Buenas gente linda ... este relato que hoy les dejo pertenece a la saga de mis aventuras con Edu mi primo. Para quienes me siguen sabrán de qué hablo, para los que recién me conocen los invito a pasar por mis post anteriores. Aquí va...
Edu se encontraba estudiando en una universidad en Córdoba desde hacía casi dos años. Nuestro último encuentro se remontaba a cerca de 4 meses, para la época de fin de año, donde cogimos en cada oportunidad que se nos presentó, pero después de allí mi primo volvió a su nuevo hogar a preparar las materias para rendir.
Pasé a saludar por la casa de mis tíos cuando mi tía me dice que tenía que enviarle unos apuntes que se había olvidado en su casa y que no sabía por dónde enviarlos. Como el próximo fin de semana era feriado largo me ofrecí a llevárselos y de paso lo visitaba y conocía su departamento, lo que mi tía agradeció sobremanera y se ofreció pagarme el boleto de ida.
Llegué a Córdoba cerca de las 9 de la mañana, tomé un remís y le indiqué la dirección donde me tenía que dejar.
Pagué (bastante caro para un viaje de menos de 10 minutos ..) y toqué el portero eléctrico varias veces cuando escuché la voz de mi primo preguntando quien era... Se sorprendió al escucharme y me dijo que subiera al 5° piso, hacia donde me encaminé con los apuntes y la excitación de volver a verlo.
Nos abrazamos y me dijo si quería desayunar algo, así que preparó unos mates y comenzamos a una charla sobre diversas cosas que se estiró hasta el mediodía.
Teníamos hambre y Edu preparó unas hamburguesas con puré de papas, compramos unas cervezas y unos potes de ensalada de frutas para el postre.
Terminando ya el almuerzo, Edu me dice que me tiene que contar algo: se había puesto de novio con una chica del interior de la provincia de Córdoba - también estudiante universitaria- y su nombre era Mariana. Lo felicité, le pregunté cómo se llevaban y me dijo que a la tarde ella iba a venir al departamento, por lo que tendría la oportunidad de conocerla.
Hubo un silencio espeso, cortante ... Edu se levantó de su silla, comenzó a levantar los platos de la mesa cuando se detiene y mirándome me dice: "... con Mariela está todo más que bien en la cama, pero sentirte a vos, que seas mi macho como siempre, me haría mucho mejor ...". Me levanté acercándome a él y tomándole la cara lo besé profundamente ... lo desvestí muy despacio, y corriendo las cosas que aún quedaban en la mesa, lo puse de espaldas y elevé sus piernas sobre mis hombros ... calcé mi pija en su culo, sin lubricar, y comencé a moverme ritmicamente, acelerando cada tanto y parando, entrando y saliendo... hasta que acabé mientras nos besábamos, dejando mi leche donde a él más le gustaba.
Estuve así un rato, dentro suyo, besándolo y acariciando a mi querido y deseado primo, mi "mujer" desde chicos. Me dijo que me podía quedar los días que quisiera en su departamento, y que por Mariela no me hiciera problema, ella no iba a poner reparos en esta decisión.
Esa noche entendí porqué Mariela no iba a ser un problema sino una solución...
Edu se encontraba estudiando en una universidad en Córdoba desde hacía casi dos años. Nuestro último encuentro se remontaba a cerca de 4 meses, para la época de fin de año, donde cogimos en cada oportunidad que se nos presentó, pero después de allí mi primo volvió a su nuevo hogar a preparar las materias para rendir.
Pasé a saludar por la casa de mis tíos cuando mi tía me dice que tenía que enviarle unos apuntes que se había olvidado en su casa y que no sabía por dónde enviarlos. Como el próximo fin de semana era feriado largo me ofrecí a llevárselos y de paso lo visitaba y conocía su departamento, lo que mi tía agradeció sobremanera y se ofreció pagarme el boleto de ida.
Llegué a Córdoba cerca de las 9 de la mañana, tomé un remís y le indiqué la dirección donde me tenía que dejar.
Pagué (bastante caro para un viaje de menos de 10 minutos ..) y toqué el portero eléctrico varias veces cuando escuché la voz de mi primo preguntando quien era... Se sorprendió al escucharme y me dijo que subiera al 5° piso, hacia donde me encaminé con los apuntes y la excitación de volver a verlo.
Nos abrazamos y me dijo si quería desayunar algo, así que preparó unos mates y comenzamos a una charla sobre diversas cosas que se estiró hasta el mediodía.
Teníamos hambre y Edu preparó unas hamburguesas con puré de papas, compramos unas cervezas y unos potes de ensalada de frutas para el postre.
Terminando ya el almuerzo, Edu me dice que me tiene que contar algo: se había puesto de novio con una chica del interior de la provincia de Córdoba - también estudiante universitaria- y su nombre era Mariana. Lo felicité, le pregunté cómo se llevaban y me dijo que a la tarde ella iba a venir al departamento, por lo que tendría la oportunidad de conocerla.
Hubo un silencio espeso, cortante ... Edu se levantó de su silla, comenzó a levantar los platos de la mesa cuando se detiene y mirándome me dice: "... con Mariela está todo más que bien en la cama, pero sentirte a vos, que seas mi macho como siempre, me haría mucho mejor ...". Me levanté acercándome a él y tomándole la cara lo besé profundamente ... lo desvestí muy despacio, y corriendo las cosas que aún quedaban en la mesa, lo puse de espaldas y elevé sus piernas sobre mis hombros ... calcé mi pija en su culo, sin lubricar, y comencé a moverme ritmicamente, acelerando cada tanto y parando, entrando y saliendo... hasta que acabé mientras nos besábamos, dejando mi leche donde a él más le gustaba.
Estuve así un rato, dentro suyo, besándolo y acariciando a mi querido y deseado primo, mi "mujer" desde chicos. Me dijo que me podía quedar los días que quisiera en su departamento, y que por Mariela no me hiciera problema, ella no iba a poner reparos en esta decisión.
Esa noche entendí porqué Mariela no iba a ser un problema sino una solución...
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