que me rompieron el culo

Noche fría pero yo andaba caliente, volvía de la facu, no me bajé en la parada de siempre y seguí hasta la del centro. Dos cuadras y estaba en el baño de la estación de tren, el lugar donde se desarrollaba mi otra vida. A esa hora podía encontrar alguien que quisiera hacerme una mamada y de última es un buen lugar para una paja. Me metí en uno de los boxes y me puse a esperar leyendo las paredes, números de teléfono, citas, historias. Al rato apareció un flaco de mi edad y simuló ponerse a mear, cuando pasó un tiempo lógico para suponer que los dos estábamos en la misma, salí del box me puse frente a el con mi pija en la mano. El flaco sonrió y me dijo que no era un lugar muy seguro (en los 70 / 80 definitivamente no lo era) y que el vivía cerca. La calentura y la curiosidad me ganaron y acepte la invitación. En el camino mientras conversábamos me fue contando que a el le gustaba dar y recibir, yo, le dije que era activo aunque alguna que otra mamada hacia , si se daba y que las dos o tres veces que me habían querido coger no terminaron siendo placenteras (la cogida de Jorge había pasado dos años antes). 
Así las cosas, llegamos al departamento, nos pusimos cómodos y me pasó unas revistas porno. La calentura era terrible y nos pusimos en bolas. El tipo pelo una pija mediana como la mía pero algo mas fina y con la cabeza puntiaguda, al toque empezó a besarme la pija y yo volaba y lo empecé a pajear, bajándole bien la piel y dejandole la cabeza afuera, las pajas así son las mejores. En lo mejor del pete se saca mi pija de la boca y me propone echar a suerte quien iba a ser cojido primero. En otra circunstancia lo hubiese mandado a la mierda y me hubiese ido, después de todo yo había ido a cojer, pero no daba mas y pensé que estaba muy cerca de llenarle el culo de leche. Por las dudas le propuse que en vez de tres fuesen seis los revoleos de moneda, tres cada uno. Termine cuatro a cero abajo, y de ser el “flaco” pasé a ser “mami”. Algo pasó en mí, no me salió ninguna perra dentro mio, pero todo eso me excitaba, y acepté sumisamente lo que me hacía. Estábamos los dos en bolas, la calefacción ardía y mi “amante” puso unos almohadones sobre la cama y me pidió que me tendiera boca abajo sobre ellos. Me sentí una puta, el culo bien elevado, me separó las piernas, empezó a besarme y lamerme el ojete, después me metió el dedo con algo que parecía aceite, mientras con la otra mano acariciaba mi pija, yo no daba mas , estaba en silencio. Se puso frente a mí para que le chupara la verga y me la mandé de una, con ganas después de cinco o seis chupadas me la sacó y me dijo “hoy putita te rompo el virguito del orto”, lo siguiente que sentí fué que me rasgaban el culo que me estaban violando. Sin esperar a que se acostumbrara mi agujero la metió de una, a la fuerza y empezó a bombear, a meter y sacar la pija, pero esta vez no era como la de Jorge el tornero, este me estaba matando y cuando le pedía que aflojara me la ponía mas fuerte. La sacó para cerrarme las piernas y la volvió a meter, quise poner una mano para frenarlo y me la inmovilizó así y todo el dolor bajó un poco, no lo sentía placentero pero me excitaba la situación, yo en bolas boca abajo sobre unos almohadones y un tipo ensartándome la pija en el culo, esta vez si veía las estrellas y el chabon del cual nunca supe su nombre diciéndome "viste trolita que te iba a gustar?" "vas a ser mi puta y yo tu macho" y yo no pedía que me la sacara si no que acabara, podría haber cortado todo, pero quería que siguiera hasta el final . Me estaban haciendo a mí lo que yo tantas veces había hecho y esta vez si me lo estaban partiendo. Después de un rato me la sacó, me volvió a abrir las piernas, y yo para que terminara rápido me abrí de nalgas y saque mas la cola para afuera, quería que terminara de una vez. Me beso la espalda y me la volvió a clavar, pero ya era como que entraba mas fácil, yo tire las manos para atras para pegarlo mas a mi al tiempo que sacaba mas la cola, puta total. Al poco tiempo se puso tenso sentí como le latía la pija y me abrazó y me empezó a besar el cuello y la espalda y decirme que me estaba llenando el culo de leche, por lo visto hacía tiempo que no la ponía. Se quedo así hasta que se le salió la pija de mi culo. Después de un rato, ya repuestos yo me dispuse a cobrarle el favor, y me empezó chupar la pija, era tal la calentura que a las primeras mamadas no pude aguantar y acabé como pocas veces, se atraganto y terminé bañado con mi propia leche, estaba muy cansado y no daba para cogerlo a el, no quería darle tiempo a que se recuperara. Habían pasado dos horas desde que empezó todo, me habían roto bien el culo se vaciaron en mí y me vaciaron. Suerte que en casa no había nadie, en las veinte cuadras que caminé empezó a salir la leche de mi culo yo seguía con mi pija enchastrada con mi acabada, un pegote total, en fin, demasiadas emociones. Confirmé que mi bisexualidad da a lo sumo para una mamada y nada mas. Me exitó, sentir que pasa cuando te cogen, pero no me gustó, y de esto pasaron mas de treinta años, y lo quería compartir.

5 comentarios - La noche que me rompieron el culo

blueboxi
Bien contado , me encantaria cogerte , para ver como vas ?? PUNTINES
eltato57
Yo ya no tengo curiosidad. Me gusta hacer el culo, no me gusta darlo. Por cierto , linda poronga.
12eman +3
mme gustaria partirte
La noche que me rompieron el culo
eltato57
Llegaste tarde, ya se me fue la curiosidad. me sigue gustando estar detras de un culo y no darle la espalda a una poronga.
12eman
que mal
Andypas25 +1
Partimelo a mi!!!!
Erosytanatos872
Buen relato
eltato57
Muchas gracias. Fue una experiencia que no olvidé.
Ishrach +1
excelente relato... espero asi se me pase la curiosidad 😘