Otra vieja historia .Los baños de las estaciones de tren tienen su particular encanto. De muy chico (10/11 años) una vez fuí a mear al baño de Plaza Miserere y mientras lo hacía cerca mio, dos chicos muy putitos comentaban como los habían cogido y el tamaño de las vergas de sus machos.Yo sabia de que hablaban porque ya hacía cosas con Francisco. Cuando me iba, uno de ellos trató de hacer algo (yo aparentaba mas edad). A los 18 años en el baño de Haedo me sorprendió un señor muy bien empilchado, que sin ningún inconveniente me agarró la verga y me hizo una mamada de aquellas, tan bien chupaba que de lo loco de la situación no pude aguantar mucho y acabé como no lo hacía con mi novia. Otra vuelta fue un hombre muy mayor el que me peteó, como no tenia la dentadura puesta, la sensación fue especial. otra vuelta me hicieron un pete fenomenal en el baño de la vieja estación de Villa Luro, casi al aire libre !! En una ocasión eramos dos los que teníamos la pija afuera para que un chico nos la chupara, era un encanto, parecía una nena, pero se asustó y se fué, nos quedamos los dos solos y el otro tipo tenía un vergón que hipnotizaba, nos metimos en uno de los baños y le empecé a mamar ese prodigio. Aclaro que normalmente soy activo pero siempre anda cerca ese costado femenino y esa verga me perdió. La cuestión es que me tragaba ese pedazo de carne que me hacia abrir la boca al máximo con mucho gusto, me empujaba la cabeza para que la comiera toda y al tantear los huevos me imaginaba la cantidad de leche que me tomaría. Pero la mala fortuna hizo que se sintiera a la policía por el andén y en los 70 no era muy conveniente que encontraran peteando a dos tipos en un lugar así. El se fué, calculo que con la leche en la punta de la pija y yo me quedé un rato, y me fuí. Habia otro personaje que tenía día fijo, te miraba en el andén, te hacia señas y cuando entrabas ya estaba al lado de los mingitorios con los pantalones bajos, te pegaba una chupada y enseguida te pedía que le hicieras el orto, era un culo con muchas horas de vuelo, cuando acababa el guaso se daba vuelta, te chupaba la pija y la dejaba impecable. Cientos de polvos echados en una épocaen que el forro no era una cuestión Si o Si como hoy. En una ocasión vi un aviso de alguien que se ofrecía como iniciador porque tenía una pija delgada, tomé el número, llamé y resultó ser una tornería cerca de mi casa. El tipo me dijo que fuera mas bien a la noche, que estaba solo. Me puse unos shorts (sin nada abajo) y fuí. Efectivamente su pija era delgada, no creo que llegara a los 3 cm y bastante larga. Luego de un pete de preparación, me puso en 4 sobre un banco, me untó el agujero del culo con vaselina y la metió. Yo quería saber que se siente tener una pija en el culo, que se siente que te hagan lo que tantas veces hiciste. No puedo decir que me dolió, sentí mas bien un roce. Se que acabó porque sentí escurrirse la leche cuando la sacó. Volví a repetir la experiencia con el y volví a sentir lo mismo, me volvia escurriendo leche, hasta que una noche me cruzo con un vago que estaba mas o menos como yo. Su depto estaba cerca y fuimos, nos pusimos en bolas. Yo al flaco quería romperle el culo y compensarlo con una buena mamada y el quería hacerme eso mismo a mi. Lo echamos a suerte y perdí. Después de un rato de franela donde obviamente me tocaba la parte femenina, me puso boca abajo y mientras me besaba la espalda me empezó a dedear el culo, en un momento me dice "relajate mamita" y me pone la punta de su verga en el ojete. Me la clavó de una y empezó a bombear, yo sentí que me partían en dos y juré que mi costado femenino daba para una mamada y nada mas a partir de ese día. Despues de un tiempo interminable donde fui "yeguita, putita, mamita, trola" y no me acuerdo que mas siento que me agarra la cintura y entre gritos y bufidos...... acabo? Si es así después de 30 años sigo esperando largar la leche del culo. Cuando vino mi turno el chabón dijo que estaba cansado. No se que cara puse, pero al toque se metió mi verga en la boca y empezó a mamar. Creo que fueron las ganas de desquite por mi culo roto lo que hizo que se me parara y a los pocos minutos empecé a acabar como pocas veces, el flaco quiso salirse pero se tuvo que tomar hasta la última gota. No daba para mas, asi que cansado con el culo roto y de no muy buen humor por la onda, me fui. Segui yendo a la tetera y conocí después a Antonio, mi otra novia por algunos años. Pero eso es otra historia que ya conté
4 comentarios - Las teteras (relato)