Cosas de chicos (relato)

Cuando mi familia se mudó al oeste del gran Bs As, hace varias décadas,  mi vida cambió. No voy a decir la edad  era bastante chico. Cambie de un departamento a una casa, una calle todavía de tierra, jugar a la pelota estar  con mis amigas y amigos. Pero eran otros tiempos, el sexo era un misterio, algo prohibido que solo hacía aumentar la curiosidad. Como siempre había un adelantado, en realidad alguien que había visto algo y lo interpretaba a su manera y con mucha inocencia. José era uno, te preguntaba : "vos te dejas?" y cuando le ibas a contestar te decía "yo me dejo si vos también". Era bajarse los pantalones para arrimar pijitas al agujerito del culo, nada mas. Y estaba Francisco con su "picana" que no era otra cosa que una paja. Con José "cogimos" muchas veces, pero crecimos un poco y nunca mas pasó nada. Con Francisco las pajas se hicieron muy frecuentes hasta que empezamos a eyacular. Si bien todos eramos amigos el y yo teníamos algo especial. El unos meses mas grande que yo, misma estatura, una pija mas corta que la mía pero mas gruesa y una cola redondita y bien parada, nada que ver con la mía. Siempre estaba mas avispado que yo, siempre venía con algo nuevo para enseñarme y compartir. También hacíamos los arrimes a escondidas, generalmente en un baldío o en nuestras casas cuando nos quedábamos solos;  sentir esas nalgas apretando mi pija era delicioso, siempre empezaba yo, pero cuando le tocaba a el, yo me agachaba, separaba mis nalgas y su pija estaba siempre muerta, después de eso cada uno se hacía su manuela y listo. De repente. un día le arrimo la punta al ojete, y el se tiro hacia atrás. Entro toda, era otra sensación hacia frío en el baldío y sin embargo la pija estaba en el único lugar caliente. El se empezó a mover y yo atine a agarrarle  la chota y pajearlo aunque por la emoción no aguante mucho y le acabé adentro. la saque, la leche le salía del culo y le caía por las piernas, yo me limpié la pija como pude y me bajé los pantalones, era mi turno. Solo el intento de meter algo gomoso en culo virgen y estrecho. Terminé haciéndole una paja y viendo como largaba la leche al pasto (generalmente soy activo pero las eyaculaciones me fascinan). Habrá pasado un año con la misma rutina, siempre cogiéndolo y después una paja para compensar. nunca pudimos acabar juntos, cosas de chicos. 
Una vuelta estábamos solos en mi casa,  viendo televisión y cuando me toca la pija que ya estaba parada pienso que quería coger, pero se agachó y empezó a chupármela, una sensación nueva, me lamía la cabeza y después abrazaba la pija con los labios hasta que le tocaba en la garganta, todo muy caliente, chupaba, succionaba, yo sentía que me quería vaciar. De repente dejó de hacerlo, se dio vuelta me ofreció la cola como tantas veces y como venía se la puse. No usábamos lubricantes, ya eran pijas de adolescentes no de niños y sin embargo su culo no ofrecía resistencia. quería bombearlo y pajearlo como siempre pero no me dejó. Acabé adentro de su culo y  fuimos al baño, el largo toda la leche, me mostraba contento todo lo que le salía, yo me higienizé. la tarde era larga y cuando volvimos al dormitorio me puso la pija delante de la cara, la tenía que mamar yo también. Estaba limpita, morcillona y desde el primer momento me gustó, me engolosiné con esa poronga, traté de hacerle todo lo que me hizo y mas . Todo lo pasivo que Francisco parecía a la hora de querer cogerme se transformaba a la hora de hacerle un pete. No avisó y me largó semejante acabada dentro de la boca que a duras penas retuve y fuí a escupir. Quedamos sin decir nada por un rato hasta que se nos ocurrió hacer un 69, yo feliz de comerme esa poronga deliciosa. Terminamos casi al mismo tiempo y cerramos esa tarde  con otra cogida a ese culo redondito el contra la pared y yo dándole bomba y una mamada de parte mía. Empezamos el secundario, nos gustaban las chicas, no eramos quedados con ellas pero las travesuras de los dos seguían. Una vuelta, después de una hermosa cogida  y mientras el estaba terminando acabar en mi boca sentimos voces, no había tiempo para ir a escupir y no me quedó otra que tragarme toda su leche, hasta en ese momento de tensión procuré sacarle hasta la última gota. Yo había probado mí leche después de una paja y no me pareció distinto. Falsa alarma, no vino nadie y me preguntó  si me había gustado, le dije que sí. La curiosidad seguía, yo quería saber que sentía el cuando yo lo cogía (años después tuve una idea de lo que era).
Para el fue fácil, la siguiente vez que nos vimos me la mamó hasta que le acabé, la saboreó como si fuera un vino y se la tragó. Quedaba mi curiosidad por saber que sentía el. Otra vuelta solos nos desnudamos y me hizo mamársela hasta que me avisara, cuando lo hizo, me tiré en la cama boca abajo con las piernas abiertas y las nalgas separadas. me la arrimó intentó penetrarme, no pudo  y ahí nomas me acabó dejándome toda la leche entre las nalgas, nunca asumimos roles pero esa vez, desnudo y abriéndome los cantos me sentí como una putita. Algo había de celos en el cuando me veía con una chica, una especie de burla, como diciendo "ella no te va a dar la cola como yo".
La última vez que nos vimos  estábamos terminando el secundario, estábamos en mi habitación y  me pidió sentarse encima mio. Supongo que yo no era el único compañero de juegos sexuales que tenía porque su manejo del culo era magistral, se lo llené y  cuando fue mi turno del pete acabó mucho como siempre, pero me puso la mano en la nuca como para que no saliera de ahí, no necesitó decir mas y me tomé su ultima mamadera. La vida siguió para ambos con mujeres familia, pero ninguno dejó su otro yo, aunque nunca mas nos cruzamos. Tuve y tengo una interesante vida sexual. Cogí con muchas mujeres, a unas cuantas entre ellas mi mujer las inicié en el sexo anal y cogí con hombres travestis y cross. Mi costado bi es secreto, y mi papel fue generalmente activo, aunque en el franeleo veo cerca una pija, me acuerdo de la de Francisco y me dan ganas de chuparla. Culos como el de el pocas veces volví a coger.